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Artículos sobre Ayuda Psicológica

Actualizado: 2 feb 2022



Psicólogos y psicoterapeutas

La clínica, entendida como ese campo de la psicología que se encarga del cuidado de la denominada “salud mental”, tiene la particularidad de encontrarse indefinida en su forma de desarrollarse. Esta dimensión indeterminada es lo que permite que se pueda diferenciar una práctica psicológica de una práctica médica.

La cuestión es que la medicina se encuentra unificada por un método de observación que constituye diferentes etapas que darán por resultado el mantenimiento de la salud física. La psicología no es muy diferente de este modelo que unifica las prácticas, pero el camino que nos lleva a este resultado (intercambiando la salud física por la mental) no siempre es el mismo.

Podemos ir un paso más lejos y plantear que este camino particular contiene en sí mismo dos particularidades; una teórica y una práctica.

La particularidad teórica responderá a la visión y lectura del psicólogo clínico frente a los casos concretos; influirá su formación, lectura de ciertos autores, supervisiones, etc.

La particularidad práctica responderá a las vicisitudes de un caso concreto y el abordaje especifico que el psicólogo clínico empleara. De ahí que se tenga la advertencia de que cada caso es diferente y singular.

Sin embargo, y a pesar de esta naturaleza particular de la práctica clínica, es posible pensar al final de todo en este modelo unificador, modelo propuesto en el nacimiento de la clínica psicológica con Sigmund Freud.

No es mi intención ahondar en este modelo propuesto por Freud, sino en una parte específico de este modelo, el tratamiento.


Psicología y psicoterapia

El tratamiento se diferencia de las demás etapas del modelo terapéutico en tanto es el punto en donde se comienza el abordaje en los núcleos específicos que él o la paciente traen al consultorio. Sin embargo, en dicho proceso podemos encontrar muchas dificultades que nos pueden evitar el correcto abordaje terapéutico, y una de ellas es la diferencia entre lo que es la repetición y la producción.

¿Qué es la repetición y que es la producción? La repetición habrá que entenderla como el enlace entre la parte exploratoria y el inicio de tratamiento en donde se presenta en la sintomatología del paciente. Esta repetición tiene que ver con “patrones”, “conductas”, “actitudes” y/o “pensamientos/ideas” que se presentan constantemente en el discurso del paciente. Esta repetición tiene la particularidad de ser inconsciente para el paciente, se presenta inadvertidamente en lo que se dice en sesión.

Ahora, el movimiento que se busca en el tratamiento es que esa repetición pueda devenir consciente u advertida por el paciente, y para ello es necesario un trabajo de producción.

¿Qué es lo que se produce? Se produce sentido a través del trámite de esta repetición. La producción se logra por medio de la relación con el otro dentro del espacio clínico, en esa habla pasiva (en donde inconscientemente se presenta la repetición) y la escucha activa (en donde deviene consciente por el mismo espacio clínico).

Es importante distinguir y tener en claro estos dos movimientos dentro del tratamiento para poder guiar una práctica clínica profesional y ética.



Atención psicológica de adolescentes y adultos.

Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara


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Actualizado: 26 nov 2020


En este artículo encontrarás las características principales de las personas que cuidan tanto de los otros que se olvidan de sí mismas. Las repercusiones, consecuencias y recomendaciones.


Seguramente has conocido o eres de las personas que siempre están ahí cuando se les necesita, #cuidan de los demás con un gran compromiso y apasionamiento que pueden llegar incluso a “adivinar” nuestras necesidades antes de que siquiera se las hayamos transmitido.


¿Porqué una persona puede llegar a olvidarse tanto de sí misma y dejar de lado sus propias necesidades por ser un cuidador?


En muchas ocasiones, las personas con el #sindromedelcuidador tuvieron una infancia en la que tuvieron que hacerse cargo de alguno o algunos de sus hermanos, o bien fueron figuras en las que sus padres se apoyaban, contándoles sus problemas e incluso pidiéndoles consejo y guía.


Lo qué hay detrás del #iíndromedelcuidador es un profundo deseo de #aceptación y reconocimiento por aquello que se hace por los demás. El cuidador puede literalmente quitarse el bocado de la boca para dárselo a alguien más, no dormir, estar en múltiples actividades para intentar llenar no solo su propio vacío sino también el de los demás cayendo en actitudes sobre protectoras y de extremo cuidado.


El problema empieza aquí cuando el #cuidador se siente poco valorado o ve que por más esfuerzos que haga la o las personas a las que cuida aún se sienten insatisfechas. La gente tiende a acostumbrarse tanto a sus cuidados que lo ven como algo “normal” en él o ella y creen que así es su carácter y personalidad por lo que ya no les llama particularmente la atención o se olvidan de ser agradecidos porque consideran que es solo una parte de lo que el cuidador siempre acostumbra a hacer se lo pidan o no.

¿Porqué si es tan buen cuidador se olvida de sí mismo?

Esto es debido a que como ya mencionamos el #cuidador se siente poco valorado y eso lo hace revivir momentos de su #infancia en donde tal vez debido a las circunstancias se le exigía de más y tenía que buscar cada vez nuevas y mejores maneras de dar respuesta a ello.


