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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 12 ago 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 9 jun 2022


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“La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma”

- Bach.


El fenómeno psicosomático comúnmente se manifiesta como síntomas inexplicables desde el punto de vista médico, que no son atribuibles a una enfermedad física y para los que han fracasado los tratamientos médicos habituales. Algunas manifestaciones de malestar psicosomático son: dolor en las articulaciones, ojos y cabeza, así como también hinchazones, salpullidos en la piel, alopecia, dificultad al respirar, malestar de espalda o pecho, gastritis, entre otros. Dicho de otro modo, se trata de un síntoma físico que se manifiesta en el cuerpo y que es producto de un padecimiento mental.



Algunas manifestaciones de malestar psicosomático son: dolor en las articulaciones, ojos y cabeza, así como también hinchazones, salpullidos en la piel, alopecia, dificultad al respirar, malestar de espalda o pecho, gastritis, entre otros.
¿Qué es el malestar psicosomático?

En lo que respecta al bienestar del cuerpo, desde la antigüedad han existido teorías que intentan dar una explicación sobre lo que sucede con el cuerpo cuando pierde su funcionamiento normal o enferma. Tales teorías suscriben todo tipo de causas, por ejemplo: la hechicería, la religión, la violación de algún tabú, la intervención de un espíritu o la pérdida del alma etc. A pesar de los avances en la medicina, durante el siglo XIX persistió la imposibilidad de establecer una localización orgánica de la enfermedad psicosomática. En ese entonces, Fulgence Raymond, neurólogo francés (1844-1910), propuso llamarles psiconeurosis, indicando así su origen #psicológico: la histeria. Así, aunque su presencia era visible desde la antigüedad, en esta época resultaba ser una enfermedad incomprensible para estos intentos de clasificación y localización, ya que estos malestares tenían la capacidad de imitar todas las enfermedades. Este tipo de malestares fueron también llamados “enfermedades funcionales”, ya que según Beard en 1880 (citado por McMahon y Oberg 1983) manifestó que: "Lo que el microscopio puede ver lo llamamos estructural, lo que no puede ver el microscopio lo llamamos funcional". Por ello, en estas enfermedades, a pesar de utilizar los instrumentos técnicos más modernos, no era posible encontrar daño orgánico por lo tanto eran llamadas enfermedades funcionales.



Algunas manifestaciones de malestar psicosomático son: dolor en las articulaciones, ojos y cabeza, así como también hinchazones, salpullidos en la piel, alopecia, dificultad al respirar, malestar de espalda o pecho, gastritis, entre otros.
¿Existe una relación entre las emociones y la salud?

No obstante, y a pesar de las dificultades de diagnóstico, a partir del siglo XX se gesta un resurgimiento en el interés por el fenómeno psicosomático desde el psicoanálisis (esto detonado en parte por el desarrollo de la medicina que intentaba esclarecer el origen de la enfermedad). De esta manera, se comienzan a establecer vínculos claros entre la mente y el cuerpo y se construye un “contra-enfoque” hacia la visión mecánica de la medicina, abogando, así, por una visión más integral de los pacientes. En este contexto, el psicoanálisis propuso establecer el origen y cura de la enfermedad histérica, así como el interés por el funcionamiento mental de los individuos.


Asimismo, la Segunda Guerra Mundial tuvo influencia en la exploración del fenómeno psicosomático, puesto que permitió el estudio del efecto del estrés en los combatientes de la guerra y la aparición de enfermedades en ellos algunas veces difíciles de determinar en cuanto a su origen y a su realidad material (Schwab, 1985). En la actualidad #2020, existen múltiples definiciones que intentan dar cuenta de este fenómeno psicobiológico; como el burnout, estrés laboral, ataques de ansiedad etc. Del mismo modo, el mercado ha logrado integrar a su oferta un sinfín de productos para el “alivio” de este malestar, entre los cuales podemos encontrar tanto artículos de entretenimiento como experiencias “detox”, alimentos, vitaminas y medicamentos controlados. Sin embargo, la #psicoterapia puede aportar una respuesta y una cura individual hacia estos padecimientos subjetivos que se expresan en el cuerpo de las personas.


