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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 18 nov 2021
  • 4 Min. de lectura

¡Corre, huyamos!, ¿¡Qué es todo esto que se siente

en todas partes del cuerpo y no sale de mi cabeza!?



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Para empezar, es importante saber que el manual diagnóstico y estadístico de los #trastornos mentales (DSM-5), menciona que los #trastornos de #ansiedad son los que comparten características de miedo y #ansiedad excesivos, así como alteraciones conductuales asociadas. El miedo es una respuesta emocional a una amenaza inminente, real o imaginaria, mientras que la #ansiedad es una respuesta anticipatoria a una amenaza futura. Los #trastornos de #ansiedad son: por separación, mutismo selectivo, fobia específica, fobia social, #trastorno de pánico, agorafobia, #ansiedad generalizada y #ansiedad inducido por sustancias. En esta ocasión me centraré en el #trastorno que suelo ver más en consulta: #ansiedad generalizada. Los criterios diagnósticos son los siguientes:


#Ansiedad y preocupación excesiva que se produce durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de 6 meses, en relación con diversos sucesos o actividades (laboral o escolar).

Al individuo le es difícil controlar la preocupación.

La #ansiedad y preocupación se asocian a 3 (o más) síntomas siguientes (y al menos algunos síntomas han estado presentes durante más días de los que han estado ausentes durante los últimos 6 meses):

1. Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta. 2. Facilidad para fatigarse. 3. Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco. 4. Irritabilidad. 5. Tensión muscular. 6. Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo, o sueño inquieto e insatisfactorio).

La #ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.


¿En qué situaciones puede dar?

Como anteriormente mencioné, la #ansiedad comienza por pensamientos, entonces básicamente te puede dar #ansiedad en cualquier situación, ya que tiene que ver con pensamientos individuales.


¿Se puede controlar? Sí, aquí te doy algunas recomendaciones de qué es lo que puedes hacer cuando sientas #ansiedad:



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Aprender a respirar. Quizá suene un poco bobo, pero solemos no saber respirar conscientemente. Pon tu mano en tu abdomen para sentir tu respiración, ahora inhala, ¿tu estómago se hace hacia afuera o adentro? Si va hacia afuera ¡lo estás bien!, sino está recomendación la necesitas practicar. Tu cuerpo es como un globo cuando necesita aire, se requiere llenar, o sea que tu panza se tendría que “inflar”.

Meditar. Hoy en día existen muchas aplicaciones donde puedes encontrar varias técnicas de meditación.

Técnica “5, 4, 3, 2 y 1”. Se trata de los sentidos y los números. Al centrarte en éstos te mantendrás en el aquí y en el ahora. Así funciona: 5. Vista: nombra 5 cosas que veas. 4. Oído: identifica 4 sonidos de donde te encuentres. 3. Tacto: concéntrate en 3 cosas que puedas tocar. 2. Olfato: rastrea 2 olores. 1. Gusto: encuentra algo que puedas saborear, incluso puede ser tu boca.

Aprender a aceptar las cosas que uno no puede cambiar. Muchas veces nos aferramos a que las cosas sean como queremos, cuando se aprende a soltar, se carga menos peso.


En el momento en que ninguna recomendación o técnica te funcione, es buen momento para consultar a un profesional en el área de psiquiatría.



Por otro lado, ¿se puede confundir la #ansiedad con algo más? Más que confundirse, es cómo le damos uso a las palabras. Actualmente es muy común escuchar decir “me siento #ansioso” o “me está dando #ansiedad”. La Real Academia Española le da como significado a la #ansiedad lo siguiente: “Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos”. Podemos cambiar la palabra #ansiedad por “inquietud”, “agitación” o “preocupación”, ya que nuestro cerebro puede llegar a asociar las palabras con sensaciones y llegar a provocar ciertas reacciones.


Para ir terminando, me gustaría compartir las palabras de uno de mis pacientes que tiene esta enfermedad:

“Se siente una gran desesperación por no poder controlar propios pensamientos catastróficos, que, al hacerse evidentes para los demás sólo se intensifican. Luego, esos pensamientos se ven identificados por sensaciones "reales" que prueban que eso tan malo que nos imaginábamos que iba a ocurrir, está ocurriendo en ese momento. Todos los síntomas físicos provocados por esa desesperación se siguen alimentando

por nuestros propios pensamientos en un ciclo que sólo hace que el cuerpo quiera abandonarse a sí mismo bruscamente”.


Si te sientes identificado con esto último y/o con todo lo expuesto, busca ayuda para que puedas tener una mejor calidad de vida y que puedas dejar de posponerlo. Tu salud mental es realmente importante y necesitas ser tú quien se haga responsable de ti, cuando esté dentro de tus posibilidades.


Como dato informativo el día de la salud mental es el 10 de octubre. Las organizaciones y el gobierno se encargan de difundir muchas cosas necesarias para brindar apoyo



Bibliografía

American Psychiatric Association. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5. (5a. ed.). Madrid: Editorial Médica Panamericana.



