Esto no es un consejo en sí, más bien es una recomendación desde lo que, como profesionales, nos toca observar en la consulta de jóvenes adultos, e incluso, de adultos de 40 años en adelante. Éstos acuden a consulta con la sensación de estar en un trabajo que no les gusta y en el que se sienten forzados a estar por su situación económica o la demanda de familiares en cuanto al sostén en gastos. Muchos hablan que al inicio todo parecía sencillo, pero con el paso del tiempo, se fue volviendo cansado y tedioso ya que encontraron que eso no los hacía felices.
Actualmente existe una fuerte demanda hacia el éxito, tener, comprar y destacar en la "cadena alimenticia" del poder: poder adquirir, poder tener, poder acumular y obtener más que los demás. Todo esto empuja a la necesidad de ser quien tiene más dinero para poder adquirir todo esto. Los jóvenes en elección de carrera se encuentran bombardeados por esta demanda de su entorno lo que les limita en el elegir una profesión basada en lo que les gusta y apasiona vs la que les dará mayor cantidad de dinero. Como si esto estuviera contrapuesto. ¿Sabrán que una persona puede sostenerse económicamente de una profesión que le gusta?
Suena como algo utópico el dedicarte a lo que te gusta sin que te importe mucho lo económico, la idea tampoco es esta, sin embargo, el elegir una carrera basada en tu verdadera vocación permite que lo económico sea más llevadero. Por ejemplo, pensemos que alguno de nosotros ejerce su profesión con alegría y de pronto le viene un problema económico fuerte, el poner mayor empeño en su trabajo o en algo relacionado a éste es un problema menos del qué preocuparse, a diferencia de tener un problema económico y además tratar de mantener un trabajo que no te gusta. Es doble esfuerzo y martirio.
Las pruebas estandarizadas de orientación vocacional miden las habilidades e intereses que tiene un individuo y el resultado se basa en las opciones de carrera con las que pudiera identificarse. Sin duda, estas pruebas ayudan a clarificar las opciones e incluso a ubicar a una persona que no sepa muy bien cuál panorama de profesiones puede elegir. No es mala idea que un joven que se encuentre en el proceso de elección de carrera acuda a una aplicación de este tipo de pruebas, siempre de la mano de un experto en este rubro y no en aquellas pruebas que puede encontrar en internet ya que muchas veces no están ni estandarizadas o son creadas "al vapor" por personas que no necesariamente tienen la formación en este campo.
El hacerse la pregunta sobre aquello que nos hace feliz y nos motiva como para levantarnos todos los días a realizarlo no es una pregunta sencilla de contestar. Ocupa tiempo y paciencia, muchas veces les recomendamos a los padres que es más viable que su hijo (a) espere y tome una decisión más construida a que ingrese a una facultad que no le convence del todo o que sea "por mientras" se define. El tiempo invertido en esperar y construir jamás será tiempo perdido.
Por esto nos referimos a que no es un consejo a la ligera, es una recomendación desde la experiencia en el trabajo con jóvenes que se sienten frustrados y sumamente tristes por pasar más de 8 horas al día realizando algo que no les gusta y los cansa, ésto trae consigo más problemas que soluciones y que se relaciona con deserción laboral y hasta estrés en grados considerables. Si algo te gusta y te apasiona puedes formarte profesionalmente en ello, sin duda llevará esfuerzo y constancia pero será una balsa que podrá sacarte de los problemas a los que te enfrentes en la vida adulta. Tu profesión debe de estar a tu favor y no en tu contra.
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