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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 26 mar 2020
  • 4 Min. de lectura

Tener contacto con imágenes, comentarios que menosprecian o nos agreden puede generar angustia y ansiedad.
Autocuidado en redes sociales

En días recientes las redes sociales se llenaron de noticias y opiniones diferentes acerca de la violencia en la que vivimos las mujeres día a día, hubo días en particular en los que la cantidad de contenido resultaba abrumante, generando diversas reacciones y sensaciones dentro de las consumidoras de estos contenidos. Escuché a alguna compañera comentar que debido a la intensidad de las noticias y a los comentarios de odio en Facebook, decidió desactivar su cuenta para poder parar la sensación de angustia que le provocaban; otra mujer me compartió que le resultaba difícil poder dejar a un lado lo leído en redes y continuar con sus actividades en el trabajo, ganándole la sensación de llanto, incluso a bordo del transporte público. Así como ellas, probablemente tú habrás escuchado a muchas más con relatos similares, en donde las emociones de angustia y ansiedad se salen de control e impiden hacerle frente a la adversidad en la que nos encontramos socialmente. Es por ello que comparto cuatro puntos para el autocuidado en redes sociales que te podrían resultar de utilidad.

1.- Conoce las sensaciones de tu cuerpo:

Te encuentras en facebook scrolleando, visualizas publicación tras publicación, algunas con fotografías sensibles, otras con historias dolorosas y comienzas a sentir algo distinto en ti que va incrementando conforme continúas leyendo, es momento de reconocer la sensación que comienza a transitar por tu cuerpo y preguntarte ¿qué es lo que siento? ¿será ansiedad, angustia, enojo, tristeza o todas juntas? ¿en qué parte de mi cuerpo la siento? ¿a partir de qué momento es que comencé a sentirme así? Conocer las sensaciones de tu cuerpo te ayudará a poner límites y a saber cuándo es necesario hacer un alto en lo que estás consumiendo para protegerte.

2.- Aprende a hacer uso de las redes sociales:


Las redes sociales pueden contener información agresiva o falsa, tengamos cuidado a quienes seguimos o tenemos en redes sociales.
Cuidado con quién tienes o sigues en redes sociales.

Instagram, Facebook, Twitter y todas las otras redes sociales son excelentes herramientas de comunicación, nos ayudan a conectar con información y con personas de cualquier parte del mundo. Sin embargo, es importante saber qué uso le quieres dar a tus redes. Si las usas para informarte ¿qué criterios tomas en cuenta para elegir a los medios de comunicación que sigues? Procura medios imparciales y objetivos e identifica los que son sensacionalistas y que emplean titulares catastróficos, información tendenciosa o fotografías amarillistas.

Desarrollamos una tendencia de utilizar el celular como medio informativo y consumir contenido exprés para que en cuestión de un par de minutos estemos informados acerca de cualquier hecho que nos llame la atención. Vale la pena invertir algunos minutos más para consultar diversas fuentes, comparar la información y así quedar completamente informados. De igual forma, es necesario ser responsable con el contenido que compartes, comprobando la veracidad de la información para evitar difundir noticias falsas que puedan alarmar a otras personas.

3.- Depura tus contactos:

Todos tenemos ese conocido en alguna red social, que por diferentes circunstancias mantenemos dentro de nuestros contactos a pesar de tener diferentes puntos de vista. Ya sea por conservar una relación académica o laboral o porque es una persona que apreciamos y le tenemos estima. Además, puede llegar a ser interesante escuchar otras perspectivas, estar abiertos a tomar en consideración lo que otros tienen por comunicar y llegar a adoptar nuevos pensamientos en relación a lo que escuchamos o leemos.

En algunas ocasiones, no es sólo no compartir opinión con esas personas, sino que, el contenido de sus publicaciones llega a genera malestar por promover comentarios de odio, vulnerar a cierto grupo minoritario o demostrar poca empatía con distintos movimientos sociales. Es en esos casos cuando debemos considerar valorar la relación con esa persona, para decidir tomar límites o aplicar medidas que restrinjan el contenido de lo que publican, como puede ser “dejar de seguir” en Facebook o “silenciar” en Twitter, ambas medidas en las cuales el contacto continúa dentro de nuestra red, pero su contenido no llega a nuestro cronograma de noticias.

4.- Encuentra otros espacios seguros:

Por último, cabría preguntarnos ¿de qué manera estas emociones podrían impulsarnos a tener más acción al respecto? Las redes sociales son una buena plataforma de comunicación y organización, no obstante, es indispensable encontrar otros espacios para identificar, expresar y compartir las sensaciones que experimentamos. Reconocer que el manejo de mis emociones me está causando conflicto en distintos aspectos de mi vida, es un motivo para iniciar con un proceso psicoterapéutico. De esta forma en compañía de un terapeuta, podrías encontrar qué hacer con la información que recibe tu mente y la forma de manejarla manteniendo la calma.