-La psicoterapia es un camino o proceso en ocasiones ignorado por su penoso y costoso transitar, pero nadie dijo que sanar fuera fácil o rápido. En realidad, la opción está frente a ti y tal vez ese dolor que sientes sólo encubre un fuerte deseo de sanar otras partes de ti mismo, aunque con ello te cueste a ti la enfermedad.



Administración

 
 
 


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¿Qué son los trastornos de personalidad? ¿Yo puedo tener alguno?

El Manual Estadístico y Diagnostico de los Trastornos Mentales versión 5 (DSM-5 por sus siglas en inglés), es una herramienta que se utiliza comúnmente al momento de diagnosticar algún tipo de padecimiento mental, entre los más conocidos se encuentran los trastornos depresivos, los trastornos de ansiedad, o relacionados con el trauma, entre otros. Hoy nos dedicaremos a entender que son los trastornos de personalidad.


El DSM-5, define un trastorno de personalidad como un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto; se trata de un fenómeno generalizado y poco flexible, estable en el tiempo, que tiene su inicio en la adolescencia o en la edad adulta temprana y que da lugar a un malestar o deterioro; es decir, un trastorno de personalidad es un patrón de sensaciones internas y externas, sentimientos, pensamientos, ideas, fantasías, y comportamientos que no se consideran normales, aquello que no va con lo que comúnmente ocurre en el contexto en el que se encuentra la persona, y todas estas sensaciones y comportamientos ocurren de manera general y se mantienen a través del tiempo, no son episodios que vienen y van, que además traen un deterioro o malestar en el funcionamiento de la persona, es decir, problemas con áreas como familia, pareja, amistades, trabajo, sexualidad, entre otras; y además inicia en la adolescencia y/o edad adulta temprana.


Actualmente se reconocen diez trastornos de personalidad:


1. Trastorno de la personalidad paranoide, que es un patrón de desconfianza y suspicacia, de manera que se interpretan las intenciones de los demás como malévolas.

2. Trastorno de la personalidad esquizoide, que es un patrón de distanciamiento De las relaciones sociales y una gama restringida de la expresión emocional.

3. Trastorno de la personalidad esquizotípica, que es un patrón de malestar agudo en las relaciones íntimas, de distorsiones cognitivas o perceptivas y de excentricidades del comportamiento

4. Trastorno de la personalidad antisocial, que es un patrón de desprecio y violación de los derechos de los demás.

5. Trastorno de la personalidad límite, que es un patrón de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la imagen de sí mismo y de los afectos, con una impulsividad marcada.

6. Trastorno de la personalidad histriónica, que es un patrón de emotividad y de búsqueda de atención excesiva

7. Trastorno de la personalidad narcisista, que es un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía.

8. Trastorno de la personalidad evitativa, que es un patrón de inhibición social, sentimientos de inadecuación e hipersensibilidad a la evaluación negativa.

9. Trastorno de la personalidad dependiente, que es un patrón de comportamiento de sumisión y adhesión relacionado con una necesidad excesiva de ser cuidado.

10. Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo, que es un patrón de preocupación por el orden coma el perfeccionismo y el control.



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¿Qué son los trastornos de personalidad?

Sin embargo, el DSM-5 reconoce el cambio de la personalidad debido a otra afección médica, la cual es un trastorno de personalidad persistente que se sospecha que es debido a los efectos fisiológicos directos de una afección médica, por ejemplo, una lesión en el lóbulo frontal.


Ahora, es posible presentar rasgos de personalidad, que no necesariamente son trastornos, es decir, podemos tener rasgos obsesivos, como ser muy puntuales, organizados, pero no necesariamente por eso significa que tenemos un trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo, si bien lo comentamos anteriormente, para que fuese un trastorno, estos rasgos tendrían que causan un malestar o problemas en el funcionamiento de la persona, como causarle una gran ansiedad que le impida seguir con su vida normal el tener estas obsesiones y/o compulsiones, además es importante hacer un diagnóstico diferencial entre un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC/OCD), a un trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo.

