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Artículos sobre Ayuda Psicológica


Pareja de la tercera edad felices.
La psicoterapia para adultos mayores puede ser un recurso valioso para ayudarles a abordar los desafíos emocionales y promover su bienestar emocional y mental en esta etapa de la vida. La terapia puede realizarse de forma individual o en grupos, según las preferencias y necesidades del paciente.

La psicoterapia o terapia psicológica es un tratamiento que está enfocado en mejorar la calidad de vida mediante la comprensión, expresión y manejo de las emociones, pensamientos, sensaciones y comportamientos. La salud mental es prioridad en cada una de las etapas de la vida, no obstante, el conocimiento de los terapeutas acerca de las etapas del desarrollo se ha expandido a lo largo de los años y los beneficios de la psicoterapia y estos conocimientos han proporcionado variedad de enfoques terapéuticos y objetivos de tratamiento en la salud mental.


Aunque la salud mental no es exclusiva de una etapa de la vida, es una realidad que en muchos contextos sociales la salud mental del adulto mayor suele un tema que generalmente se aborda poco. De acuerdo a la Secretaria de Salud del Gobierno de México, en la actualidad hay más de 13 millones de adultos mayores de 60 años en México, y a su vez, se calcula que entre un 20 y 30 por ciento sufre violencia psicológica, económica, sexual, física o abandono.


A medida que las personas envejecen, aparecen una variedad de desafíos emocionales, como lo son la pérdida de seres queridos, los cambios en la salud física, el aislamiento social, la pérdida de independencia, las preocupaciones financieras y los cambios en hábitos y rutinas como solían hacerlo. Estos factores en la frecuencia e intensidad de las preocupaciones parecieran ser una amenaza significativa para la calidad de vida y la autonomía de nuestros mayores. Por ello, es esencial que los adultos mayores sean atendidos por profesionales con experiencia y capacitación en el trato con las personas mayores debido a que las necesidades, conocimientos de la salud física y preocupaciones que acontecen en esta etapa de la vida requieren una comprensión adecuada.


Es por eso que aquí comparto algunos beneficios de la psicoterapia en adultos mayores:

 


Persona de la tercera edad requiriendo de ayuda.
Es esencial que los adultos mayores sean atendidos por profesionales con experiencia y capacitación en el trato con las personas mayores debido a que las necesidades, conocimientos de la salud física y preocupaciones que acontecen en esta etapa de la vida requieren una comprensión adecuada.

1) Manejo de la pérdida: La terapia puede ayudar a las personas mayores a lidiar con la pérdida de amigos, familiares o cónyuges, y a enfrentar los sentimientos de duelo y soledad.

 

2) Cambios de hábitos: La terapia puede ayudar a adaptarse a los cambios relacionados con la jubilación, la pérdida de independencia o la transición a una casa de retiro.

 

3) Afrontar problemas de salud: La terapia puede ayudar a las personas mayores a lidiar con problemas de salud crónicos o la limitación de actividades físicas, lo que podría afectar su bienestar emocional.

 

4) Desregulación emocional: La terapia puede proporcionar herramientas y estrategias para manejar la ansiedad, la depresión u otros problemas de salud mental comunes entre los adultos mayores.

 

5) Fomentar la conexión social: La terapia puede ayudar a fomentar la interacción social, ya que el aislamiento social es un problema frecuente en esta etapa de la vida. Debido a que muchos adultos mayores asisten a psicoterapia de grupo o grupos con actividades sociales.

 

6) Mejorar la calidad de vida: La terapia puede ayudar a los adultos mayores a encontrar significado y propósito en esta nueva etapa de su vida, lo que puede mejorar su calidad de vida general.

 

Finalmente, la psicoterapia para adultos mayores puede ser un recurso valioso para ayudarles a abordar los desafíos emocionales y promover su bienestar emocional y mental en esta etapa de la vida. La terapia puede realizarse de forma individual o en grupos, según las preferencias y necesidades del paciente. Además, en algunos casos, la terapia puede llevarse a cabo de manera presencial o mediante tecnologías de comunicación a distancia si el paciente tiene dificultades para desplazarse o vive en áreas remotas.

 















Lic. Cynthia González.

Psicóloga clínica

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Exigencia excesiva genera inseguridad

¿Sientes que no vales para nada?, ¿No te sientes capaz de hacer las cosas? ¿Crees que no eres tan bueno en nada? Sigue leyendo, este artículo es para ti o para que lo recomiendes. 


