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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 2 mar 2023
  • 3 Min. de lectura

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Una de las interrogantes más frecuentes dentro de las relaciones de pareja es ¿Qué hacer frente a una infidelidad? Para ser honestos, en la mayoría de las ocasiones, no estamos preparados para enfrentar una infidelidad ya que no se espera que suceda. En este artículo trataremos de abordar algunas causas y reflexionar respecto a las opciones que tenemos a nuestro alcance cuando existe una infidelidad en la relación.


De entrada, me parece importante abordar el término infidelidad ya que existen dos tipos. Encontramos como infidelidad sexual el tener contacto sexual con alguien más que no sea la pareja estable y la infidelidad emocional la cual consiste en mantener un vínculo emocional o de amor con alguien más que no sea la pareja estable. En cada uno de estos tipos de infidelidad existen sus especificaciones, pero será material para otro artículo.


Lo importante acá será determinar ¿qué hacer frente a una infidelidad? Algunas parejas tienden a dialogar sobre la infidelidad en busca de una posible solución, mientras que otras se enfocan más en pensar en sí mismos y en sus convicciones. Y me parece que estos son los dos caminos a transcurrir en la infidelidad, lo explico a continuación.


Cuando se tiene culpa por la infidelidad, es justamente el autor quien hablará de ello a la pareja, claro hay sus excepciones, pero pensemos en que sí hablará. Entonces se puede observar el arrepentimiento y quizá posibilite el perdón. En muchas ocasiones son parejas que acuden a terapia de pareja para intentar encontrar una solución.


En otros casos existe el ser “descubiertos”, por lo que son obligados a hablar respecto a la infidelidad. En algunos casos se aceptará y en otros no la responsabilidad.


Pensemos entonces en estos dos casos, la pareja afectada se verá entonces envuelta en la interrogante ¿qué hacer frente a una infidelidad? Por un lado, existe el dolor y la tristeza de la acción, pero por el otro lado existe la historia de la relación y quizá acompañada por el arrepentimiento del autor de la infidelidad. De cualquier forma, el dolor es muy fuerte, así como la confusión, nadie está preparado para esta noticia debido a que la comunicación es la base de toda relación afectiva responsable y porque existe confianza y compromiso. O al menos es lo que siempre buscamos, tener una relación sana.


Y entonces ¿qué hacer frente a una infidelidad? Te dejo algunos puntos a considerar:


· Asimilación de la infidelidad


Cierto es que esta noticia es vivida como un acontecimiento traumático ya que es sorpresivo y cambia por completo la autopercepción y lo que se pensaba con respecto al vínculo con la pareja. Te invito a tomarte el tiempo necesario para pensar en cómo te sientes frente a lo ocurrido.


· Dialogar


Una vez que hayas asimilado la infidelidad es momento de dialogar. Expresa tus emociones y comparte tus inquietudes. Cierto es que no se resolverán las cosas de inmediato, pero es importante que puedas poner en palabra tus emociones para metabolizarlas


· Piensa en ti


Me parece que lo más importante será pensar que es lo que quieres en tu vida, cómo la piensas y qué mereces. Recuerda tu valor.


· Retrospectiva de tu relación


Considerar la historia de tu relación, las experiencias y aunque suene extraño, evaluarla.


· Tipo de infidelidad


Aunque sea duro, es importante pensar en cómo fue la infidelidad y determinar si es algo con lo que se pueda vivir.


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· Pedir ayuda


Si han tomado la decisión de intentar resolver las cosas. Lo ideal será buscar apoyo con un especialista, un psicoterapeuta de parejas.



Lo más importante será determinar si estás o no dispuesta/o a perdonar y continuar en la relación. Si tu deseo es encontrar lo mejor para ti, escúchate y busca apoyo psicoterapéutico.



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Lic. Yuridia Recio

Psicóloga Clínica

 
 
 

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La psicoterapia es un proceso de atención psicológica que tiene la finalidad de brindar apoyo a personas que requieren solucionar diversos tipos de malestares/enfermedades/síntomas que tienen una base emocional, cognitiva o comportamental, y existen diversas corrientes teóricas desde la psicología que se enfocan en proporcionar un modelo de psicoterapia enfatizando en la técnica a utilizar dependiendo del foco de atención o problemática. En este caso, la psicoterapia implica una interacción entre dos o más personas, generalmente se produce un abordaje atento, empático y comprensivo por parte del profesional de la salud mental, orientando su esfuerzo a la valoración psicológica de la persona que acude a recibir la atención, teniendo el propósito de ofrecer un espacio apropiado y cómodo para que la persona pueda externar sus problemáticas con la confianza de ser escuchado y beneficiarse del proceso como un método que ayude a combatir el malestar en cuestión. A grandes rasgos, la psicoterapia puede llevarse a cabo de manera individual o grupal, atendiendo familias, niños adolescentes y adultos.