Recordemos que el #amor de un niño hacia sus padres es de los pocos que llegan a ser incondicionales y el niño se encuentra inconscientemente dispuesto a hacer todo por ser validado en su circulo más temprano e importante que es su familia.


Al #cuidador no le gusta ser cuidado ya que para él la expresión de una necesidad está ligada o es sinónimo de debilidad y flaqueza por lo que cuando alguien intenta hacer algo por él tiende a no aceptarlo o a sentirse más comprometido con la persona y a buscar la forma de devolver el favor, si se puede hasta tres veces más. Por otro lado, el cuidador vive con un profundo sentido de abandono y de incomprensión porque cree que nadie se detiene a pensar en él y en lo que necesita, de lo que no se da cuenta es que generalmente cuando la gente hace esto él mismo los descalifica o no acepta ayuda por la gran necesidad de sentirse fuerte y proveedor.

¿Qué consecuencias tiene el vivir con el síndrome del cuidador?


El #cuidador como amigo es incondicional. Aporta todo lo que puede a la relación; va por sus amigos aunque vivan al otro extremo de la ciudad, les presta dinero aunque no se lo paguen, intenta cuidar cada detalle de las vidas de sus amigos e influir en ellos para que tomen lo que él considera la mejor decisión.


Como #pareja, un #cuidador podría quedar exepcionalmente con una pareja dependiente. Ya que mientras el dependiente necesita de alguien que le ayude a tomar decisiones y se haga responsable de él o ella el cuidador será feliz organizando y complaciendo al dependiente. El problema surge nuevamente con una creciente sensación de no ser valorado, de fatiga excesiva y de falta de tiempo para sí mismo de las que el #cuidador se queja y que una parte de sí mismo desea encontrar.


Como #padre el #cuidador sobreprotegerá al hijo dándole a su vez la sensación de inutilidad y poca valoración que él mismo ha padecido. Se encontrará siempre con la disyuntiva de soltar o no a su hijo porque cree que es demasiado pronto o que no está listo.


Existen relaciones entre #hermanos donde uno de ellos, el #cuidador, ocupa el lugar de padre y toma las decisiones por toda la familia, esperando que éstos le reconozcan y sigan sus instrucciones, por lo que cuando viene el reclamo de “tú no eres mi padre/madre” el cuidador no puede más que sentirse ofendido y desalentado por lo que considera un descaro o una falta grave de agradecimiento.


Tener el #sindromedelcuidador es desgastante y cansado en cualquier etapa de la vida. Es una constante lucha y un olvido de sí mismo que puede incluso generar graves problemas de salud.


¿Y ahora qué hago?


Si detectas en ti conductas de un #cuidador excesivo es necesario hacer una revisión de tu historia de vida para ver dónde y porqué aprendiste ese patrón emocional y de conducta y para qué te sirvió en aquel momento. Al mismo tiempo será indispensable una reflexión y re evaluación de las habilidades que adquiriste como cuidador. Las formas creativas o poco convencionales que tuviste que desarrollar para proteger a alguien y ver cómo cada una de ellas te ayudó no solo a resolver el problema de ese momento sino también dió como resultado aptitudes que se quedaron en ti, de las que fuiste aprendiendo y que forman parte de tu vida no solo cuando eres cuidador sino también en la escuela, en el ámbito laboral y social.


Es importante acompañar al #cuidador a ir reconociendo poco a poco sus propias necesidades, desde las físicas hasta las emocionales y acompañarlo también a ver cómo las ha dejado de lado y las consecuencias negativas que esto le ha traido con la finalidad de ir generando un proceso de autoconfianza y resignificación que le ayuden al cuidador a empezar a hacerse cargo de sí mismo de una manera más efectiva y sin hacerse daño.



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El #abandono físico y/o emocional por parte de alguno o ambos padres genera en el niño huellas que lo acompañarán por el resto de su vida. Descubre cómo manejarlas.



El abandonó es una de las primeras formas de #violencia a las que somos vulnerables desde que somos niños. Sea porque éste se ha dado de forma real o física por la lejanía de la figura paterna o materna o emocional, cuando uno de los padres parece desconectarse emocionalmente de su hijo, ignorándolo o incluso haciendo caso omiso de sus necesidades esenciales de supervivencia como el alimento, el afecto o la limpieza.


Las razones de éste pueden ser muchas y muy variadas, en algunos casos se abandona al #niño por falta de recursos económicos para mantenerlo, porque la madre es muy joven y lo deja a cargo de sus padres, porque el padre se fue o no mostró interés en hacer una conexión con el niño, etc. La persona afectada puede comenzar a ver los efectos de esta dinámica desde que es muy pequeña, debido a la privación de sus necesidades esenciales.

El #abandono plantea una nueva realidad para la persona: ¿Cómo enfrentarme al mundo y a las #relaciones cuando las personas que supuestamente debieron cuidarme y protegerme no se hicieron cargo de mí? Es una herida que es dinámica, es decir se va moviendo, a veces de formas menos saludables que otras, pero que sin lugar a dudas repercutirá durante toda la vida.