 

La sensación de #insuficiencia o pensar que se es poco valiosx, no necesariamente es real, tiene que ver con lo que hemos aprendido de nuestro entorno que ha ido reforzando una interpretación muy estricta de nosotros mismos. Lo que se necesita en la infancia es sentirse amadx y se hará de todo para que así sea, muchas veces, por no decir la mayoría, sentiremos que no “alcanzamos” los estándares de nuestros padres. 


  El ser exigentes con nosotros mismos, pensar “tengo que ser más y mejor”, hace que reforcemos el sentirnos #insuficientes, dado que se cree que así se obtendrá la admiración y al fin te sentirás completo. 


  Es muy común que en algún punto de nuestras vidas nos haya pasado por la mente el pensamiento de “no soy suficiente”. Recuerda cuando te sentiste menos que alguien porque tenía más habilidad y/o práctica en alguna actividad, esa sensación de inferioridad. También cuando llegaste a sentir que hicieras lo que hicieras no serías la o el hijx que tus papás querían. Se suele tener dificultad para hacer un análisis en grises y se llega a polos opuestos, donde sólo se tienen dos opciones: lo hice bien o lo hice mal. 

  

  


Depresión y ansiedad ante crítica excesiva

Cuando uno siente que no es #suficiente busca formas de serlo, pero usualmente son equivocadas. Por ejemplo: intentar solucionar los problemas de los demás, cuidar para que te quieran, hacer felices a todos o buscar la utilidad para que te reconozcan. El problema con esto, es que realmente no no te hace quitar ese sentimiento de insuficiencia, aparte, como dependen de alguien más, no te hará sentir completo, ya que eso se encuentra en uno mismo. 


  El creer que no eres #suficiente está relacionado con el autoconcepto, puesto que refleja la percepción de nosotros mismos. Éste se va construyendo desde la infancia, a través de lo que vivimos. 

 

  Te comparto algunas recomendaciones a tener en cuenta para dejar de sentirte insuficiente


  • Deja de compararte.  La vida no es una competición con los demás. Todos tenemos diferentes capacidades, encuentra las tuyas. 

  • Tienes un gran valor. El creértelo y saber que así es te ayudará a que tu autoconcepto cambie y por lo tanto también tus conductas y pensamientos. Podrás aceptar que eres único, exactamente igual que los demás. 

  • Flexibilidad. Muchas veces el sentir que no somos #suficientes parte de la creencia de que si algo no sale perfecto se es un fracaso. Cuando no logras algo, no es sinónimo de fracasar, significa que tiene que ser de otra manera.        

  • Aceptación en lo que no te gusta de ti. Los clásicos “defectos” o como me gusta llamarlas “áreas de oportunidad” son parte de cualquier ser humano. Es importante aprender a convivir con ellas y poder irlas modificando cuando sea el caso. Comprender que éstas no te hacen menos que nadie. 

  • Busca ayuda profesional. Siempre estarán las psicólogas y psicólogos para que te pueda brindar ayuda al respecto.                       


  Recuerda que eres totalmente suficiente, basta con que seas sólo tú, no necesitas cumplir las expectativas de otros. Háztelo saber siempre que lo requieras. 







Psicóloga Itzel Trejo

Psicóloga de niños, adolescentes, adultos y parejas

Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara

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Una mano sosteniendo  un cerebro.
La psicología es la ciencia que estudia los procesos mentales, emocionales y comportamentales del ser humano, y ayuda a entender múltiples interrogantes de la vida de las personas.

Es muy común que las personas tengan una duda genuina sobre el quehacer de los profesionales de la salud mental, ya que un punto importante es que la población generalmente suele desatender cuestiones de salud física, y más aún se le resta peso a la importancia del bienestar emocional y psicológico. Afortunadamente, cada vez más en la población mexicana se va reconociendo esa necesidad de atender las cuestiones psicológicas al identificar que muchas de las causas de los malestares que una persona padece, tienen un componente psicológico o una repercusión no solamente al cuerpo sino a nivel comportamental y afectivo. En este sentido, la falta de información o el desprendimiento cultural de los temas de salud mental generan dudas respecto al trabajo que realizan los especialistas y la capacidad que poseen para ayudar a una persona a resolver una serie de patologías y conflictos internos, de tal manera que la desinformación promueve el que las personas busquen atenderse a través de métodos que no cuentan con una validez científica y teórica, y mediante creencias supersticiosas que utilizan actividades bajo fundamentos irracionales y corazonadas, por lo que se vuelve riesgoso para la persona el hecho de que no exista un control y sustento del tratamiento que reciben al ser posible que este se base en el seguimiento de consejos o la sugerencia de conductas que de pronto puedan resultar nocivas para quien recibe este tipo de asesoría o consulta.