Otra forma de tomar acciones puede ser integrarse a algún grupo feminista y/o colaborar con este movimiento. Acercarte a conocer a otras personas que empatizan y les mueven causas similares, te puede ayudar a disipar la angustia para transformarla en activismo.

Recuerda ser consciente de tus sensaciones al estar en línea, pues al estar conectados no nos desconectamos de nuestros sentimientos y lo virtual puede alcanzar a lo real si lo permites. Las redes sociales pueden ser similares a la forma en que nos relacionamos con los demás, en el sentido de que no dejas entrar a tu vida a personas que te puedan dañar y pueden ser tan reconfortantes y de apoyo como tú decidas hacerlo.


Psicologa infantil en guadalajara jalisco

Autor: Psic. Estefanía Hernández

Psicóloga de niños, adolescentes y adultos


 
 
 

Actualizado: 8 mar 2020

¿En qué consiste el programa nacional contra las adicciones llamado por el gobierno “Juntos por la paz” y porqué es importante conocer esta información? Aquí encontrarás sus objetivos, planes de acción y formas de solicitar apoyo.



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Juntos por la paz

Por un lado, la percepción de un estado de paz por parte de los mexicanos disminuyó un 11% solo en 2017, a esto hay que sumarle los dos años siguientes donde la delincuencia ha ido en aumento.


Tan solo en nuestro país se estima que existen al rededor de 2.2 millones de consumidores de sustancias adictivas, de los cuales cerca de 230 mil son niños o adolescentes. El promedio de menores de edad que prueban las drogas aumentó en un 300% solo en 2017, mientras que el incremento de consumidores adultos fue de un 141%.


Para considerar estas cifras debemos de tomar en cuenta que se trata de consumidores frecuentes, es decir, que buscan la sustancia de manera adictiva. Dentro de los tipos de consumidores encontramos primero a los consumidores experimentales, es decir, que probaron la sustancia por curiosidad y solo la han consumido en situaciones aisladas y sin generar dependencia. Posteriormente encontramos a los consumidores ocasionales quienes generalmente consumen en alguna ocasión especial, celebración o en periodos muy específicos de tiempo sin tampoco generar dependencia. En tercer lugar se encuentra el consumidor habitual quien ya busca de forma activa el obtener la sustancia por sí mismo y de manera regular, cada fin de semana por ejemplo, y que ya genera tolerancia que quiere decir que cada vez necesita de mayor cantidad para obtener el mismo resultado placentero. Por último tenemos al proceso de adicción como tal en dónde la persona no solo ha generado tolerancia, sino que ha creado una conexión orgánica o fisiológica con lo que consume y dónde dicho consumo empieza a afectar sus relaciones sociales, familiares y laborales.


A este último proceso se le considera por parte de la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad ya que produce cambios fisiológicos, en la química cerebral por ejemplo, que impiden que la persona deje la adicción solo por fuerza de voluntad. Esto no exime al adicto de su responsabilidad como consumidor, sino que permite la atención interdisciplinaria de su adicción desde el punto de vista médico, social y psicológico.


¿De qué depende que una persona se vuelva adicta y otra no?


Aquí intervienen múltiples factores que van desde la genética, sí en la familia de la persona hay antecedentes de adicción, la personalidad, en este sentido que tan capaz o no es la persona de sobrellevar las dificultades de la vida y su tolerancia a la frustración, el medio en el que se desenvuelve y la presión social o el consumo normalizado de compañeros y amigos.


La dependencia fisiológica inicia cuando el organismo comienza a acostumbrarse al estado alterado producido por la sustancia y lo “necesita” para su funcionamiento normal, dando como resultado el síndrome de abstinencia si la sustancia se deja de consumir, esto se ve reflejado en una serie de síntomas desagradables que pueden ir desde mareos, náuseas, temblores o hasta episodios psicóticos y convulsiones. Este periodo es el más crítico para una persona que desea dejar de consumir porque puede presentar recaídas con tal de evitar estos síntomas, la cantidad y fuerza de su presencia varía según la o las sustancias consumidas, el tiempo de adicción y la frecuencia, por lo que es muy recomendable que si nos vamos a someter a un periodo de desintoxicación lo hagamos en algún centro de salud o clínica especializada en adicciones o bajo estricta supervisión médica.

La mayoría de dichos programas cuentan con asesoramiento y acompañamiento de tal modo que el cuerpo pueda obtener el efecto placentero de otras actividades más saludables como el ejercicio, el contacto espiritual y la sensación de pertenencia a un grupo de personas que están pasando por lo mismo y con quienes se pueden establecer redes de apoyo para superar el problema.

Este gobierno ha iniciado un programa de prevención de adicciones titulado “Juntos por la paz“ y que consiste entre otras cosas en lo siguiente:


  • Una campaña en medios de comunicación (radio, televisión, medios digitales) dónde se advierte de algunas de las principales consecuencias personales y sociales que traen como consecuencia las adicciones.

  • La visión de la adicción como parte de un contexto en donde los distintos ámbitos relacionales del adictiva pueden identificar a través de una comunicación asertiva y efectiva los principales signos de alerta del consumo de sustancias.