Las salidas falsas


Algunas de las salidas o formas de lidiar con el abandono no llevan a un crecimiento emocional real y sostenido sino que son formas que nuestra mente encuentra cómo posibilidades ante la idea de que el abandono se repita en la vida adulta.

Una de las más comunes es la creación inconsciente de un “falso self“ o “falso yo” en dónde la persona puede llegar a hacer una representación, casi como la escenificación de un papel teatral de que el asunto ya está resuelto y superado. Se muestra aparentemente segura de sí misma y con una actitud independiente y autosuficiente, pero si vemos más de cerca y nos relacionamos con ella en un nivel de #noviazgo o #matrimonio descubriremos un ser desvalido con mucho miedo de comprometerse por el temor de perder al objeto amado. La inseguridad que se vivió en la infancia se representa ahora como una constante necesidad de demostrar poderío y autoafirmación ante una sociedad de la que siente que podría ser rechazado de un momento a otro. Pueden ser personas que van de una relación a otra sin detenerse a pensar en sus necesidades reales o en las de la pareja porque esta pausa significaría verse cara a cara con su más grande miedo. Pueden llegar a ser excelentes amantes siempre y cuando no implique un compromiso serio o a largo plazo lo que les implicaría el sostenimiento de un #vínculo afectivo que no están dispuestos a tener por el miedo al rechazo.


Algunas otras personas se convierten en aquellos que siempre van a anteponer las necesidades de los demás a las propias para así tratar de asegurar que la persona no se vaya. Lo que esto da como resultado generalmente es que terminan por ser demasiado intensivos y la otra persona termina por hartarse y retirarse, lo cual vuelve inconscientemente a repetir la profecía de “a mi siempre me abandonan”. Otra forma en la que está falsa salida puede manifestarse es en un cansancio emocional crónico para la persona que se empeña a toda costa en cumplir los deseos de la pareja quedándose con una sensación profunda de incomprensión y vacío.


Otro tipo de manifestación es aquella persona que “inexplicablemente” desarrolla síntomas de #ansiedad en la edad adulta y éstos se presentan de forma aguda y repentina sin algún antecedente previo. Las crisis de angustia suelen venir acompañadas de una fuerte sensación de pérdida y miedo o bien presentarse en presencia de la pareja.


Otra salida falsa es aquel que asegura a todos que eso ya lo superó y que ha sido capaz de perdonar y sanar cada una de sus heridas. Esto no quiere decir que sea imposible hacerlo pero este tipo de personas lo dicen sin sentirlo realmente. Justifican la conducta de sus padres con frases como “ es que así lo criaron” o “lo hizo por mi bien” cuando este tipo de #heridas independientemente de la situación no le hacen un bien a nadie. Para alcanzar un perdón real se debe recorrer todo un proceso que implica primero el reconocerse cómo víctima, no para quedarse en ese lugar, sino para que partiendo de ahí algo nuevo pueda surgir.

El camino hacia la sanación.

Pocas son las personas que por cuenta propia llegan a resolver y sanar sus heridas de abandono debido a que al ser tan primarias suelen ser muy dolorosas y por tanto difíciles de enfrentar. Cómo lo dije antes, tendrá que iniciarse un proceso en el que la persona reconozca aquello de lo que fue víctima y sea capaz de verlo sin juicios ni justificaciones.


Dentro del #procesoterapeutico la persona debe sentir la confianza suficiente para abrir esos elementos de su vida y que el terapeuta sea capaz de sostener todo aquello que aparezca en el camino (irá, rencor, vergüenza) para que una vez que la persona ha expresado genuinamente lo que siente pueda abrirse un camino de posibilidad en dónde se vaya dando lugar no solo a lo que la persona perdió sino también a lo que ganó y que hizo que hasta el día de hoy se mantenga en pie. Es una tarea de evaluar y dar lugar a los propios recursos. Si bien no se tuvo la crianza que se “debería” se pueden destacar algunas relaciones cercanas de #amistad o compañerismo que probablemente de otro modo no se hubieran dado.



El factor cultural también tiene una gran influencia y debemos ayudar a la persona a desmitificar el cuidado con frases tan comunes como “es el deber de una madre” o “lo peor que le puede pasar a un hijo es no ser querido por sus padres”, entre otras. Desafortunadamente es cada vez más común que este tipo de heridas se den y que todos de alguna manera seamos o sepamos de un caso cercano.


¿Y qué hay de los padres?


Cuando el padre o la madre que abandonó a su hijo regresa arrepentido habrá que elaborar poco a poco el posible acercamiento con su hijo dependiendo de la edad y los recursos emocionales de éste.


Desgraciadamente aún vivimos con la idea de que a los #padres se les debe amar para siempre y por sobre todas las cosas lo cual no se sostiene debido a que la relación padre-hijo se va construyendo con el tiempo y no es algo con lo que se nace automáticamente. Cuando el hijo es adulto estará en él o ella si desea tener contacto con esa figura parental y cómo y cuándo hacerlo. Recordemos que una vez hecha la herida es imposible volver atrás ni reponer el tiempo perdido. Lo que sí se puede hacer es construir una nueva forma de relacionarse partiendo del ahora.



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