top of page

Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 14 may 2019
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 7 sept 2019



La mirada, la sonrisa y el poder decir "no" reflejan el autoestima de tu hijo.

Una preocupación frecuente en la paternidad actual es el desarrollo saludable del autoestima en los hijos. ¿Cómo aumento su autoestima? ¿Qué de lo que yo hago daña su autoestima?¿Por qué mi hijo no puede defenderse en la escuela? Estas y más preguntas al rededor del tema del autoestima infantil son planteadas por padres que llevan a sus hijos a consulta y en este artículo hablaremos de algunos de los factores necesarios en el desarrollo infantil para el desarrollo de una autoestima saludable. El primer factor es el vínculo de apego con el cuidador primario, es decir, la persona que mayormente cuida al bebé, su madre, su abuela, su padre. Actualmente es común que el cuidador primario sea alguien distinto a la madre y es por eso que han surgido dudas respecto, sin embargo, el bebé desarrollará ese vínculo con la persona que lo alimente, lo cuida, lo calme, e incluso satisfaga sus necesidades afectivas. ¿Imaginas cómo un vinculo donde no se cubrieron las necesidades básicas de una manera adecuada puede afectar? Solemos replicar estas primeras relaciones en las posteriores y es importante evaluar la manera en la que interactuamos para aprender a desarrollarnos mejor. Un ejemplo claro de este factor es cuando como padres solemos ser muy "nerviosos" o "preocupones" y ese afecto afecta la seguridad de nuestro hijo y como consecuencia su autoestima. Otro factor importante es el desarrollo de la autonomía en las primeras etapas. Algo que les comento a los padres cuando no saben qué responsabilidades deben asignarles a sus hijos es "Si él ya puede hacerlo, que lo haga", es decir, si su desarrollo motor, cognitivo, le permiten que ya pueda lavarse los dientes solito, hay que ayudarle y alentarlo a que lo haga por su cuenta y tratar se modelar la manera de hacerlo hasta que pueda realizarlo correctamente en lugar de hacerlo por él. Si ya puede levantar su plato, si puede tender su cama, si puede recoger sus juguetes, que lo haga. Esto permite un desarrollo de su independencia de manera responsable y por lo tanto un autoestima saludable. El siguiente factor podrá ser muy interesante para todos aquellos padres que suelen darle el celular o la tablet a niños menores de 6 años. Los niños necesitan jugar con su imaginación. La mayoría de los juegos y videos que ponen reproducen en los aparatos electrónicos requieren únicamente observar, como manera de interactuar, en otras ocasiones es seguir un patrón de instrucciones o pasos y poco tratan de tomar el guión del juego. La imaginación es una habilidad que tiene que desarrollarse y que se puede atrofiar, los niños no pueden expresar sus pensamientos y emociones como lo hacemos los adultos y en el juego libre tienen la oportunidad de resolver situaciones que les causan emociones difíciles de procesar. Estos tres puntos que abordamos el día de hoy son indispensables para el desarrollo del autoestima en niños. Podremos darles muchos juguetes y premios, salidas y el mejor colegio de la ciudad, pero si no tienen estas tres cosas, los niños no podrán desarrollar un autoestima saludable durante sus primeras etapas de desarrollo.

 
 
 
  • 4 jun 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 7 sept 2019



La forma en la que nos amamos a nosotros mismos nos coloca en la posibilidad de amar a los demás, nos da una visión más clara de los lugares en los que nos colocamos frente a quienes nos rodean. Por ejemplo, si yo no me quiero ¿cómo pediré amor en quienes me rodean?, si yo no me quiero ¿cómo voy a saber cuando alguien más lo haga?

El autoestima va regulando nuestra interacción con nuestro entorno además de que ayuda a construir quiénes somos, pero ¿qué sucede durante la adolescencia si precisamente ahí es cuando gran parte de la personalidad se va consolidando? El adolescente buscará el amor en aquello que le sea familiar (igual que los adultos), por esto es importante reflexionar sobre cómo se ha ido consolidando el amor en mi hijo adolescente.

Si, los jóvenes se cuestionan de dónde vienen y hacia dónde van, dejan de lado algunas expectativas infantiles y retoman aquellas que les van haciendo más sentido y que construirán su personalidad.

