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Artículos sobre Ayuda Psicológica

Actualizado: 11 abr 2024



Debo usar un celular o tableta para entretener a mi hijo

Usar una tableta o celular como elemento lúdico y de entretenimiento en los niños se ha popularizado entre los padres y es completamente entendible; los niños lo disfrutan mucho, es una herramienta portable, tiene miles de aplicaciones para poder utilizar, no es únicamente para el niño sino familiar, etc., sin embargo, existen muchos comentarios y dudas al respecto de esta práctica, entonces ¿es o no recomendable?

Existen posturas tanto positivas como negativas al respeto, se menciona que el uso frecuente de computadoras, tabletas o celulares en la crianza y juego de niños de menos de 5 años está relacionado con la presentación de conductas y retrasos en el desarrollo social o motriz y altos niveles de adicción a los medios digitales, sin embargo, también existen factores positivos de su uso, como la existencia de aplicaciones formativas que puedan ayudar a desarrollar áreas específicas del cerebro e incluso, generar espacios en donde los niños aprendan a focalizarse y completar tareas de lógica o resolución de problemas, además del obvio desarrollo de la destreza para el uso de aparatos digitales, la cual es una habilidad indispensable a nivel escolar y laboral hoy en día.

Sin embargo y tomando en cuenta todo lo anterior, lo importante e indispensable para sí usar “gadgets” como elementos de juego para los niños es hacerlo de manera controlada y supervisada, para eso se necesita tomar en cuenta los siguientes puntos:

  1. Limitar el tiempo de uso y plantear horarios para ello. Úselos en momentos específicos como trayectos o momentos de espera, y limite su uso a no más de 1 hora por vez.

  2. No limite el juego del niño a los dispositivos. Para su correcto desarrollo sensoriomotor y emocional, los niños necesitan manipular elementos materiales, construir y deshacer cosas, hacer que muñecos se muevan y hablen. Además de trasportar la tableta o celular como elemento para entretener al niño, incluya otros materiales como hojas de papel, colores, plastilinas, su muñeco favorito, etc.

  3. Aprenda a usar de manera completa su “gadget”. Para poder supervisar los contenidos al que el niño tiene acceso, historial de búsquedas, compras, llamadas, etc. Asegúrese de conocer las funciones de su dispositivo electrónico. En ocasiones, los niños tienen más conocimiento del manejo y esto coloca al padre en desventaja para supervisarlo.

  4. Investigue las mejores aplicaciones para sus hijos. No le dé cualquier juego o le permita ver cualquier película o video. Investigue las aplicaciones más adecuadas para la edad y gustos de su hijo, así como descargue videos o películas en sus dispositivos para controlar su acceso a internet.

  5. Comparta su tiempo de juego. Existen aplicaciones que permiten juegos en grupo o por turnos sobre todo en smartphone y tableta. No pierda la oportunidad de convivir unos minutos con su hijo. El contacto físico, las palabras que acompañan las acciones son de suma importancia para un desarrollo emocional saludable.




hijos consumistas

En la actualidad, muchos padres de familia se están enfrentando al siguiente dilema: sus hijos solicitan consolas de videojuegos, tabletas, celulares y computadoras que son aparatos altamente costosos y al mismo tiempo son las principales opciones de los niños y adolescentes actuales para sus regalos cumpleaños, navidad y de reyes.

Pero, ¿qué pasa si no contamos con los recursos para satisfacer el deseo de nuestro hijo?

Un alto porcentaje de los padres están optando por adquirir deudas, créditos, invertir aguinaldos y ahorros, pero ¿esto tiene un impacto positivo en nuestros hijos y en su vida emocional?

Es por eso que si la pregunta “¿se los compro o no?” te está haciendo perder la cabeza y poner en entredicho tu estabilidad emocional y económica, te recomendamos que leas los siguientes 3 puntos:

  1. Define tu razón para comprar ese regalo. “Quiero que mi hijo tenga lo que yo nunca pude tener”, “Todos los niños de su edad tienen tableta”, “Van a molestarlo porque no juega a lo mismo que los otros”, “No quiero que se enoje por no tener el regalo que quería" Recuerda que todo acto nos da la oportunidad de enseñarle algo a nuestros hijos. Si me endeudo comprando algo que está fuera de mis posibilidades le enseño a mis hijos una manera de enfrentar las limitaciones tratando de sobre-compensar y aparentar, o bien, a hacer lo que sea necesario para agradar a los demás y pertenecer. Analiza a nivel personal y en conjunto con tu pareja las razones para comprar o no ese regalo y piensa, ¿qué puedo enseñarle a mi hijo en esta navidad?

  2. Habla con tus hijos. Si decides no comprarle el regalo que pidieron porque sobrepasaba tus posibilidades o generaba inestabilidad económica, habla con ellos al respecto. Indícales que toda economía (incluyendo la del ratón de los dientes, Niño Jesús o Santa Claus) tiene presupuesto limitado, es decir, responsabilidad financiera y cuáles son las opciones de su elección que son accesibles. Ustedes sentirán menos presión a la hora de comprar los regalos y establecerán en ellos la noción del ahorro y los límites.

  3. Ya le compré el regalo, ¿ahora qué hago? Involúcralos. Si decides comprar el regalo o ya lo hiciste porque estaba dentro de tus posibilidades, toma en cuenta este punto. Muchos padres se quejan de que sus hijos no valoran los objetos que les regalan, pero ¿por qué habrían de hacerlo si no se les involucra en lo que implica la adquisición de algo? Asegúrate que cuando el regalo sea abierto lean juntos las instrucciones para mantenerlo en óptimas condiciones, incluso pueden anexar sus “condiciones de uso en casa" como horarios, turnos de uso, etc., así como, en caso de ser dañado, costos aproximados de las reparaciones en la que los chicos habrán de participar con sus “domingos” y “ahorros” aunque sea a nivel significativo.

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