top of page

Artículos sobre Ayuda Psicológica

Actualizado: 7 sept 2019

La llegada a la tercera edad no resulta fácil en la sociedad contemporánea. No solo por las actitudes de discriminación que todavía ejercemos hacia la vejez, sino también por la sensación constante reflejada en os medios de comunicación de que debemos ser siempre jóvenes y mantener un cuerpo y una imagen escultural el mayor tiempo posible.


Ésto nos enfrenta a una realidad que pocas veces nos damos el tiempo de reflexionar y que generalmente hace su aparición en la mediana edad, cuando nos damos cuenta de que nuestros padres no tiienen la misma energía y vitaidad que solían gozar anteriormente. Múltiples son las enfermedades que los pueden llegar a aquejar y que son comunes en nuestro contexto: diabetes, hipertensión, problemas cardiacos, demencia, alzheimer o incluso el cáncer son solo algunas de las que se pueden presentar durante nuestra vida y especialmente en la edad adulta.



tercera edad duelo

Lo anterior nos lleva a vivir lo que en psicología conocemos como duelo anticipado; esto es, vivir las etapas de duelo (negación, ira, negociación, depresión y aceptación) pero sin la pérdida real o competa de la persona a quién amamos, en este caso nuestros padres.


El estar presentes y ser testigos del deterioro gradual que van sufriendo durante el transcurso de la enfermeda nos lleva a cuestionar a nuestro modelo internalizado de nuestro padre o nuestra madre. Independientemente de si fueron o no cariñosos con nosotros o del tipo de relación que tengamos con ellos, la enfermedad física nos lleva de inmediato a preguntarnos hasta dónde debems intervenir y hacernos cargo de esa persona que solía ser independiente y que ahora necesita de nuestros cuidados.


Desafortunadamente no es una respuesta sencilla. dependerá del grado de compromiso que podamos y queramos asumir en los traslados, consultas, tratamientos, apoyo emocional, etc. que nuestro paciente necesite. Es importante no sobrecargarnos de actividades pero tamocoo mantenernos completamente alejados de la situación. El involucrarnos no solo nos abre una nueva oportunidad de relacionarnos con la persona sino que también nos permitirá sobrellevar el proceso de duelo de manera mucho más efectiva cuando la persona ya no esté.


Es importante mantenernos informados y en comunicación constante con los médicos y personal de apoyo en su cuidado, así como monitorear constantemente cómo nos estamos sintiendo y de ser necesario solicitar ayuda psicológica para nosotros de tal manera que se nos pueda dar un acompañamiento efectivo en este proceso de duelo.

  • 1 jul 2019
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 8 mar 2020


No importa si la amenaza es real o imaginaria, la mente y el cuerpo reaccionarán igual.

Experimentar una crisis de ansiedad es una de las peores sensaciones emocionales que podemos vivir en un periodo breve de tiempo, ya que es un sentimiento tan intenso que parece que vamos a morir. Por lo tanto, actuamos como si fuéramos a morir: algunos no pueden moverse, otros lloran, gritan, se agitan, avientan cosas, e incluso pueden llegar a autolesionarse para lidiar con el malestar y intentar calmar la ansiedad.


Cómo calmar la ansiedad es una de las interrogantes más urgentes de las personas que la padecen, y por lo mismo intentan todo aquello que les prometa disminuir aunque sea un poco esa angustia de muerte para poder recuperar su sentimiento de seguridad y así, su vida.


En la web podemos encontrar muchos consejos y técnicas que nos ayuden a disminuir o tolerar la sensación desagradable, prometiendo que disminuirá la ansiedad como bañarnos con agua fría, apretar un hielo con la mano, gritar, correr o cualquier otra actividad física demandante, meditación, ejercicios de respiración, etcétera.


Todas estas técnicas para calmar la ansiedad pueden ser útiles de diferente manera para cada persona y lo que intentan es buscar un estímulo físico fuerte que pueda sacarnos de ese abismo emocional. Son funcionales y no está de más tener nuestra propia técnica, sin embargo, el problema de la ansiedad es mucho más profundo que técnicas momentáneas, ya que es el resultado de maneras de afrontar el medio inadecuadas o de exponernos a altas demandas del mismo, tanto internas (como las expectativas, la perfección, los detalles) como externas (el trabajo, exámenes, tareas intensivas contra reloj).