Cada vez más en nuestra sociedad mexicana se ha ido valorando la importancia de la atención psicológica y la salud mental, precisamente por el incremento exponencial de los trastornos emocionales, la influencia psicológica de las enfermedades médicas, las condiciones adversas de la vida cotidiana, la inseguridad, las catástrofes, periodos de estrés prolongados, pérdidas significativas, etc. Por lo tanto, entendemos que el concepto de salud y bienestar del ser humano, no solo se sustenta en la ausencia de malestar físico, sino que abarca un estado más completo de equilibrio mental y emocional; de esta manera, la constante investigación del campo de la psicología, sociología, psiquiatría, antropología y la neurociencia, generan un vasto conocimiento respecto al comportamiento humano, la forma en la que piensan las personas, el proceso de las emociones y los sentimientos, así como todo aquello que contribuye para su bienestar. La relevancia de la investigación y los avances de la psicología y la psicoterapia, confirman cada vez más que el ser humano no funciona exclusivamente mediante procesos orgánicos y cerebrales, sino que detrás de cada acción hay un motivo que impulsa a la persona para que se suscite una conducta, el ser humano tiene la capacidad de atribuir un sentido a la vida, relacionar vivencias, construir patrones de comportamiento, hábitos, incrementar las aptitudes para la ejecución de una tarea, y modificar actos perjudiciales, de modo que es necesario que para llegar a un estado de salud adecuado, se atiendan los malestares/enfermedades de manera integral.



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Algunos aspectos de la cultura, la desinformación, falta de difusión, y los problemas educativos, se han encargado de estigmatizar a lo largo de los años, lo que significa la atención psicológica y los procesos de psicoterapia, etiquetando a la persona que necesita de ayuda como alguien desadaptado, que se aparta de la normalidad, que reúne las características del “loco”, aquel que es diferente porque posee un mal ya sea congénito o porque en algún momento de su vida comenzó a padecer una enfermedad, que influyó en su raciocinio y en su manera de sentir. Afortunadamente, los esfuerzos de la psicología han contribuido para que entendamos que la psicoterapia no es exclusivamente un tratamiento destinado para abordar los trastornos mentales, e incluso, que realmente quien padece una problemática psicológica ya sea grave o moderada no deja de ser una persona, siendo así que los diagnósticos dejan de influir en la identidad de alguien, para convertirse en el nombre del padecimiento que la persona posee en ese momento de su vida. Es necesario que cada vez más se concientice a la población respecto a la importancia de la psicoterapia y a evitar ignorar esa sensación de pesar, congoja, tristeza, ansiedad o preocupación, fomentando entonces la elección de la psicoterapia como una medida viable para eliminar el dolor emocional, para lograr sobrellevar la pérdida de un ser querido, o para integrar estrategias que contribuyan para generar relaciones interpersonales o combatir los niveles excesivos del estrés.


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Entonces ¿cuándo decido acudir a psicoterapia?, la respuesta tiene múltiples momentos y razones para tomar la decisión de atendernos a nivel psicológico, por ejemplo: al encarar un proceso de duelo, al presentar un estado de ánimo decaído de manera prolongada, al sentirse sobrepasado por la angustia que no podemos explicar, al perder la noción lógica sobre lo que acontece a nuestro alrededor, al buscar respuestas frecuentemente sobre aspectos existenciales, al no lograr concentrarnos en nuestras labores diarias, al buscar controlar reacciones de violencia en nuestro comportamiento, al querer entender el motivo por el que constantemente repetimos las mismas acciones y caemos en los mismos errores. Por lo tanto, razones hay muchas que nos pueden llevar a necesitar de un proceso de psicoterapia, ya sea por iniciativa propia o al ser incentivados por un familiar o una amistad, lo importante es abrazar la idea de asistir y comprometerse de manera responsable con el proceso de psicoterapia para obtener resultados confiables y duraderos, ya que la constancia y continuidad en un proceso de atención psicológica son aspectos claves que ayudarán a la efectividad del tratamiento.


Algo que es importante que consideremos al momento de elegir a un psicoterapeuta, es que conozcamos el estilo de trabajo del profesional, no quedarnos con dudas o inquietudes sobre el proceso de tratamiento que vamos a comenzar, debemos también entender que la psicoterapia no es el equivalente de una charla con un amigo o un familiar, sino que se conforma por diversos métodos consolidados a partir de los estudios clínicos, de modo que la postura del psicólogo deberá ser siempre profesional, imparcial y ética. En ocasiones, asistir a un proceso de psicoterapia puede resultarnos difícil debido a motivos como la distancia, el tiempo, la economía, etc., sin embargo, es necesario que al comenzar con un tratamiento psicológico prioricemos nuestra salud mental y busquemos medidas que nos ayuden a continuar con el proceso, comprendiendo que en muchas ocasiones es uno mismo quien elabora inconscientemente argumentos u obstáculos para truncarlo. En ocasiones la psicoterapia puede despertar sentimientos que ignorábamos o habíamos dejado en el pasado, mismos que pudieran contribuir para generar renuencia a continuar, no obstante, en cualquier caso, se sugiere externar todo tipo de inquietudes con la finalidad de que el psicólogo pueda orientar al respecto y acordar los ajustes que sean necesarios para que el tratamiento continúe y beneficie a la persona.




