top of page

Cómo hablar de la muerte con los niños

Actualizado: 8 mar 2020


como hablar de la muerte con los niños

Hablar con los niños sobre la muerte, es uno de los temas que como padres tendemos a ocultar y evitar lo más posible ¿pero por qué?

Hablar sobre la muerte en general es un tema conflictivo incluso para nosotros como adultos pues está rodeado de misticismo, dudas, recuerdos dolorosos de pérdida o miedo.

Sin embargo, es importante aceptar que eventualmente nuestros hijos habrán de enfrentarse a experiencias de pérdida (de familiares, mascotas, etc.) y es necesario prepararnos para hablar con ellos de este tema.

  1. Antes de abordar el tema, analiza y piensa con claridad lo que deseas transmitirle a tu hijo. Cada uno de nosotros tiene creencias y explicaciones que forman parte de los valores y formas de entender nuestro entorno que queremos fomentar como familia. No tengas miedo de investigar, hablar con tu pareja, preguntar a un guía espiritual o profesional hasta que hayas formado un discurso claro y vinculado a tus creencias y valores familiares.

  2. No ocultes tus sentimientos. Ocultar nuestros sentimientos ante un momento de pérdida puede hacer que nuestro hijo sienta ansiedad además de que aprenderá a ocultar sus emociones cuando devenga una situación parecida. Indícale que es normal sentirnos tristes cuando muere alguien, pero coloca el acento en que es a través del amor y el apoyo de la familia que podemos sentirnos mejor y no olvidar aquello que nos ha enseñado aquel que ha muerto.

  3. Los que se van, siempre están en nuestra memoria. Uno de los temores más grandes para los niños es que aquel que muere desaparece o bien permanece junto a nosotros sin que lo podamos ver, es necesario, por lo tanto, aclararles que aquellos con los que convivimos forman recuerdos y lazos con nosotros que permanecen en nuestra memoria para siempre aún a pesar que físicamente no podamos verlo. A su vez, podemos utilizar elementos como rasgos físicos y vínculos sanguíneos para aclarar que aquel que parte está dentro de nosotros pues deja su herencia en nuestro interior tanto por sus recuerdos como por su herencia en los rasgos físicos o de carácter compartidos.

  4. Morir no es “como dormirse”. Uno de los errores más frecuentes al explicarles a los niños la muerte es realizar la similitud entre morir y quedarse dormido para no despertar. Esta metáfora puede generar muchísima angustia y generar fobia a dormirse o pesadillas. Es necesario aclarar que cuando morimos nuestro cuerpo descansa y se integra nuevamente a la tierra (ya sea porque nos reintegramos a la naturaleza cuando nos colocan en la tierra o se esparcen nuestras cenizas) y que, aunque nuestros seres queridos no pueden vernos, nuestra esencia permanece en nuestra familia y amigos.

  5. Familiares o conocidos con enfermedades terminales. Cuando nos encontramos ante la enfermedad grave o terminal de una persona cercana al niño es necesario explicarle los cuidados que debe de tenerse con ella y lo importante de compartir momentos para fortalecer el vínculo. Procuremos contestar sus dudas y, sobre todo, no dudar en que esto le generará angustia y prepararnos para brindarles todo nuestro amor y comprensión.

Asesórate y busca ayuda profesional. No esperes meses para llevar a tu hijo con un psicólogo o psicoterapeuta si presenta intensa ansiedad, pesadillas, no puede dormir, tiene miedo o pregunta de manera constante sobre la muerte, etc. Consulta con un especialista infantil o bien, busca asesoría con un profesional para que te oriente a cómo manejar el tema de forma más personalizada.


4 visualizaciones0 comentarios
bottom of page