 

Por este motivo, considero que es de suma importancia que en el presente artículo reflexionemos sobre el trabajo de la psicología y la psiquiatría como opciones válidas para atender nuestra salud mental, así como explicar el alcance que tienen los especialistas al momento de ejercer su práctica clínica, para que de esta manera eliminemos una serie de mitos que se han generado a lo largo de los años.

 

¿Voy al psicólogo y al psiquiatra porque estoy loco?

 

Existen muchas enfermedades y padecimientos psicológicos y médicos que repercuten en el correcto funcionamiento racional, emocional y comportamental de las personas, sin embargo, el concepto de “locura” ha caído en desuso debido a su fuerte calificación negativa y lo perjudicial que resulta para una persona ser descrito de esa manera. Lo mejor que se puede hacer cuando padecemos una enfermedad mental o cuando convivimos con una persona que la padece, es anteponer el respeto a la dignidad del ser humano, porque entonces el enfoque consiste en no desacreditar el valor y los derechos de las personas por el hecho de poseer una enfermedad o afección psicológica, cualquiera que esta sea. Por lo tanto, hay un gran cúmulo de información procedente de investigaciones en el campo de la salud mental, que ayudan a comprender el por qué una persona se comporta y siente de determinada manera.

 

Ahora bien, al decidir atenderme emocional o psicológicamente, ¿quiere decir que estoy enfermo? La respuesta es que no necesariamente necesitamos padecer una enfermedad para requerir de ayuda profesional, porque en el campo de la psicología comprendemos que la vida no es un periodo estático e inamovible de bienestar o malestar, se trata de un búsqueda de equilibrio constante, porque incluso el hecho de enfrentar problemáticas cotidianas nos puede generar una sensación de intranquilidad o el sentirnos rebasados por el estrés laboral, así como por encontrarnos cargando con conflictos internos ocurridos en el pasado, son situaciones que repercuten en la estabilidad de cualquiera. El hecho de que tomemos la decisión de atendernos funciona también como una manera de prevenir que desarrollemos una enfermedad con sintomatología constante grave. Por lo tanto, debemos de eliminar la relación inapropiada que existe entre la terapia psicológica y la atención psiquiátrica, con la concepción de “la locura”, porque todas las personas tenemos la propensión a enfermar, y porque el asumir que necesitamos recibir una atención profesional no significa que poseamos una debilidad o no contemos con la capacidad para enfrentar nuestros problemas, mucho menos involucra el avergonzarnos de lo que nos ocurre, sino que al contrario, se requiere de suficiente determinación para aceptar que necesitamos ayuda. Es entonces tarea de los especialistas, no solo el realizar un trabajo ético y profesional, sino también el brindar un trato de respeto, cordialidad y calidez humana a toda persona que acude a recibir sus servicios.

 

La psicología y la psiquiatría.

 


Cuando la psicología y la psiquiatría trabajan en conjunto se brinda una atención multidisciplinaria que aporta beneficios a la persona para combatir diversos padecimientos, tanto médicos como psicológicos.

Para adentrarnos en la temática principal del artículo, vamos a definir estas dos disciplinas. La psicología es la ciencia que estudia los procesos mentales, emocionales y comportamentales del ser humano, y ayuda a entender múltiples interrogantes de la vida de las personas, aunado a que la psicología clínica aporta un espacio con diversas metodologías de intervención para ayudar a las personas que se encuentran pasando un conflicto afectivo, intelectual, o que perciben su integridad mental bajo amenaza. La psiquiatría por su parte, es la rama de la medicina que se dedica a atender y a estudiar todo trastorno relacionado con la salud mental, así como los trastornos de comportamiento y adicciones, esto mediante un proceso de atención, diagnóstico y tratamiento, el cual incluye medicamentos específicos.

