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Artículos sobre Ayuda Psicológica


Traer al mundo a un niño es una enorme responsabilidad pues entre muchas cosas implica

sostener los gastos que conlleva su vestimenta, su alimentación, sus estudios, posibles

enfermedades, pero también tiempo, disposición y amor para su crianza, lo que implica enseñar,

jugar, ayudar, desarrollar y todo esto sin un manual que te diga la fórmula secreta para hacerlo

correctamente, puesto que, aunque existen libros que procuran orientación y guía a los #padres, la

vida real nos deja ver que cada circunstancia e hijo es distinto.


Familia

Además, a pesar de que en su mayoría se busca formar niños sanos, responsables de sus acciones

y llenos de valores, a nadie se le enseña a ser #padres y, por tanto, se llegan a cometer errores en

variados momentos de la crianza y esto, en muchas ocasiones tiene que ver con pensamientos,

sentimientos, deseos y expectativas de los #padres, que son depositados en los hijos.


Y aunque esto de transferir hacia los hijos emociones o deseos puede ser un proceso natural, se

tendrá que tener consciencia de ello y cuidar en qué medida se actúa desde tales aspectos puesto

que influye de manera importante en el trato, la disciplina, el establecimiento de límites,

recompensas, fomento del esfuerzo, entre otras cuestiones hacia el menor. Por ejemplo, #padres

que vivieron una infancia con carencias por dificultades económicas pudieran buscar compensar

esto con sus hijos al llenarlos de juguetes, ropa, artículos electrónicos, para impedir que

experimenten la sensación vivida por ellos; consecuencias similares pueden aparecer ante la

dificultad para concebir o al perder un hijo ya que son circunstancias difíciles que conllevan a que

se tenga un anhelo especial por lograr la paternidad, por tanto, igualmente contribuir a

complicaciones para establecer límites sanos que fomenten disciplina.


Es importante considerar que un factor esencial en el desarrollo del niño es la capacidad para

tolerar la frustración, la cual, se va generando a partir de poder sobrellevar la postergación del

cumplimiento de los deseos del menor, inicialmente en las interacciones con los #padres, luego con

los hermanos y la familia extendida, así como posteriormente se da al ser parte de un entorno

escolar y social en el que existen reglamentos y normativas que cumplir.


Crianza

Existe una línea delgada entre una crianza amorosa y caer en la excesiva condescendencia, así

como también se pudiera llegar a lo opuesto en cuanto a mantenerse firme con ciertos aspectos o

ser inflexibles y, por tanto, ser percibido como un tirano. Incluso estos opuestos pudieran

contribuir en el futuro desarrollo del niño con ciertas características asociadas al narcicismo o, por

el contrario, una personalidad ansiosa, aprensiva, con dificultades para sobrellevar cuando siente

que no alcanza expectativas propias o de los demás.


Entonces, ¿Cómo identificar si estoy contribuyendo al desarrollo de un niño #narcisista?:


 Permitiendo que se salga con la suya aún en situaciones de juego (dejarse ganar, negar

derrotas).

 No establecerle límites en sus tiempos o actividades de ocio.

 Adulando su comportamiento en exceso, incluso cuando hace algo negativo.

 Acomodando tu vida alrededor de él o ella por no molestarlo.

 Justificando problemas de interacción con otros niños sin establecerle respeto.


Por el contrario, ¿Cómo coadyuvar al desarrollo de niños con #autoestimapositiva?


 Respetando sus ritmos de aprendizaje.

 Creyendo que es capaz y haciéndoselo saber.

 Felicitándolo por sus logros reales.

 Dejándolo que resuelva sus propios problemas acorde a su edad.

 Interviniendo sólo cuando no pueda controlar la situación y/o esté en peligro.

 Permitiéndole que experimente emociones como la frustración.