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Psicóloga Itzel Trejo

Atención psicológica a niños, adolescentes, adultos y parejas

Asociación libre - Psicólogos en Guadalajara

 
 
 
  • 11 nov 2021
  • 3 Min. de lectura

La terapia de pareja consiste en orientar a la pareja a escucharse y encontrar la fuente del conflicto para que, con los recursos que han construido su relación, puedan tomar la decisión que les ayude a sentirse más cómodos.

Estar en una relación de pareja es formar un vínculo de amor con otra persona, construir una relación en base a las experiencias e ideales de la pareja, cada una tan distinta a la otra. El amor y las relaciones son una parte importante en la vida de una persona; siendo el amor uno de los pilares para la vida de cualquier ser humano (pensándolo que incluso siendo bebés necesitamos el amor de nuestra madre o de nuestro entorno para crecer), al crecer buscamos a una persona con la cual compartir la vida; el hecho de amar o ser amado.


Por un lado, el estar con alguien más, nos transita a experiencias que nos proporcionan una suma felicidad, pero también, en existen situaciones que llenan de dudas, incertidumbre y dolor.


Cuando una persona comienza a plantearse preguntas acerca de su relación, podría tratarse de una señal de que algo está sucediendo en la pareja en ese momento (esto no significa que una duda nos confirme que todo está mal, al contrario, a veces van relacionadas con nuestros miedos y nuestra historia de vida). En una relación de pareja pueden existir desacuerdos o diferencias que pueden desencadenar conflictos, lo importante es la manera de afrontarlo y solucionarlo juntos. Pero, ¿Qué pasa cuando aun así las cosas no van bien?


Aunque algunas veces para los demás es evidente, al estar en una relación que va mal es difícil reconocer si funciona o no. Algunas personas lo relacionan con una mala racha o crisis de pareja, sin embargo, cuando nos percatamos de esta sensación y el estar en pareja no nos proporciona una sensación de acompañamiento y amor, podríamos empezar a cuestionarnos ¿Qué es lo que me mantiene en esta relación?


Antes de identificar cuáles serían las señales de una relación de pareja no sana, hay que tener en cuenta que es importante tener en vista el origen de las mismas; en la mayoría de los casos las relaciones de pareja que elegimos tener, van relacionadas con la manera de vincularnos en nuestro primer vínculo amoroso, como lo son nuestros padres y detectar el patrón que existe en nuestras relaciones y reflexionar acerca de lo que buscamos.


Muchas personas evitan el dialogar con su pareja por temor a atravesar  alguna situación incómoda o evitar conflictos  en la relación, sin embargo, esto agrava cualquier problemática.

Ahora que ya hemos reflexionado individualmente, es importante que la pareja si lo desea, comience a valorar su relación y valorar los cambios por los que se han atravesado. En algunas ocasiones muchas personas evitan el dialogar con su pareja por temor a atravesar alguna situación incómoda o evitar conflictos o rompimiento de la relación, sin embargo, hay que tener en cuenta que ambos están implicados en la relación y en el cambio de la misma si se desea.


Cambiar el rumbo de la relación puede resultar difícil pero no imposible, para esto es necesario que ambos estén de acuerdo y comprometidos con las modificaciones y acuerdos que se llegaron, hablar de manera abierta, directa y escuchar respetuosamente las necesidades del otro.


La terapia de pareja consiste en orientar a la pareja a escucharse y encontrar la fuente del conflicto para que, con los recursos que han construido su relación, puedan tomar la decisión que les ayude a sentirse más cómodos. El proceso de tomar una decisión no es fácil, muchos de los casos, cuando acuden mencionan haberlo pensado mucho tiempo debido al temor de lo que podría ser, sin embargo, también muestra una posibilidad para fortalecer la relación, buscando una orientación externa con la finalidad de mejorar la relación.


Finalmente, existen otros casos en donde la relación que se mantiene hay abuso físico o psicológico, ante esto podríamos identificarlo con unas simples preguntas.

  • ¿Mi pareja busca controlar mis actividades o las relaciones que tengo con otros?

  • ¿Es demasiado celoso (a)?

  • ¿Ha llegado a ser agresivo (a) física o verbalmente conmigo o con otras personas al punto de amenazar?

  • ¿Critica mi aspecto físico o mis decisiones?

  • ¿Suele encontrarme en lugares de manera casual o se aparece en espacios como escuela, trabajo, actividades para observar lo que hago?

  • ¿Ha llegado a obligarme a tener relaciones sexuales o hacerme sentir presionado?

  • ¿Resta logros personales o devalúa los esfuerzos que realizo?

  • ¿Me culpa a mí del maltrato o de que no funcione la relación?

  • ¿Se disculpa constantemente y menciona no volverá a suceder (incluso no siendo la primera vez)?

  • ¿Se justifica sus acciones violentas culpándome o justificándolo por su modo de vida?

  • ¿Mi entorno (amigos, familia, trabajo) me han cuestionado acerca de acciones que mi pareja tiene conmigo?

