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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 16 oct 2019
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 8 mar 2020

Año con año miles de personas, sobre todo a inicios de año, se plantean el objetivo anual de bajar de peso. Incluso, es el propósito de año nuevo que aparece de forma más recurrente y a su vez, puede ser el propósito que menos se logra cumplir. El acudir con un especialista en la materia es indispensable para conseguir bajar de peso, ya sea con nutriólogas o nutriólogos, bariatras, endocrinólogos, así como también con profesionales del deporte que con actividad física faciliten el objetivo de quemar de calorías. Es con el trabajo interdisciplinario el medio con el cual se puede alcanzar la meta de bajar de peso con mayor eficiencia.


Sin embargo, ¿te ha ocurrido que a pesar de tener este tipo de apoyo profesional, no logres bajar de peso? ¿Te ha sucedido que en todo el día cumpliste con la dieta, pero al finalizar del día falla la tenacidad e ingieres alimentos prohibidos por el especialista? ¿Te han recomendado hacer un poco de ejercicio? ¿Te ha ganado el cansancio? Al iniciar la dieta ¿qué tanto confías en que lo lograrás? ¿Crees que esto influya en que no logres bajar de peso?


Un factor que en ocasiones no se le da la debida importancia para bajar de peso tiene que ver con el estado emocional por el que atraviesa la persona, incluso, este puede ser el motivo más predominante para que no se lleve a cabo los regímenes alimenticios, apareciendo comportamientos que sabotean todo el esfuerzo y trabajo aplicado para bajar de peso. El estado emocional tiene una influencia muy importante en la forma en que comemos ya que estados de depresión y ansiedad pueden provocar variaciones en el apetito. Enseguida mencionaremos algunos factores emocionales que pueden facilitar o dificultar para conseguir bajar de peso:


  1. Estrés. Si laboras en un ambiente de constante exigencia (actualmente, la mayoría de los empleos implican una demanda importante de tiempo y esfuerzo) o con largas jornadas de trabajo, la tensión experimentada y las exigencias a las que estamos expuestos puede llevarnos a “sacrificar” la alimentación balanceada por falta de tiempo. Igualmente, el estrés en sí mismo altera el metabolismo, lo que del mismo modo influye de forma negativa en la digestión y apetito.

  2. Ansiedad. Es la sensación de ansiedad la que genera una ingesta elevada de alimento al no experimentar saciedad, incluso cuando se llega a experimentar la sensación de vacío de “hueco en el estómago” puede confundirse con hambre, recurriendo obviamente a ingerir alimento. Sin embargo, dicho vacío al ser una condición emocional no logra ser colmado por lo que la sensación persiste, aumentado la ingesta de comida y por ende el subir de peso corporal.

  3. Depresión. igualmente, trastornos como la depresión pueden generar alteraciones en el apetito. Esto también, en cierta medida se vincula ante los duelos o pérdidas de vínculos o cosas que nos otorgaban gratificación a nuestras se han perdido, nos llevan a buscar gratificación o desahogo en la comida, complicando que logremos bajar de peso.

  4. Falta de autoconfianza. Esto se vincula a lo que identificamos como “baja autoestima”, lo que se refleja en excesivas críticas dirigidas hacia uno mismo, sintiéndonos poco capaces de bajar de peso, por lo que terminamos saboteando el trabajo. También esto provoca que no lo intentemos evidenciándose en falta de motivación, o que nos rindamos al primer error para cumplir con la dieta.

  5. La familia. Ya sea que se promuevan hábitos alimenticios poco saludables o que la misma familia saboteé el trabajo de quien quiere bajar de peso, hay ciertas “lealtades” que son difíciles de romper cuando el sobrepeso tiene un lugar significativo entre los integrantes de la familia.

  6. Falta de autocontrol. Por último, otro motivo por el que no logramos bajar de peso es debido a que podemos tener dificultades para demorar gratificaciones, por lo que buscamos obtener a toda costa placer de forma inmediata.


Es importante mencionar que también es importante trabajar en conjunto con especialistas, dado que en algunos casos, cuando una persona presenta algún trastorno de alimentación, puede tener la percepción corporal con grado de distorsión y por ende, tiene la sensación de no conseguir bajar de peso, cuando al contrario, se encuentra en un estado de grave de desnutrición, para lo cual es necesario valorar un distinto modo de intervención tanto en la dieta o el tratamiento a seguir en el área de psicología.


Existen múltiples factores pueden provocar problemas para no conseguir bajar de peso, esto tendría que explotarse caso por caso. Todos somos diferentes, tenemos distinta historia, por lo tanto, en psicología no se puede seguir una receta idéntica para todo quien quiere bajar de peso. Sin embargo, sí nos es posible identificar si presentamos alguna situación emocional que no nos permita comer de forma equilibrada. Igualmente, el detectar si presentamos estos síntomas, nos permite analizar y cuestionarnos si el sobre peso que tenemos se debe a los hábitos que tenemos para alimentarnos o si en realidad, esto es síntoma de alguna situación emocional adversa por la que estamos atravesando.