Por tanto, si como #padres llegamos a presentar dudas acerca de si el estilo de crianza que estamos

llevando pueda ser favorecedor o, por el contrario, ser un elemento que complique el desarrollo

de nuestro hijo, considera la opción de acudir con un profesional ya que pudiera orientarte en ese

sentido y descubrir qué lo está generando, trabajar sobre tales experiencias o sentimientos y

también, generar cambios en tu persona y en la forma que ejerces tu maternidad o paternidad.


Psic. Carolina Villarreal


Vivimos en un mundo en constante cambio, con avances tecnológicos, nuevas formas de comunicarnos y retos que no siempre sabemos cómo enfrentar. Uno de ellos, tristemente persistente, es el bullying infantil. Aunque se hable cada vez más del tema, muchas veces no sabemos qué hacer cuando sucede cerca de nosotros: en casa, en la escuela o incluso entre nuestros seres más queridos.


El bullying infantil, también llamado acoso escolar, va mucho más allá de una simple "pelea entre niños". Es una forma de violencia emocional, verbal, física o incluso digital, que puede marcar la vida de una niña o un niño si no se detecta a tiempo. Y lo más delicado: suele suceder a escondidas, en silencio, sin que los adultos nos demos cuenta… hasta que ya ha dejado huella.


¿Qué es el bullying infantil?

Llamamos bullying infantil al acoso sistemático y repetido que un niño o niña ejerce sobre otro con la intención de hacerle daño. Este acoso puede adoptar múltiples formas: empujones, insultos, exclusión, burlas o incluso compartir fotos vergonzosas en redes sociales.


La intención siempre es la misma: ejercer poder, humillar o controlar a la víctima. Y, contrario a lo que muchas veces se cree, este comportamiento no es parte normal de la infancia. No es algo que "se les va a pasar". Es violencia. Y como tal, necesita atención.


El bullying puede ocurrir en la escuela, en el trayecto a casa, en actividades extracurriculares e incluso de manera virtual. De hecho, el cyberbullying es cada vez más común y puede ser igual o incluso más destructivo que el acoso cara a cara.



Niña sentada con mochila rosa, cabeza baja, al fondo niños señalándola. Ambiente escolar, tono triste. Texto: Asociación Libre.
El bullying infantil es una forma de violencia emocional, verbal, física o incluso digital, que puede marcar la vida de una niña o un niño si no se detecta a tiempo.


¿Cómo saber si mi hijo está viviendo bullying?

Aquí es donde la intuición, la observación y el diálogo familiar juegan un papel clave. A veces nuestros hijos no nos lo van a contar directamente. Ya sea por miedo, por vergüenza o porque no saben cómo ponerlo en palabras. Pero el cuerpo y el comportamiento hablan, incluso cuando ellos no lo hacen.

Estas son algunas señales de alerta que puedes observar:


  • Cambios repentinos de humor o irritabilidad constante

  • Evita ir a la escuela o finge estar enfermo

  • Pérdida o daño frecuente de sus pertenencias

  • Aislamiento, se aleja de sus amigos o deja de tenerlos

  • Bajo rendimiento escolar sin una causa aparente

  • Pesadillas o dificultades para dormir

  • Llanto sin motivo claro o silencios prolongados

  • Lesiones físicas que no sabe explicar


Si notas una o varias de estas señales, es momento de detenernos, observar y sobre todo, escuchar sin juzgar.


¿Cuáles son los tipos de bullying infantil?

Entender los distintos tipos de bullying nos ayuda a identificar mejor lo que podría estar viviendo un niño o niña:


Bullying físico

Es el más visible. Incluye empujones, golpes, patadas, tirar cosas o robar pertenencias. No siempre deja moretones, pero sí deja cicatrices emocionales.


Bullying verbal

Se da mediante insultos, apodos crueles, burlas, amenazas o frases que hieren la autoestima del niño. Puede parecer “solo palabras”, pero es profundamente dañino.


Bullying psicológico o emocional

Este es más sutil, pero igual de destructivo. Implica manipulación, exclusión, chantajes o amenazas emocionales. Es cuando se le hace sentir a un niño que "no vale" o que no es parte del grupo.


