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¿Los Mexicanos son inmunes al sufrimiento?

-Identidad cultural del mexicano - COVID 19


Aparentemente, no hay tema de actualidad que nos invite más a la reflexión que la pandemia ocasionada por el #COVID19. No solo por la posibilidad latente de ser infectado y enfermar, sino por, el aislamiento social producto de la “tropicalizada” #cuarentena obligatoria, implementada en la mayoría de las regiones del mundo, que atraviesan esta crisis. De tal manera que, estamos transitando un evento generacional sin precedente en la historia moderna.

En definitiva, esta situación emergente puede ser abordada desde múltiples frentes y en este caso, servir de parteaguas para reflexiones pertinentes, en el orden de nuestro rol como individuos y ciudadanos dentro de un marco de identidad social. Pero ¿cómo se ve afectada la identidad de un individuo dentro de un marco social? (nacionalidad, grupo étnico etc).

En relación a ello, la sociología apunta que, “la gente echa mano de los recursos culturales disponibles en sus redes sociales inmediatas y en la sociedad como un todo.” Es decir que, la identidad, es una constante construcción y que los materiales con los cuales se construye una identidad, son siempre materiales culturales. Por lo tanto, la cultura es la materia prima de la identidad, cultura mexicana.


De la misma manera y más allá de la subjetividad individual de las personas, ¿qué podríamos decir de la identidad mexicana? Quiero decir, ¿existe una “manera mexicana” de hacer las cosas? Podemos suponer que, ser oriundo de #México, (sobre todo si eres mexicano), suele ser sinónimo de: alegría, fiesta, algarabía y pasión. De manera análoga, para otros connacionales, esta definición podría estar más cercana al trabajo arduo, la familia y hasta la pereza y apatía.


Ahora bien, consideramos que la identidad cultural del mexicano, ofrece múltiples facetas. Entre ellas, la picardía, que definida como “la habilidad y gracia para que no se vea o no se sepa una cosa, así como las astucia para sacar provecho de ciertas situaciones”, nos permite pensar el sentido de creatividad que distingue al mexicano. En otras palabras, su hablar, su pensar y por consiguiente su sentido del humor.


Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado.”

-Octavio Paz-.



Sin embargo, en tiempos de cuarentena, ¿el humor tiene alguna función además, que el mero entretenimiento? La respuesta es sí, definitivamente. Ya que, el sentido del humor es uno de los recursos de la #resiliencia. Pero, ¿a qué hacemos referencia con este concepto? La resiliencia es el fenómeno cotidiano de adaptarse a la adversidad, un trauma, amenaza o a fuentes de tensión. De manera que el #humor implica todo un despliegue defensivo. Ya lo decía Freud en 1927, […] “La actitud humorística, por la cual uno se rehúsa al sufrimiento poniendo de relieve que el YO es indoblegable por el mundo real.”


No obstante, pensemos lo siguiente: ¿qué sentido tiene no tomar nada por en serio y estar todo el tiempo bromeando? Es decir, ¿cuándo es poco y cuando es demasiado? Es acá donde se ratifica la relevancia de mantener un “adecuado” sentido del humor frente a situaciones adversas, siendo imperante definir que, esto no significa que no se sufra, más bien, implica una manera de afrontar la realidad sobrellevándola para seguir adelante. Ahora bien, si consideramos al humor como una defensiva operación inconsciente, ¿podemos afirmar que el humor es una vía adecuada de adaptación ante esta crisis? ¿Es posible reír de la desgracia propia?


Charles Darwin (1873) en su estudio sobre “La expresión de las emociones en los animales y en el hombre” afirmaba que, “la sonrisa no es una respuesta al hecho de sentirnos bien, sino que el solo hecho de sonreír nos hace sentirnos mejor.” Poco más de 30 años después, en 1905, el padre del psicoanálisis Sigmund Freud descubrió en sus investigaciones del inconsciente que el humor o la actitud humorística, nos ayuda a lidiar con aquello que nos sofoca o aquello que inconscientemente deseamos.


“Entre broma y broma la verdad se asoma

– Refrán mexicano


De ahí que el humor no es resignado, es opositor, ya que no sólo significa el triunfo del Yo frente a la situación adversa, sino implica también, la satisfacción de instancias inconscientes de la personalidad. Dicho de otra manera, mediante el humor, el superyó quiere consolar al Yo, y ponerlo a salvo del sufrimiento, rasgo por demás paternal dentro de la subjetividad humana. Razón además que, pone en relieve, la dimensión intersubjetiva que nuestra identidad también articula. Lo cual nos devuelve a la pregunta central de este escrito: ¿Es el humor una forma adecuada de adaptación en esta crisis? ¿Cuándo es poco y cuando es demasiado? La respuesta no es sencilla, sin embargo, podemos tomar como ejemplo, el trabajo que se lleva a cabo dentro del consultorio en terapia psicológica.


En la intimidad del consultorio, en lo que refiere a poseer o no “un buen sentido del humor”, es común escuchar de los pacientes distintas, y “tropicalizadas” maneras de afrontar la angustia, producto de la incertidumbre que produce la adversidad.

De manera que, existen personas, que pasan todo el tiempo haciendo chistes de sus experiencias o por el contrario, individuos que parecen no poseer la capacidad de reírse de sí mismos o sus propios errores. Por lo tanto, realmente no existe una fórmula ideal para adaptarse a la crisis. Afortunadamente, la mayoría de las veces, contaremos con cierta capacidad de resiliencia dentro de la cual cabe señalar, la creatividad, como factor fundamental.


Es probable, que nuestra “alegre” identidad como mexicanos, nos ayude a sortear las consecuencias de esta pandemia. Pero sobre advertencia no hay engaño. La salud mental al igual que la física, es algo que implica seriedad y compromiso. De ahí que, la atención psicológica, (on-line o presencial), es una de las mejores herramientas con las que se dispone en la actualidad para desencallar, liberar o afrontar, las adversidades con las que lidiamos todos los días.


Y tú, ¿cómo afrontas la incertidumbre? ¿Cómo lo hace tu familia? ¿Tienes algún amigo o familiar que pasa todo el tiempo bromeando? Piénsalo, tal vez tú mismo podrías ser esa persona.


Psicólogo Omar Ramírez

Atención a adolescentes y adultos

Asociación Libre - Psicólogos en Monterrey

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