La crisis de ansiedad o un ataque de pánico, son la respuesta a la pérdida de nuestra seguridad vital y a pesar de que existen fármacos y alternativas para sobrellevarla, es necesario vivir un proceso emocional, ya sea psicoterapéutico o de aprendizaje y adaptación personal (para aquellos suertudos que han logrado superarlo solos) que nos permita desarrollar las herramientas adecuadas y las modificaciones necesarias en nuestro estilo de vida para evitar que los niveles de ansiedad se vuelvan cíclicos y los experimentemos una y otra vez durante muchos años a un punto donde calmar la ansiedad ya no sirve de mucho.


No te detengas a pedir ayuda, dejar que el vaso se derrame y hacerte el fuerte sólo tiene consecuencias a largo plazo. ¿Para qué aprender a calmar la ansiedad para siempre si puedes aprender a evitarla?

  • 24 jun 2019
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 8 mar 2020

"La homosexualidad en efecto no es ventaja alguna,

pero no es nada vergonzoso, ni vicioso, ni degradante,

simplemente no puede clasificarse como enfermedad."

Sigmund Freud - Carta respondiendo a una

petición de una madre norteamericana para

curar la homosexualidad de su hijo, 1935



La homosexualidad no es una enfermedad

He estado recibiendo o leyendo preguntas y comentarios desde diferentes lugares (padres de familia, profesores, personas en general) acerca de qué opina la psicología y la psicoterapia sobre la homosexualidad. Sus orígenes, los tratamientos que se ofrecen a personas que presentan esta "tendencia" y sobre todo, algo que me parece gravísimo, si existe una cura o una forma de prevenir que un niño o niña se "trasforme" en homosexual. Básicamente se habla de alguna forma de "protegerlos" del entorno tan abierto a nivel sexual que básicamente promueve la visualización de la homosexualidad como algo válido y posible.


Para ser completamente sincera me parece preocupante esta situación. Desde 1973 la psiquiatría y la psicología (Comienza en los Estado Unidos y después es adoptada por la OMS a nivel mundial) desclasificaron a la homosexualidad como una enfermedad mental y en el 2018 se desclasifica la transexualidad. Y estamos discutiendo este tema nuevamente en pleno siglo XXI, más de 40 años han pasado y seguimos preguntándonos cómo quitarla, me parece que la pregunta en sí misma aunque válida (toda pregunta lo és) es escandalosamente tendenciosa.


La homosexualidad es una orientación sexual, no es una "elección" y minimizar el impacto

llamándolo "gusto" o "preferencia" y colocándolo en el mismo estatuto que cómo "preferimos" o "nos gusta" comer o vestir es aberrante y carente del conocimiento más básico, por no decir de nula empatía. La orientación sexual ÉS y todo intento por modificarla, variarla o contenerla genera estragos graves en la forma en la que una persona se conceptualiza a sí mismo y a su entorno.


El problema principal al que se enfrenta la comunidad LGBT+ es el rechazo y escarnio social presente en las escuelas, en las familias de origen, en los ambientes laborales, en las instituciones de salud y en la sociedad en general, el cual genera problemáticas psicológicos graves como depresión y ansiedad hasta el punto de que un joven LGBT+ tiene más probabilidad de abandonar la escuela, cometer suicidio o ser violentado o asesinado en un 70% más que otra persona de su misma edad y estrato socioeconómico.


El problema de la homosexualidad es el ataque constante que la sociedad ejerce sobre la comunidad LGBT+, pues al referirnos a esta comunidad, no hago otra cosa que puntualizar que está conformado por personas, seres humanos cuyo problema no es su orientación sexual sino una sociedad que pretende hacerse de la "vista gorda" y aceptar e incluso fomentar la violencia, la discriminación y la intolerancia (todas ellos actos penados por la ley).


La manifestación de la sexualidad y el amor no es una enfermedad, el odio y la violencia social (verbal y física) hacia la homosexualidad si lo és.

bottom of page