Bullying social

Implica marginar deliberadamente al niño o niña. No invitarlo, hacerle vacío, fomentar rumores o sabotear sus amistades. Suele pasar desapercibido, pero deteriora la confianza en uno mismo.


Cyberbullying

Aquí el acoso se traslada a pantallas: redes sociales, grupos de WhatsApp, videojuegos en línea. Desde burlas públicas hasta compartir fotos sin permiso o difundir rumores digitales. El impacto puede durar 24/7, sin escapatoria.


¿Cómo hablar del bullying infantil con nuestros hijos?

A veces pensamos que lo mejor es evitar el tema para "no meterles ideas", pero lo cierto es que hablar del bullying es una forma de prevenirlo. Educar es proteger.


Aquí algunas ideas para abordar el tema:


  • Escucha sin interrumpir. No minimices lo que te cuenta.

  • Usa historias, películas o ejemplos sencillos para ilustrar qué es el acoso.

  • Refuerza que no está solo y que siempre puede contar contigo.

  • Ayúdale a ponerle nombre a lo que siente: miedo, tristeza, frustración.

  • Explícale la diferencia entre un conflicto normal y una situación de violencia repetida.

  • Refuérzale que nadie merece ser maltratado y que pedir ayuda no es delatar: es cuidarse.


La confianza no se construye en una sola conversación. Es el resultado de escuchar, estar presente y validar sus emociones día tras día.


¿Qué podemos hacer si descubrimos que nuestro hijo sufre bullying?

Primero, respira. Luego actúa. Lo más importante es que tu hijo o hija sepa que no está solo y que tú lo vas a acompañar.


Estas son algunas acciones concretas que puedes tomar:


  • Busca una reunión con el personal escolar para informar la situación. Pide que se activen los protocolos de convivencia.

  • Documenta con fechas y detalles todo lo que suceda.

  • Evita confrontar directamente al agresor o a sus familias sin acompañamiento escolar o profesional.

  • Ayuda a tu hijo a recuperar su autoestima con actividades que lo fortalezcan emocionalmente (deporte, arte, terapia).

  • Supervisa el uso de sus dispositivos y redes sociales sin invadir, pero sí con límites claros.

  • Contacta con un profesional de la salud mental para que tu hijo pueda recibir atención psicológica.


Recuerda: no estás sola o solo. Hay redes de apoyo, especialistas y escuelas comprometidas que pueden acompañarte.


¿Por qué es tan importante el apoyo psicológico?

El bullying infantil deja heridas profundas que a veces no se ven. Las consecuencias pueden ser duraderas si no se atienden:


  • Inseguridad crónica

  • Ansiedad y miedos recurrentes

  • Problemas para establecer relaciones en la adolescencia y adultez

  • Depresión y sentimientos de vacío

  • En casos graves, ideación suicida


Por eso la terapia infantil es tan valiosa. Porque le da al niño un espacio seguro para procesar lo que vive, lo que siente, y empezar a reconstruir su mundo emocional con herramientas y acompañamiento.


Terapia: un espacio para sanar, crecer y recuperar la confianza

La psicoterapia no es solo para casos extremos. Es una forma de prevención, contención y crecimiento emocional. Entre los beneficios que puede ofrecer se encuentran:


  • Fortalecer la autoestima y la confianza personal

  • Desarrollar habilidades sociales y comunicativas

  • Procesar traumas y emociones dolorosas

  • Aprender a poner límites y reconocer el valor propio

  • Recuperar el sentido de pertenencia y conexión


Y, quizá lo más importante: le enseña a nuestros hijos que no están solos. Que siempre pueden pedir ayuda. Que su voz importa.


No normalices el acoso: rompe el silencio y busca ayuda

A veces, sin querer, minimizamos lo que viven nuestros hijos pensando que “así es la escuela”, “todos pasamos por eso” o “se están formando carácter”. Pero la verdad es que ningún niño debería pasar por eso. Y mucho menos sentirse solo o sin herramientas para enfrentarlo.