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Lic. José Ruy García Burnes

Psicólogo Clínico

 
 
 

Actualizado: 7 mar 2023


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En algunas ocasiones las personas se pueden ver envueltas en situaciones que les generen angustia; estos momentos pueden llevar a que se cuestione mucho acerca de la situación, el entorno y de sí mismo. Si bien es cierto que estas experiencias son parte de la vida, suele suceder que cuando la persona se siente sobrepasada por estas experiencias termine generándole un malestar.


Seguramente la persona habrá hecho todo lo posible para no pensar en esta situación, algunos optan por comenzar a hacer actividades como poner una película, leer un libro, salir de compras o buscar distracción con otras personas. Sin embargo, a pesar de tener estos momentos de fuga, puede que esta idea no salga de su cabeza, al no irse y aparecer día con día, podemos preguntarnos ¿Por qué pienso cosas que no quiero pensar?


Para lograr entender este fenómeno, es importante determinar ¿Qué entendemos por un pensamiento desagradable? Estas ideas pueden comprenderse de distintas maneras; una de ellas, pudiera ser una experiencia por la que se haya atravesado y resultó difícil de asimilar para la persona, sin embargo, no todo el tiempo aparece y en muchas ocasiones se puede percatar que ocurren a raíz de tener contacto con algo que nos haga referencia a ese suceso.


Por otro lado, existen otro tipo de pensamientos que aparecen sin motivo aparente. A estas ideas las llamaremos pensamientos intrusivos; Este tipo de pensamientos aparecen de forma involuntaria y no somos conscientes de qué forma se desarrollaron; sin embargo, cuando aparecen pueden causarnos daño emocional y es cuando se vuelve una problemática importante. Aunque los motivos tendrán que ver con la persona y sus experiencias de vida, hay cuatro condiciones frecuentes en la salud mental que pudieran originarlos:


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· Ansiedad: La ansiedad, es una preocupación excesiva, aparecen pensamientos repetitivos y puede llegar a causar malestar físico como agitación, mareo, dolor de estómago, sudoración y sensación de intranquilidad. Un ejemplo es: “me quedé dormido, llegaré tarde al trabajo y me quedaré sin empleo y nunca más me volverán a contratar”, aunque la situación es cotidiana, si evaluamos el nivel de pensamiento nos daremos cuenta que una preocupación pequeña, se volvió algo grande y no nos permite pensar con claridad sobre lo que ocurre.


· Depresión: Cuando el trasfondo hay pensamientos de desesperanza sobre sí mismo y el entorno, hablamos de ideas depresivas. Pudieran iniciar con pensamientos devaluadores como: “no sirvo para nada”, “nunca me va bien”, “soy un fracaso”, cuando estos pensamientos se vuelven más severos, es cuando la desesperanza aparece como, por ejemplo: “ya no se para qué vivo”, “la vida sería más fácil sin mí”, a estos pensamientos los llamaremos ideas de muerte y pueden ser el inicio de una ideación suicida.


· Psicosis: La psicosis, es una pérdida del contacto con la realidad. Esta condición afecta a la persona debido a que puede ver, escuchar, sentir o pensar cosas que otras personas no. Estos pensamientos intervienen con la vida cotidiana debido a que causan temor y sufrimiento en la persona que lo experimenta, por ejemplo: “siento que no estoy viviendo en esta realidad”, “hay personas dentro de mi cabeza”.


· Obsesión: Los pensamientos obsesivos suelen tener esta connotación negativa presente, son ideas que se repiten con tanta frecuencia que no permiten a la persona experimentar su entorno con tranquilidad, por ejemplo: “si no me lavo las manos, todos enfermaran y morirán”.


Sin duda podemos tener actividades que nos permitan disminuir la angustia que experimentamos, así encontrar información y educar acerca de la salud facilita a la persona la búsqueda de un servicio de acuerdo a sus necesidades. Para estas situaciones es recomendable atender una valoración psicológica para determinar lo que sucede con la persona y la atención que necesita, algunas veces se puede recurrir al apoyo de un psiquiatra para disminuir los síntomas momentáneamente en lo que se trabaja estas ideas en una psicoterapia. Recordemos que tener un acercamiento con un especialista es construir una narrativa diferente de lo que sucede con la persona, comprender y accionar para mejorar la calidad de vida.



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Lic. Cynthia González.

Psicóloga clínica

Asociación Libre Monterrey

 
 
 
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