En caso de que se haya respondido “SI” a alguna de las preguntas anteriores, puede que exista una relación con violencia. Es importante saber que puedes contar con la ayuda de amigos, familiares y profesionales de la salud. Si necesitas orientación puedes escribirme en privado.



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Lic. Cynthia González

Psicóloga clínica




 
 
 

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La relación entre la comida y las emociones

¿Por qué será que es muy común ver en las películas que cuando alguien está #triste se pone a #comer nieve, chocolate o mucha #comida chatarra?


La pregunta anterior se resuelve haciendo de nuestro conocimiento que además de que nuestras #emociones se “alimentan” de pensamientos, prácticamente también lo hacen literal de la #comida, de igual manera lo que elegimos #comer muchas veces depende de cómo nos estamos sintiendo. Digamos que es una cuestión recíproca.


Cuando nos alentamos a llevar una #alimentación sana usualmente es porque nos encontramos motivados, felices y hasta de propósito de año nuevo suele estar en las listas de muchos. Entonces suele pasar que después de un corto tiempo lo dejamos por todos los inconvenientes que la vida cotidiana tiene y por la fluctuación de las #emociones.

Comúnmente ingerimos #alimentos que no son tan buenos para la salud cuando tenemos alguna #emoción desagradable, esto se debe a que necesitamos #comida “reconfortante” para hacernos sentir mejor de lo que estamos, cabe mencionar que es deliciosa y eso también provoca que recurramos a la #comida “basura”.

Por otra parte, haciendo a un lado la calidad de la #comida y viendo por la cantidad, ésta tiene que ver con qué tan fuerte sintamos la #emoción, sin importar que sea desagradable o no. Esto se debe a que hay una inhibición mayor del control #alimentario y llega a provocar que comamos más de lo usual.


Kaplan y Kaplan (1957) en su teoría psicosomática, mencionan que el aumento de la ingesta alimentaria es una conducta que se usa como estrategia para afrontar #emociones desagradables y se convierte en una conducta disfuncional, dado que en situaciones fisiológicamente normales cuando surge la angustia disminuye el hambre y se activa el sistema nervioso simpático, reorganizando el fluido sanguíneo hacia el aparato digestivo. El enfrentar las #emociones “negativas” por medio de la #comida se lleva a cabo con #alimentos que actúan sobre el sistema de recompensa neurobiológico causando placer frente a dichas #emociones y que afectan la síntesis de neurotransmisores, entre los que sobresale la serotonina. Los alimentos que producen placer son los que encontramos con etiquetas de advertencia, o sea los que tienen exceso de calorías, azúcares y grasas. Es así como se crea un #comedoremocional.


Desde la perspectiva de Bruch (1971) es importante identificar y diferenciar las #emociones habituales de las que tienen relación con las sensaciones de hambre-saciedad, ya que si no funciona de esta manera y las mezclamos sin saber cuál es cuál es porque se debe a una alteración en la comunicación que tiene origen en el vínculo temprano madre/padre-hij@, resultado de la incapacidad de padre/madre para responder empáticamente a lo que l@s hij@s necesitan biológica, social y emocionalmente. Una de estas necesidades es la #alimentación, el conflicto es que no se confirma ni refuerza, o es de forma contradictoria e imprecisa, por parte de mamá/papá y como aún está en desarrollo el YO en la infancia no se logran adquirir los elementos psicológicos que se requieren para diferenciar los estados de #hambre y saciedad, lo que causa un aumento en la ingesta cuando aparecen las exigencias #emocionales.


Es necesario que nuestros padres o quien se haga responsable de nosotros nos enseñen desde pequeños que las #emociones tienen #relación con lo que #comemos para que cuando vayamos creciendo no lo hagamos con confusiones. Cuestionamiento de los adultos: Pero ya crecí y tengo muchas confusiones en cuanto a lo que siento y la #comida, ¿qué puedo hacer?. A continuación se presentan algunos puntos que podrías llevar a cabo:


  • Haz algo diferente. En vez de #comer cuando te encuentres estresado, procura hacer ejercicio.

  • Cuando sientas la necesidad de tener atracones, piensa en cómo te estás sintiendo y qué es lo que lo ocasionó.

  • Cuando te vengan muchas ganas de #comer y que identifiques que no se debe a que ya es tu hora de #comida, espera a que pase un tiempo para que la sensación baje o se vaya.

  • Cambia lo que sueles comer cuando te sientes ansioso por nueces, almendras o alguna botana sana.



Aprender a nombrar lo que sentimos para hacer algo al respecto hará la diferencia para crear una sociedad con personas sanas física y emocionalmente.



Referencias

-Bruch, H. (1971). Desórdenes alimenticios: Obesidad, anorexia y la persona dentro. Inglaterra: Routledge and Hegan Paul.

-Kaplan, HI, Kaplan, H. (1957). El concepto psicosomático de la obesidad. s.e.




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Psicóloga Itzel Trejo


Atención psicológica a niños, adolescentes, adultos y parejas


Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara



 
 
 
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