Hablemos del bullying con honestidad. Pongámosle nombre. Ofrezcamos contención y, cuando sea necesario, apoyo profesional. Porque prevenir el bullying también es cuidar la salud mental. Y hacerlo a tiempo puede cambiar una vida.


Si sospechas que tu hijo está atravesando por una situación de bullying o simplemente quieres fortalecer su bienestar emocional, agenda una cita con uno de nuestros psicólogos infantiles aquí:👉 https://wa.me/5213318146080

  • 15 feb 2024
  • 2 Min. de lectura


El #ghosting ocurre cuando una persona corta de forma abrupta la comunicación con otra persona, esto sin dar explicación alguna.

Quizá te ha pasado alguna vez: conoces a alguien, intercambian números de teléfono, comienzan la comunicación, salen un par de veces y después, desaparece; es como si se lo hubiera tragado la tierra. Sin previo aviso, este nuevo personaje en tu vida deja de contestar tus llamadas, tus mensajes de texto y/o WhatsApp y desaparece de tu vida sin que te brinde alguna explicación. Este fenómeno es a lo que se le denomina “ghosting” y es un término en inglés que puede traducirse como “hacerse el fantasma” debido a que implica que la persona corta cualquier tipo de comunicación y presencia que se había estado manteniendo, incluso ignorando los intentos de la otra parte que puedan realizarse, sin embargo, aunque este término es mayormente usado en las relaciones interpersonales de pareja o amistad, también llega a suceder en contextos familiares o incluso laborales, cuando se deja de responder a candidatos de algún puesto vacante.


En la época actual, en la que las redes sociales son utilizadas con una frecuencia cada vez mayor, también es más común que suceda este tipo de fenómenos ya que, aunque se facilita el poder conectar con personas de todas partes del mundo, el estar tras un teléfono celular o incluso de una computadora puede generar que el compromiso que se establece en una relación llegue a ser más frágil.


Es entonces que surge la pregunta ¿por qué sucede el #ghosting?, una posible razón es porque la persona que toma la decisión de hacerlo busca una manera sencilla de concluir un lazo o vínculo, sin embargo, esto puede ser reflejo de falta de #responsabilidadafectiva ya que no se está siendo empático con las emociones que puedan surgir en la otra persona y solo se está considerando el bienestar o la comodidad propia y aunque es importante tomar en cuenta que también personas llegan a realizarlo por la dificultad que encuentran para hablar de lo que sienten, es indispensable encontrar mejores maneras para terminar nuestras relaciones.



¿Alguna vez has sido víctima de #ghosting? ¿Qué efecto tuvo en tus emociones?

La persona que vive #ghosting puede llegar a experimentar sentimientos de incertidumbre, confusión, vergüenza, tristeza y otra serie de emociones que generan impacto en nuestra autoestima y, en la seguridad para establecer vínculos, pues llegan a aparecer pensamientos como “¿Por qué no fui suficiente?” o “¿Qué hice mal?”, que reflejan que hemos comenzado a culparnos por el comportamiento de la otra persona. Un punto importante cuando sucede esto, es considerar que pudo haber diferentes maneras de concluir el vínculo y aunque hayamos actuado de cualquier forma, esta decisión no fue tuya y no tiene que ver contigo, sino exclusivamente con quien la tomó, por tanto, es ajeno a nosotros y no podemos cambiarlo, sin embargo, sí la forma en que lo sobrellevamos, valida tus emociones y permítete vivir el duelo. Incluso, otros de los pensamientos que empiezan a aparecer están relacionados con: ¿Qué hago si me vuelve a buscar después de un tiempo? o ¿Cuánto es el tiempo esperado para dejarlo de buscar? Esto es algo que debemos analizar, replanteándonos nuestro valor y los límites que queramos establecer para cuidar nuestro bienestar emocional. También, si lo consideras necesario es importante pedir apoyo con un especialista, un #psicólogo podría acompañarte en el proceso y así juntos puedan encontrar mejores maneras para la gestión de tus emociones.
















Lic. Carolina Villarreal

Psicóloga clínica

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