Muchas personas me han llegado a preguntar que tan conveniente es tener una mascota cuando te encuentras en una depresión, ansiedad o mucho estrés, etc.
Si bien no es un método único y prioritario para el tratamiento de las alteraciones emocionales, puede ser un elemento que ayude a complementar el sentido de vida, brinde actividad y compañía.
1. El respeto a la vida.
Muchas personas al tener una mascota desarrollan un profundo respeto por la vida en general haciéndose altamente sensibles hacia el dolor no solo de animales, sino también de seres humanos. La particularidad de que una mascota sea frágil y dependiente en cuanto a su cuidado, alimentación, etc. permite reconocer la vulnerabilidad y necesidad de protección y respeto, haciendo la experiencia de tener una mascota algo profundamente humano y emocional.
2. Compañía y contacto físico.
Sobre todo con personas que pasan largos periodos de tiempo en solitario, personas que están pasando por una depresión, o presentan ansiedad, tener una mascota les permite sentirse acompañados, tener contacto físico regular (abrazar, acariciar) teniendo una respuesta y complementándola con interacción de vuelta (la mascota busca el contacto físico e interacción con su dueño, sobre todo si estamos hablando de mamíferos especialmente perros, gatos, etc.)
El contacto físico tranquiliza, calma. Genera una sensación particularmente placentera ya sea desde interacciones poco intensas, así como juegos "rudos" que implican correr, "luchar", etc.
3. Responsabilidad.
El cuidado y responsabilidad hacia los otros nos permiten descentralizarnos de fijarnos o focalizarnos únicamente en nuestras necesidades y establecen también que nuestra mascotas (o cualquier otro ser vivo) tiene necesidades que necesitan ser satisfechas para sobrevivir, tener la responsabilidad de una vida, de brindar una buena salud, alimentación y cariño a nuestra mascota permite a las personas que interactuamos con ellas tener una noción más responsable de lo que implica vivir y cuidar de los otros.
Con respecto a este punto hay una gran discusión con respecto a que tan viable es par un niño hacerse responsable de tener una mascota, ¿los niños están preparados para tener una mascota? Definitivamente las mascotas no son juguetes y necesitan comer, ser cuidados y amados, tomar responsabilidad sobre su cuidado puede ser difícil para niños pequeños (de menos de 7 años), sin embargo la edad no es una garantía de responsabilidad, considero que para que un niño (adolescente o adulto) puedan tener una mascota, deben de haber demostrado que pueden establecer rutinas, hacerse responsables de ciertas actividades de forma regular, así como tener los recursos de tiempo, dinero y deseo para comprometerse. Eso implica evaluar en un periodo de tiempo relativamente largo si se puede llevar acabo esto antes de adquirir o adoptar a la mascota. Primero debe probar si puede comprometerse antes de hacerlo, las mascotas no son para experimentar o "entrenarse", son seres vivos con necesidades y afectos y no deben ser tratados como objetos para complacer o satisfacer a los demás.
4. Actividad física.
Definitivamente algunas mascotas (sobre todo algunas razas de perros) te harán tener más actividad física. El hecho de que tengas una mascota con altas necesidades para hacer ejercicio puede tanto acompañarte a realizar actividad física como fomentar que inicies y no lo dejes. Para casi todos los trastornos del estado de ánimo (depresión, ansiedad, estrés) recomiendan mantener una actividad física regular como un elemento importante para recuperarse, sentirse con más energía mediante medios naturales (es decir, sin utilizar medicamentos).
Salir aunque sea a caminar algunas cuadras, o incluso para algunas mascotas, correr grandes distancias, tener actividades acuáticas, senderismo, etc. son altamente viables y establecen una forma de interacción diferente y placentera para los dueños y para el animalito que las realiza.
5. Apoyo emocional.
Aunque hay varios elementos de nivel psicológico e incluso neurobiológico de porqué necesitamos y disfrutamos estar en compañía y establecer contacto físico con otros, el estudio de como los animales pueden fungir como apoyo emocional es algo relativamente nuevo. Desde el uso de perros, gatos, caballos u otros animales de granja en la psicología este ejercicio se llamó Terapia Asistida con Animales (TAA) como una intervención diseñada para mejorar el funcionamiento cognitivo, físico, social y emocional de un paciente, se utiliza en diversas poblaciones como niños con autismo, adolescentes en situaciones de riesgo, adultos mayores con demencia, personas con alteraciones neuropsicológicas, con trastornos psiquiátricos como esquizofrenia y con discapacidad física.
Sin embargo, desde el punto de vista psicológico en general, y no únicamente desde TAA, el tener una mascota al trabajar el respeto por la vida, el contacto físico, compañía y la responsabilidad tiene inherentemente elementos que ayudan en cierto sentido a la estabilidad emocional de una persona.
Los animales de compañía pueden ayudar en cierta medida a las personas que están pasando por una depresión, de soledad, situación e incluso hacer más llevadero un proceso de duelo.
Si sabes un poquito de inglés, te recomiendo muchísimo que veas este video para enterarte más sobre las mascotas como apoyo emocional.
6. Cuidado con engancharte.
Tener una mascota puede hacerte sentir que todas tus necesidades emocionales de interacción han sido cubiertas pero hay que tener cuidado con esta interacción. Humanizar a las mascotas a tal grado en el que es el único ser con el que se tiene contacto físico o afectivo circunscribe a depositar en la mascota todos nuestros deseos y necesidades, lo cual es una sobreexigencia y algo que un animalito no puede generar. Nosotros como dueños y cuidadores debemos tener en claro que nuestra estabilidad emocional no puede depender por completo de nada externo (mascota, trabajo, pareja), y definitivamente tendríamos que evaluar que puedo llegar compensar mis carencias emocionales a través de los cuidados o atenciones hacia mi mascota. Como bien dice el título de este artículo las mascotas pueden ser un apoyo emocional y no el agente principal para que psicológicamente estemos estables y plenos.
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