Si al adolescente le es complicado ver sus defectos, e incluso en casos distintos donde sólo ven aquello "malo" en ellos, muy probablemente tendrán dificultades para aceptarse de una manera completa. Podemos citar ejemplos sobre aquellos adolescentes que hacen de todo para poder encajar en un grupo, aquellos que deciden no tener amigos, los que se ponen en situaciones de riesgo constantemente y parece no importarles, quienes se autolesionan o incluso con aquellos que parece que nada les pasa y sólo los conocemos contentos y complaciendo a los demás. Son ambos extremos donde es importante poner atención para prevenir una situación grave.

Como padre, ¿cómo puedo observar la forma en la que mi hijo se ama?

  • Observando a sus amigos, ¡ojo!, no si me caen bien a mi o no, más bien en la forma en la que ellos tratan a mi hijo y lo apoyan. Si veo que él o ella confía en su grupo.

  • La forma en la que mi hijo adolescente trata a su cuerpo. No sólo que lo vista "bien" si no la forma en la que lo cuida, si es confiado de su cuerpo a pesar de los cambios físicos que va viviendo, si observo que experimenta con formas de vestir, que esté al pendiente de el.

  • Escuchando lo que él o ella piensa de sí mismo. Recordemos que todos tenemos una voz interior que nos acredita o perjudica en nuestro diario vivir. Cuando nos equivocamos muchas veces somos nuestros peores verdugos, ¿mi hijo cómo se habla a sí mismo?

  • Si mi hijo acepta las cosas que hace bien, que no se minimiza o devalúa. Es un límite sano entre exigirse más por que sabe que puede pero reconociendo aquello en donde puede poner más empeño.

  • Observar aquellos chicos o chicas que le interesen en una relación de pareja. ¡Claro!, nosotros elegimos el amor en una pareja lo más cercano a la forma en la que nos amamos... o no nos amamos.

  • Estando al pendiente de la forma en la que se desenvuelve con quienes le rodean. Mi hijo (a) puede ser tímido y no necesariamente tener problemas de autoestima, así como también puede tener muchos amigos e internamente no amarse. La clave está en su lugar frente al grupo y en las formas en las que logra tener ese lugar.

Observando las formas en las que mi hijo se relaciona consigo mismo y con los demás me permitirá prevenir alguna situación en la que haya que poner atención antes de que sea demasiado tarde.

 
 
 
  • 27 may 2017
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 7 sept 2019



Lo que se hereda con el nombre

Existen muchas creencias acerca del significado de los nombres y lo importante que es la elección del mismo para el futuro del hijo. Es tanto el furor de este tema que se han escrito miles de libros y páginas en internet acerca del significado de los nombres. Sin embargo, esto ha dejado de lado el hecho de que el nombre en sí encierra un mito para el propio niño que se nombra.

El nombre es algo que se nos impone, por lo tanto, es algo que no elegimos, lo aceptamos y nada más, al menos en la mayoría de los casos. Pero, ¿qué importancia tiene el nombre en nuestra vida?

Ciertamente no para todos tiene el mismo peso su nombre, sin embargo, en muchos casos éste define, sin que sepamos, la manera en que vivimos y nuestra personalidad. Esto se debe a que las expectativas de nuestros padres se depositan en nosotros desde antes de nacer y el nombre es la manera de marcarlo y hacerlo real. Por lo general, se elige "porque el abuelo se llamaba así" o "debe llamarse igual que el padre o la madre" o incluso como algún ídolo o la estrella pop del momento.

Pero todo esto lleva impreso un mito creado por nuestros padres y las personas que influyen en la elección. Nombrar al hijo significa darle un rumbo que seguir y por lo tanto una meta que alcanzar o superar.

Por lo tanto, el mito del nombre puede hacer que nos sintamos inferiores o indignos y lo expresamos en la vida diaria, como si cargásemos una pesada piedra en la espalda, como si por más que nos esforcemos no podemos cumplir con lo que se espera de nosotros haciéndonos sentir frustrados.

Sin embargo, existe una forma de apropiarnos de ese mito, de reescribir los objetivos que deseamos alcanzar y por lo tanto el rumbo de nuestra vida. Se trata de adueñarnos del nombre, de hacer que valga, para nosotros y para los demás, por ser propio y no por las expectativas que trae consigo al momento de elegirlo, de conocer la historia y reconciliarnos con ella para que deje de ser un mito y se vuelva realidad.

Es necesario aclarar que este no es siempre un trabajo fácil de hacer y podemos necesitar ayuda para no perdernos en el camino o incluso para poder esclarecer quién será de ahí en más el dueño de ese nombre. Esto es un camino que vale el esfuerzo recorrer.

 
 
 
bottom of page