 
 
 
  • 17 jun 2021
  • 2 Min. de lectura
La personalidad narcisista esta organizada alrededor de la afirmación de la autoestima en el exterior, es decir, este tipo de personas sienten que algo falta en su vida interna.
¿Qué es la personalidad narcisista?

En primera instancia, Freud describió el narcisismo primario afirmando que los infantes se enfocan emocionalmente en ellos mismos antes que ver el afuera, posteriormente se conceptualiza como decepciones en las relaciones tempranas.


Es claro que hoy en día la vida actual y las vicisitudes refuerzan estas preocupaciones narcisistas, el mundo cambia de manera rápida, nos movemos frecuentemente, las comunicaciones masivas explotan nuestras inseguridades, y llega este sentimiento de vacío, de no encajar, no piensan en la integridad o identidad, sino en cuestiones superficiales como la belleza, fama, riqueza.


Ernest Jones, es de los primeros autores que escribió sobre la persona grandiosa y narcisista, la describió como exhibicionista, distanciada, emocionalmente inaccesible, con fantasías de omnipotencia, sobreevaluación de su creatividad y tendencia a ser juicioso. Entonces, la personalidad narcisista esta organizada alrededor de la afirmación de la autoestima en el exterior, es decir, este tipo de personas sienten que algo falta en su vida interna. Se encuentran preocupados por la percepción que tienen los demás de ellos y en ocasiones se sienten no queridos y fraudulentos.


Quien presenta personalidad narcisista experimenta sentimientos de insuficiencia, con vergüenza, debilidad o inferioridad, sus comportamientos compensatorios se pueden presentar de diferentes maneras tratando de ocultar la preocupación.
¿Qué es lo que encubre la personalidad narcisista?

No obstante, hay dos versiones del narcisista: el inadvertido y el hípervigilante; el abierto y el encubierto o penoso; el exhibicionista y el de closet; el insensible y el sensible. Lo que todos tienen en común, es este sentimiento de insuficiencia, con vergüenza, debilidad o inferioridad, sus comportamientos compensatorios se pueden presentar de diferentes maneras tratando de ocultar la preocupación.


En cuanto a sus afectos, impulsos y temperamento, la necesidad de reconocimiento muchas veces pasa desapercibido por los espectadores, y los daños que ocasiona a los demás, ante los ojos del narciso o del narcisista, pueden ser racionalizados como efectos secundarios necesarios. Los padres con niños talentosos pueden ser utilizados como una extensión narcisista del cuidador y por tanto pueden llegar a desarrollar un carácter narcisista. La envidia y la vergüenza son parte de la experiencia subjetiva de la persona narcisista, es una vergüenza de que los demás le vean como alguien malo, ser juzgado por el exterior. Digamos que la personalidad narcisista piensa: “Si mis convicciones internas que no tengo están en riesgo de ser expuestas, seré envidioso de todo aquel que tenga algo que yo no tengo” o “Si yo me siento deficiente y percibo que tu tienes todo, trataré de destruir lo que tienes y ridiculizarlo”; precisamente buscando hacer cosas para que los demás le envidien y conseguir esa validación externa.


Las relaciones con personas narcisistas son extremadamente cargadas con problemas de autoestima, es común que las personas en la adultez media noten que hay algo mal con su interacción con los demás. El problema es que el narcisista no es capaz de expresar sentimientos genuinamente, sin vergüenza, y aceptar al otro sin juicios, amar al otro tal como es. Normalmente tienden a tener una persona en la cual apoyan su autoestima, por medio de la afirmación, admiración y aprobación, como si fueran parte de ellos mismos; y son necesarias para la vida, si pierden a esta persona se siente devaluado, casi como si una parte de ellos mismos hubiese muerto; así entonces es una necesidad vital para la personalidad narcisista, pues tiene atrofiada su capacidad para amar, el otro simplemente es aquel que le da equilibrio.


 
 
 
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