En este artículo encontrarás las características principales de las personas que cuidan tanto de los otros que se olvidan de sí mismas. Las repercusiones, consecuencias y recomendaciones.
Seguramente has conocido o eres de las personas que siempre están ahí cuando se les necesita, #cuidan de los demás con un gran compromiso y apasionamiento que pueden llegar incluso a “adivinar” nuestras necesidades antes de que siquiera se las hayamos transmitido.
¿Porqué una persona puede llegar a olvidarse tanto de sí misma y dejar de lado sus propias necesidades por ser un cuidador?
En muchas ocasiones, las personas con el #sindromedelcuidador tuvieron una infancia en la que tuvieron que hacerse cargo de alguno o algunos de sus hermanos, o bien fueron figuras en las que sus padres se apoyaban, contándoles sus problemas e incluso pidiéndoles consejo y guía.
Lo qué hay detrás del #iíndromedelcuidador es un profundo deseo de #aceptación y reconocimiento por aquello que se hace por los demás. El cuidador puede literalmente quitarse el bocado de la boca para dárselo a alguien más, no dormir, estar en múltiples actividades para intentar llenar no solo su propio vacío sino también el de los demás cayendo en actitudes sobre protectoras y de extremo cuidado.
El problema empieza aquí cuando el #cuidador se siente poco valorado o ve que por más esfuerzos que haga la o las personas a las que cuida aún se sienten insatisfechas. La gente tiende a acostumbrarse tanto a sus cuidados que lo ven como algo “normal” en él o ella y creen que así es su carácter y personalidad por lo que ya no les llama particularmente la atención o se olvidan de ser agradecidos porque consideran que es solo una parte de lo que el cuidador siempre acostumbra a hacer se lo pidan o no.
¿Porqué si es tan buen cuidador se olvida de sí mismo?
Esto es debido a que como ya mencionamos el #cuidador se siente poco valorado y eso lo hace revivir momentos de su #infancia en donde tal vez debido a las circunstancias se le exigía de más y tenía que buscar cada vez nuevas y mejores maneras de dar respuesta a ello.
Recordemos que el #amor de un niño hacia sus padres es de los pocos que llegan a ser incondicionales y el niño se encuentra inconscientemente dispuesto a hacer todo por ser validado en su circulo más temprano e importante que es su familia.
Al #cuidador no le gusta ser cuidado ya que para él la expresión de una necesidad está ligada o es sinónimo de debilidad y flaqueza por lo que cuando alguien intenta hacer algo por él tiende a no aceptarlo o a sentirse más comprometido con la persona y a buscar la forma de devolver el favor, si se puede hasta tres veces más. Por otro lado, el cuidador vive con un profundo sentido de abandono y de incomprensión porque cree que nadie se detiene a pensar en él y en lo que necesita, de lo que no se da cuenta es que generalmente cuando la gente hace esto él mismo los descalifica o no acepta ayuda por la gran necesidad de sentirse fuerte y proveedor.
¿Qué consecuencias tiene el vivir con el síndrome del cuidador?
El #cuidador como amigo es incondicional. Aporta todo lo que puede a la relación; va por sus amigos aunque vivan al otro extremo de la ciudad, les presta dinero aunque no se lo paguen, intenta cuidar cada detalle de las vidas de sus amigos e influir en ellos para que tomen lo que él considera la mejor decisión.
Como #pareja, un #cuidador podría quedar exepcionalmente con una pareja dependiente. Ya que mientras el dependiente necesita de alguien que le ayude a tomar decisiones y se haga responsable de él o ella el cuidador será feliz organizando y complaciendo al dependiente. El problema surge nuevamente con una creciente sensación de no ser valorado, de fatiga excesiva y de falta de tiempo para sí mismo de las que el #cuidador se queja y que una parte de sí mismo desea encontrar.
Como #padre el #cuidador sobreprotegerá al hijo dándole a su vez la sensación de inutilidad y poca valoración que él mismo ha padecido. Se encontrará siempre con la disyuntiva de soltar o no a su hijo porque cree que es demasiado pronto o que no está listo.
Existen relaciones entre #hermanos donde uno de ellos, el #cuidador, ocupa el lugar de padre y toma las decisiones por toda la familia, esperando que éstos le reconozcan y sigan sus instrucciones, por lo que cuando viene el reclamo de “tú no eres mi padre/madre” el cuidador no puede más que sentirse ofendido y desalentado por lo que considera un descaro o una falta grave de agradecimiento.
Tener el #sindromedelcuidador es desgastante y cansado en cualquier etapa de la vida. Es una constante lucha y un olvido de sí mismo que puede incluso generar graves problemas de salud.
¿Y ahora qué hago?
Si detectas en ti conductas de un #cuidador excesivo es necesario hacer una revisión de tu historia de vida para ver dónde y porqué aprendiste ese patrón emocional y de conducta y para qué te sirvió en aquel momento. Al mismo tiempo será indispensable una reflexión y re evaluación de las habilidades que adquiriste como cuidador. Las formas creativas o poco convencionales que tuviste que desarrollar para proteger a alguien y ver cómo cada una de ellas te ayudó no solo a resolver el problema de ese momento sino también dió como resultado aptitudes que se quedaron en ti, de las que fuiste aprendiendo y que forman parte de tu vida no solo cuando eres cuidador sino también en la escuela, en el ámbito laboral y social.
Es importante acompañar al #cuidador a ir reconociendo poco a poco sus propias necesidades, desde las físicas hasta las emocionales y acompañarlo también a ver cómo las ha dejado de lado y las consecuencias negativas que esto le ha traido con la finalidad de ir generando un proceso de autoconfianza y resignificación que le ayuden al cuidador a empezar a hacerse cargo de sí mismo de una manera más efectiva y sin hacerse daño.
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