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¿Qué es el sexting? ¿Qué hacer si descubro que mi hijo o hija lo hace?

Actualizado: 8 mar 2020

El sexting es la palabra que engloba las conversaciones subidas de tono a través de los medios digitales, puede ser desde palabras y emojis, hasta imágenes, incluyendo las fotografías del su propio cuerpo.


En México, el sexting es uno de los países latinoamericanos en los que más se presenta esta actividad y ha sido estudiada desde diferentes perspectivas en todo el mundo.


Más allá de la diversificación de la sexualidad y sus interacciones, el sexting es una forma de erotización de fácil acceso y que puede llegar a tener implicaciones legales o de gran peso en la salud emocional y física, sobre todo si se trata de menores de edad.


Cada vez en más frecuente en la consulta, sobre todo entre adolescentes, la práctica sexting, y lamentablemente, es la población más vulnerable, ya que puede ser utilizada para chantaje, acoso e incluso, en el caso de las imágenes puede convertirse en un delito, ya que producir, portar y distribuir imágenes de menores de edad es pornografía infantil, incluso si fue tomada de manera “voluntaria”.


Todo esto es muy importante transmitirles a nuestros hijos una vez que tienen la responsabilidad de un celular y se encuentran en esta etapa, principalmente, ya que puede hacer una diferencia importante y puede hacer que se la piensen dos veces antes de realizarlo, aceptarlo o compartirlo con sus amigos, y aún mejor si es información dirigida su autoprotección y responsabilidad digital más que hacia el miedo.


Ahora, ¿qué debo hacer si descubro que mi hijo o hija lo hace?


1. Es importante escuchar. Muchas veces, al preocuparnos como padres podemos dejar de lado que la exploración de las diferentes herramientas digitales y la sexualidad son parte de las curiosidades adolescentes y si no escuchamos, no podremos comunicarnos de una manera eficaz.


2. Contextualizar. Eso significa que, al escuchar, es importante entender cómo desde cuán y con quién se ha interactuado de esa manera, qué pensaba y qué esperaba cuando lo hizo. Si lo investigamos con una actitud de interés genuino y empatía, es más probable que nuestro hijo lo pueda compartir.


3. Informar. Es importante informar a nuestro hijo de los alcances y consecuencias que puede llevar consigo esta conducta y de esta manera prevenir futuras situaciones de riesgo.


4. Actuar. Una vez que la comunicación se haya establecido es importante decidir qué hacer dependiendo de la ayuda que se necesite, desde asistir a orientación con un profesionista de psicología, como un abogado o la policía cibernética.


Como padre de familia es importante estar informado y saber qué hacer y cómo reaccionar en las situaciones que pudieran llegar a ser un peligro para nuestros hijos. No esperes a que ocurra, fomenta una relación de diálogo, validación y prevención con tu familia.

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