Según la OMS, el suicidio es la segunda causa de muerte en personas de entre los 15 a los 29 años, siendo un problema de salud pública que afecta a una gran parte de la población, no sólo hablando de la persona que experimenta ideas de muerte y que tiene que sobrellevar un proceso de constante desesperanza, sino a las familias que viven de manera cercana una situación de uno de los miembros que ha presentado riesgo suicida o que viven el duelo por la pérdida de la persona que comete el acto suicida.
Existen diversos factores que influyen para que alguna persona presente riesgo suicida, unos de los más comunes son los trastornos mentales, tales como trastornos afectivos, como la depresión o el trastorno Bipolar, trastornos de personalidad, siendo el más común el trastorno límite de la personalidad, los trastornos psicóticos, como esquizofrenia y el trastorno mental debido al consumo de sustancias; en ocasiones está relacionado a los procesos de duelo, en las cuales el sujeto experimenta sentimientos de desesperanza, angustia, vacío o sensación de pérdida de control, así como cuestiones asociadas con dolor físico o emocional.
¿Cómo saber si una persona tiene riesgo suicida?
1. Hablar de muerte de manera frecuente, es decir, cuando la persona hace comentarios de “y sí yo estuviera muerto (a)”, “desearía no estar aquí”, “quisiera dormir y no despertar”.
2. Demostrar sentimientos de desesperanza. Muchas de las personas que pueden presentar riesgo suicida refieren no encontrar sentido a seguir luchando, en ocasiones es probable que sientan que no pueden lograr sentirse de otra manera.
3. Que la persona exprese sentimientos de culpa o sentimientos de que es una carga para las personas que lo rodean.
4. Tendencia al aislamiento emocional.
5. Dejar de hacer actividades que realizaba con frecuencia por falta de interés y apatía.
6. Realizar conductas autodestructivas, tales como golpes, quemaduras, cortes, consumir sustancias, manejar a alta velocidad, etc.
7. Que la persona haya presentado intentos suicidas previamente.
Poder tomar en cuenta el riesgo suicida como un problema de salud que puede afectar a una amplia cantidad de personas hará posible que se aumente la sensibilidad ante la persona que lo presenta, que este mismo pueda sentirse escuchado y apoyado por las personas que lo rodean podrá generar la posibilidad de que su angustia sea menor y así tomar medidas preventivas con algún especialista.