 

Para continuar clarificando el panorama, el psicólogo clínico debe contar con un título y cédula profesional, que avale una formación y preparación para la aplicación de técnicas psicológicas para atender las necesidades emocionales, comportamentales y cognitivas, tratándose de métodos muy diversos que principalmente involucran la escucha activa y la intervención oportuna y adecuada para acompañar a la persona en calidad de paciente, durante un tratamiento psicoterapéutico, el cual no involucra la prescripción de medicamento. Por otra parte, el psiquiatra es un profesional que finalizó sus estudios en medicina general y que además realizó la especialidad en psiquiatría, para poder enfocarse en atender los trastornos específicos de dicha rama, logrando de esta manera el poder brindar un espacio de escucha activa para identificar las causas de una enfermedad, proponer un tratamiento médico apropiado, e incluso el aportar una intervención psicoterapéutica, ya que el médico psiquiatra también puede prepararse en este rubro y brindarle al paciente no solo una receta, sino también trabajar en una serie de estrategias para combatir las problemática de manera psicológica.

 


La psiquiatría es la rama de la medicina que se dedica a atender y a estudiar todo trastorno relacionado con la salud mental, así como los trastornos de comportamiento y adicciones, esto mediante un proceso de atención, diagnóstico y tratamiento, el cual incluye medicamentos específicos.

Si analizamos el propósito de ambas disciplinas comprenderemos que no debe de existir un conflicto entre ambas, al contrario, resulta muy enriquecedor cuando los dos profesionales trabajan en conjunto para brindar una atención multidisciplinaria que le aportará muchos beneficios a la persona para combatir diversos padecimientos, tanto médicos como psicológicos. No podemos negar que, a lo largo del tiempo, han existido posturas contrarias entre ambos profesionales, porque se han suscitado debates y diferencias de opinión clínica sobre la utilidad y validez de ciertos tipos de intervención psicológica, o el empleo de medicamentos de manera excesiva y exclusiva sin darle lugar al paciente de que comparta su visión sobre su proceso, avances, retrocesos, miedos, anhelos, etc. Lo cierto es que un trabajo en conjunto siempre deberá estar enfocado en el bienestar del paciente, en su adaptación al tratamiento, en su recuperación y en el desarrollo de una calidad de vida sana. Es entonces trabajo de los profesionales el apartarse de posturas egocéntricas y obstinadas, que limiten el flujo de información y generen una competencia hostil entre las disciplinas

 

Es así que un panorama básico en la cadena de tratamiento sería un ejemplo siguiente: una persona que busca ayuda psicológica debido a una condición de tristeza continua que en ocasiones identifica las causas y en otras no logra explicar lo que le ocurre, es así que el psicólogo después de un periodo de entrevistas clínicas puede llegar a un diagnóstico y valorar si la persona es candidato para recibir el tipo de tratamiento que le propondrá, y en este punto es posible que se identifique una serie de síntomas que amerite de atención psiquiátrica debido a que la persona presente un cuadro depresivo severo acompañado de síntomas de ansiedad, que lo estén llevando a presentar alteraciones en el ciclo de sueño y apetito que puedan poner en riesgo su salud general, por lo que es imprescindible que el psicólogo canalice a la persona a que reciba una valoración psiquiátrica para ayudar a combatir los síntomas a nivel orgánico, mediante medicamentos que permitan que la persona recupere el equilibrio.

 


Otro ejemplo sería el de una persona que acude con un psiquiatra al presentar temores para socializar, acompañado de pánico al interactuar en público con un número elevado de personas, así como reacciones de ansiedad por pensamientos catastróficos que lo mantienen cansado y decaído, por lo que en el proceso de valoración y tratamiento, el psiquiatra puede considerar el que la persona además de recibir el tratamiento médico y el abordaje del mismo, se le canalice para recibir un proceso de atención psicoterapéutico el cual puede ser variado dependiendo las necesidades del paciente, siendo así que la atención se complemente trabajando con objetivos diversos, como lo es el reducir y eliminar los síntomas así como analizar psicológicamente la procedencia de los mismos y encontrar las causas para que la persona comprenda su situación y enfrente de manera estratégica su miedo social, a la par de incrementar su autoestima y habilidades de interacción.

 

Finalmente, toda labor entre varios profesionales que logren trabajar en conjunto para favorecer la salud mental de las personas, resultará en un apoyo conveniente y necesario para que el proceso de tratamiento sea lo más apacible posible, claro está que los padecimientos son muy diversos y algunos son más complejos que otros, pero no debemos de olvidar la subjetividad que acompaña al proceso de salud y enfermedad, en el que no importa si de manera calificativa es mucho o poco lo que le ocurre a la persona, lo importante es que la persona reporta un nivel de sufrimiento y que está solicitando ayuda, por lo que espera de los profesionales de la salud mental una atención de calidad.





 













Lic. José Ruy García

Psicólogo clínico

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