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¿Por qué los psicólogos no damos consejos?

Actualizado: 7 sept 2019


Un cuestionamiento común en la consulta con adultos es precisamente si los psicólogos damos consejos. A veces se parte de una pregunta en particular, aunque en otras ocasiones de muchas dudas juntas.


¿Por qué los psicólogos no damos consejos?

Partiremos desde el punto de que existen muchas corrientes en psicología con sus respectivas variables en la forma de intervención. Y cabe aclarar que explicaremos lo siguiente desde el punto de vista psicoanalítico, una de las corrientes de toda esta variedad.

Precisamente el psicoanÔlisis trabaja con la subjetividad, lo cual se refiere a aquello que es propio para cada sujeto, es decir, si pensamos en la lógica de los consejos, lo que para una persona le sirve, probablemente para otra no. Ya que cada uno de nosotros tenemos circunstancias y formas de pensar distintas.

Recordando los ejemplos que vemos en consulta, es recurrente observar a personas que les dificulta tomar decisiones y viéndolo así no es azaroso que busque un consejo en su propio espacio. Si nosotros como terapeutas psicoanalíticos les decimos qué hacer realmente no estaríamos ayudando a que la persona pueda salir de su problema; distinto el sugerir que el sujeto pueda identificar aquellos elementos que le dificultan tomar una decisión, si sabe a consciencia lo que desea, si le sucede en distintos lugares o sólo en uno en particular, cuÔles son sus obstÔculos de lograr lo que quiere, etc. Ya que partiendo desde nuestra forma de intervención, buscamos el atender al problema "desde raíz".

El psicoanÔlisis busca en la historia de cada sujeto aquellos elementos que lo han ido constituyendo: sus personas importantes, sus situaciones complicadas, la forma en la que viven sus emociones, lo que piensa, imagina, sueña, aquello que no pueden decirle a nadie mÔs, y un amplio número de vivencias. Teniendo la fotografía completa de cada individuo, mejor podemos entenderlo y acompañarlo en sus decisiones.

Pero entonces, ¿cómo trabaja un terapeuta psicoanalítico? La respuesta es sencilla: abriendo preguntas en cada persona. Haciendo una investigación sobre lo antes mencionado para poner las cosas sobre la mesa. Acompañando al sujeto en esa toma de decisiones, incluso la terapia se convierte en aquel lugar en el que el paciente puede recurrir a hablar de todo aquello que no puede decirle a nadie mÔs: los terapeutas nos volvemos en cómplices y testigos de una vida. Un espacio en el que no importa lo que hagas o decidas, puedes tener unos oídos que te escuchan sin juzgar.

Y esto nos vuelve al punto que nos ocupa: si nosotros damos consejos a los pacientes, no habrĆ­a mucha diferencia entre los consejos que da un amigo o un vecino bien intencionado.... entonces la terapia no tendrĆ­a ningĆŗn sentido.

Cabe aclarar que hay ciertas circunstancias en donde, aún conservando el enfoque psicoanalítico, la intervención se modifica para cada sujeto en particular. Por ejemplo en aquellos casos en los que la persona se encuentra en una crisis como la pérdida de trabajo, muerte de un ser querido, algún desastre natural, crisis económica, etc. La reflexión profunda en sí no resultaría de gran ayuda. En primer instancia lo importante es que el sujeto pueda restablecerse, y desde ahí, nuestra intervención debe de ser mÔs dirigida o concreta, que tampoco significa decidir por él, aunque sí el estar mÔs cercanos a la persona y en los cambios que enfrenta.

Desde el psicoanƔlisis le apostamos a que los sujetos decidan desde aquello que les hace sentido, que puedan tomar responsabilidad de su vida y sus acciones de una forma cada vez mƔs consciente. Como dejar de caminar a ciegas, saliendo de estas frases "no sƩ por quƩ siempre me pasa lo mismo", "no sƩ por quƩ todas mis relaciones de pareja son iguales", "quiƩn sabe por quƩ no puedo tener un trabajo en el que me sienta feliz", y poder entender desde raƭz el por quƩ, para poder darle un rumbo distinto a nuestras vidas.

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