  • La desmitificación del consumo de drogas como de uso exclusivo de delincuentes, mostrando las diferentes formas en las que todos somos vulnerables.

  • Poner énfasis particularmente en niños y adolescentes donde se ha identificado un inicio cada vez más temprano en el consumo

  • El mantenimiento y evaluación de un directorio nacional del sector salud y de organizaciones de la sociedad civil donde se atiende de manera profesional las adicciones

  • La habilitación del número 800 911 2000 el cual se encuentra disponible las 24 horas los 365 días del año en donde se recibe orientación telefónica en casos de crisis, no solo relacionadas al consumo de sustancias, sino también en casos de suicidio, depresión o trastornos mentales en general, y dónde te podrán referir al espacio o clínica de atención más cercano en la República, así como informarte de los distintos costos y pasos a seguir para ti o algún familiar o amigo cercano.

El objetivo principal de este programa es mantener informada a la población sobre el consumo de sustancias y los desórdenes emocionales en general con el fin de que las personas que los padecen sean vistos como parte de la sociedad en lugar de ser excluidos o discriminados y que puedan recibir lo más pronto posible la atención interdisciplinaria necesaria.

Te invitamos a informarte acudiendo a cualquier clínica del sector salud o llamando al teléfono de emergencia mencionado arriba para recibir asesoramiento certificado. Al final del día la prevención y el buen uso de la información son las claves para fomentar en nosotros y en las futuras generaciones una mayor consciencia y cultura de la salud mental.

 
 
 

Actualizado: 8 mar 2020


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Esto no es un consejo en sí, más bien es una recomendación desde lo que, como profesionales, nos toca observar en la consulta de jóvenes adultos, e incluso, de adultos de 40 años en adelante. Éstos acuden a consulta con la sensación de estar en un trabajo que no les gusta y en el que se sienten forzados a estar por su situación económica o la demanda de familiares en cuanto al sostén en gastos. Muchos hablan que al inicio todo parecía sencillo, pero con el paso del tiempo, se fue volviendo cansado y tedioso ya que encontraron que eso no los hacía felices.


Actualmente existe una fuerte demanda hacia el éxito, tener, comprar y destacar en la "cadena alimenticia" del poder: poder adquirir, poder tener, poder acumular y obtener más que los demás. Todo esto empuja a la necesidad de ser quien tiene más dinero para poder adquirir todo esto. Los jóvenes en elección de carrera se encuentran bombardeados por esta demanda de su entorno lo que les limita en el elegir una profesión basada en lo que les gusta y apasiona vs la que les dará mayor cantidad de dinero. Como si esto estuviera contrapuesto. ¿Sabrán que una persona puede sostenerse económicamente de una profesión que le gusta?


Suena como algo utópico el dedicarte a lo que te gusta sin que te importe mucho lo económico, la idea tampoco es esta, sin embargo, el elegir una carrera basada en tu verdadera vocación permite que lo económico sea más llevadero. Por ejemplo, pensemos que alguno de nosotros ejerce su profesión con alegría y de pronto le viene un problema económico fuerte, el poner mayor empeño en su trabajo o en algo relacionado a éste es un problema menos del qué preocuparse, a diferencia de tener un problema económico y además tratar de mantener un trabajo que no te gusta. Es doble esfuerzo y martirio.


Las pruebas estandarizadas de orientación vocacional miden las habilidades e intereses que tiene un individuo y el resultado se basa en las opciones de carrera con las que pudiera identificarse. Sin duda, estas pruebas ayudan a clarificar las opciones e incluso a ubicar a una persona que no sepa muy bien cuál panorama de profesiones puede elegir. No es mala idea que un joven que se encuentre en el proceso de elección de carrera acuda a una aplicación de este tipo de pruebas, siempre de la mano de un experto en este rubro y no en aquellas pruebas que puede encontrar en internet ya que muchas veces no están ni estandarizadas o son creadas "al vapor" por personas que no necesariamente tienen la formación en este campo.


El hacerse la pregunta sobre aquello que nos hace feliz y nos motiva como para levantarnos todos los días a realizarlo no es una pregunta sencilla de contestar. Ocupa tiempo y paciencia, muchas veces les recomendamos a los padres que es más viable que su hijo (a) espere y tome una decisión más construida a que ingrese a una facultad que no le convence del todo o que sea "por mientras" se define. El tiempo invertido en esperar y construir jamás será tiempo perdido.


Por esto nos referimos a que no es un consejo a la ligera, es una recomendación desde la experiencia en el trabajo con jóvenes que se sienten frustrados y sumamente tristes por pasar más de 8 horas al día realizando algo que no les gusta y los cansa, ésto trae consigo más problemas que soluciones y que se relaciona con deserción laboral y hasta estrés en grados considerables. Si algo te gusta y te apasiona puedes formarte profesionalmente en ello, sin duda llevará esfuerzo y constancia pero será una balsa que podrá sacarte de los problemas a los que te enfrentes en la vida adulta. Tu profesión debe de estar a tu favor y no en tu contra.


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