"Basta ya de minutos de miedo, de humillación, de dolor, de silencio. Tenemos derecho a que todos los minutos sean de libertad, de felicidad, de amor, de vida." - Campaña Ni Una Menos
Ni una más, ni uno más, nadie más. Estigmatizado, señalado, justificado por la falda corta, el alcohol que consumiste, por que lo invitaste, por tu orientación sexual, porque primero dijiste que sí y luego que no.
Basta de hacer apología sobre el abuso sexual, y basta de pensar que este problema no tiene implicaciones sobre el género ¿o porqué crees que hay tan pocos hombres que denuncian el abuso sexual? ¿porqué a las mujeres que denuncian se les señala, se les ridiculiza, se les dice que quieren solo llamar la atención?
De historias sobre abuso sexual por parejas, por familiares, por amigos están repleto el país y el mundo, se ejerce el poder, se obliga o induce para que sucedan, y no les pasa solo a los niños y niñas, también a los adultos casados o solteros, serios y extrovertidos, heterosexuales, homosexuales y todo el abanico LGBT que podemos enumerar.
A todos, sin importar la edad, el sexo, la orientación sexual puede pasarnos y aunque podemos hablar de estadísticas - en donde abrumadoramente las niñas y mujeres tenemos probabilidades impensablemente altas de sufrirlo - quiero pensar que esto debe tratarse situación por situación, persona por persona. Porque en las estadísticas no siempre se refleja la particularidad ni las realidades de ese 1% que no aparece, ni tampoco explica (solo informa) de la realidad del otro 99%
Familias completas que durante años han guardado el secreto, comunidades que hacen mofa de lo mucho que le gustaba "tocar" a los jóvenes al Sr. o Sra. - ponga aquí el nombre de preferencia -, en que momento esta situación se normalizó y en qué momento cerramos los ojos a algo que pasa que muchísima frecuencia.
Basta de mofas, basta de justificaciones y sobre todo basta de silencio. Que la única forma de que entendamos y restituyamos es a través de las palabras que decimos, que hablamos y que junto con ellas salgan las lágrimas, el enojo, la frustración, la confusión, la culpa.