Actualizado: 8 mar 2020



En algunas familias en situación de crisis (por ejemplo: separaciones, problemas económicos, enfermedades, muertes, etc.) La dinámica familiar se va acomodando, a veces a como van pudiendo, en dinámicas complejas en donde uno de los miembros de la familia va sosteniendo gran parte de lo que sucede en torno a cada uno de los integrantes.


Nos referimos a aquellos miembros de la familia que se encargan de los cuidados médicos del paciente enfermo, o quien cubre todos los gastos ante una crisis familiar económica, o aquel que quien busca resolver los problemas de todos escuchando y tomando decisiones.


Este acomodo en la dinámica sucede ante variables previamente establecidas y otras que surgen durante la situación actual. Por ejemplo no es extraño escuchar en la consulta que aquellos familiares que sostienen ahora ante una crisis sean quienes regularmente han ido sosteniendo en otros infortunios. Personas regularmente con un poco más de herramientas o recursos emocionales que poco a poco se van haciendo cargo. Muchas veces comentamos que "alguien tenía que hacerlo" ya que de otra forma, la familia probablemente se hubiera desmoronado, el problema aquí es cuando esta persona que sostiene dura mucho tiempo soportando las inclemencias de la crisis y no tiene posibilidad de ser relevado de esta función.


Lo complicado de todo esto es que, a la larga, la situación emocional y física del pilar que sostiene va decayendo. Los podemos ver en consultas que se involucran en deudas o que llegan a hacer “sacrificios” en sus gastos para lograr sustentar otros, por ejemplo, en casos donde tienen su familia con hijos, esposo(a) llega a haber problemas de pareja por esta misma situación de desgaste.

En otros casos los vemos con tensión constante en su cuerpo, pocas horas de sueño o que incluso han llegado a enfermarse a raíz de sostener a la familia. Es regular que nos lleguen pacientes referidos por médicos donde en su consulta vieron que la causa del malestar de la persona es emocional o que su enfermedad es física pero que no ha posibilidad de cura si no está ligado su tratamiento médico con uno psicológico o emocional.


Regularmente cuando escuchamos en a consulta a las personas que cumplen la función de sostén o pilar familiar, éstas temen el "soltar" el rol ya que les preocupa que luego nadie más lo haga, y así la familia se termine de caer sin ellos. A veces sucede que si hay un riesgo real de esto y buscamos que la persona pueda tener sus momentos para poder "recargar" y que no se desgaste tanto, sin embargo en muchos otros casos sucede que se les dificulta hablar y pedir ayuda a alguien más dentro de la misma familia. Como una condena que se vive a solas.


Siempre recomendamos que las personas no esperen a tener alguno de estos síntomas o que algo empeore ya que pudieran llegar a puntos más desgastados anímicamente y que pueden llevar un tiempo prolongado de exposición a situaciones estresantes u otro tipo de impacto en otras áreas de su vida. Lo mejor es iniciar en el momento en el que sientas que estás dejando de lado tus actividades, o que se ha ido haciendo más complicado para ti tener tiempo de tranquilidad con tus seres queridos. Bien sabemos que para que una familia pueda irse acomodando a situaciones de crisis es que el pilar no descanse sólo en uno de los miembros si no que, con ayuda de todos, puedan sostenerse y salir adelante. Que los pilares tengan diferentes nombres, aunque unos aporten más y otros menos, pero que cada uno ponga su “granito de arena” para que no sea tan pesada la situación, de por sí, complicada.


  • 11 sept 2019
  • 2 Min. de lectura

La reflexología es una práctica ancestral de origen chino, aunque también se han encontrado vestigios de su uso por los egipcios y algunas zonas de la India, que basa sus preceptos en la estimulación de ciertas zonas del cuerpo como las manos o los pies, que supuestamente se encuentran conectados con los distintos órganos del cuerpo dependiendo del lugar y los puntos en donde la estimulación se lleve a cabo.


El objetivo es reducir el dolor o curar enfermedades relaciondas con los órganos dañados o en aquellos que el reflexólogo considere que se encuentren en riesgo. Es importante aclarar que éste método no se considera como una fuente confiable de diagnóstico y tratamiento de enfermedades por lo que se encuentra dentro del rubro de las llamadas terapias alternativas.


reflexología

Existen algunos estudios científicos que han tratado de comprobar si la reflexología podría considerarse dentro de la metodología científica, sin embargo, hasta el año 2009, de 43 estudios aplicados solamente 5 de ellos contaban con la rigurosidad metodológica y comparativa con grupos de control suficientes como para considerarse válidos.


Si bien tampoco se ha comprobado que cause efectos dañinos, si puede llegar a retrasar el proceso de diagnóstico y tratamiento oportunos de alguna enfermedad grave por confiar en la supuesta experiencia del reflexólogo. No se ha comprobado que este método tenga mayor eficacia que la de la sugestión o el efecto placebo.


Un reflexólogo no es un profesionista certificado ni un médico por lo que es muy importante nunca sustituír un trataiento médico o psicológico con reflexología.


Si bien puede ayudar a mitigar el dolor, ésto es a corto plazo y solo de forma temporal. Puede llegar a generar una sensación de relajación momentánea debido al masaje y al contacto físico que se brinda pero no más que eso.



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