La violencia en nuestro país ha crecido cada vez más en los últimos años. Basta con encender el televisor y nos encontraremos con una vorágine de noticias sobre homicidios, desaparecidos, secuestros, feminicidios, etc. Por eso es importante detenernos un momento y reflexionar si nosotros hemos llegado a ser violentos en nuestras relaciones y para ello utilizaremos una herramienta creada por el Instituto Politécnico Nacional en el año 2009 y que nos permite ubicar, en tres bloques diferentes, las acciones violentas que podemos llegar a cometer o de las cuales somos víctimas.
¡Ten Cuidado! La violencia aumentará.
En este primer bloque encontramos acciones de violencia que generalmente han sido normalizadas en nuestra sociedad y que podemos llegar a considerar como “comunes” o parte cotidiana de nuestra relación.
Entre ellas están las bromas hirientes, el chantaje, la mentira, aplicar la “ley del hielo”, la humillación, los celos sin motivo y el control de objetos que nos pertenecen.
Generalmente justificamos estos comportamientos y tendemos a pensar que en algún momento cesarán, o bien, que nosotros hemos dado motivos para que la persona se comportara de esa manera. Es cada vez más recurrente, por ejemplo, el pedir las contraseñas de las redes sociales de nuestra pareja con el pretexto de que “el que nada debe nada teme”, sin embargo, esta ya es una acción de violencia que viola uno de nuestros derechos fundamentales: el derecho a la intimidad.
¡Reacciona! No te dejes destruir
En este segundo bloque encontramos comportamientos como: destruir artículos personales, lanzar manotazos, las caricias agresivas, golpear o pellizcar “jugando”, empujar o jalonear, cachetear y patear.
Si nos ponemos a pensar un momento, muchos de nosotros conocemos o hemos pasado por una relación en la que con el pretexto de que “así nos llevamos” pasamos por alto golpes o pellizcos e incluso insultos o malas palabras sin saber que ya estamos en un nivel medio de violencia y que lo más probable es que ésta no va a disminuir sino por el contrario, aumentará.
¡Necesitas ayuda profesional!
En este último nivel, el tipo de ayuda requerida ya no es solo psicológica sino también legal ya que encontramos amenazas de muerte o con armas, la privación de la libertad, el abuso sexual, la violación, la mutilación y por último el asesinato.
Es muy importante en este nivel no tomar a broma cualquier tipo de amenaza ya que verdaderamente se trata de la posibilidad de recibir un daño severo a nuestra integridad física.
Por último es fundamental recalcar que estas acciones no necesariamente se presentan en orden o por bloques sino que podemos vivir o ejercer una o varias de los distintos bloques de forma aleatoria.
Toma en cuenta que si te identificaste con alguna o varias de las conductas de violencia aquí descritas, y si sientes que cada vez se presentan más en tu relación o se te están saliendo de control es muy importante que acudas lo más pronto posible a atención psicológica para que puedas forjar en ti las herramientas que te permitan tener una mejor convivencia libre de violencia.
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