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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 8 mar 2022
  • 4 Min. de lectura

La atención en los problemas #psicológicos que se dan entre hombres y mujeres es relativamente reciente. Es hasta los años 80 y 90s del siglo pasado que se empiezan a llevar a cabo estudios clínicos en la población femenina exclusivamente y donde se comienza a prestar más atención también a los problemas #psicológicos que afectan mayormente a las mujeres.

Es por ello que en el marco del #DiaInternacionalDeLaMujer es necesario cuestionarnos sobre dichos problemas y el rumbo que estamos tomando como sociedad para brindar espacios seguros y de apertura para las mujeres.

Comenzaremos por delimitar que las afecciones #psicológicas no tienen un origen biológico exclusivo. Si bien factores como la herencia, los cambios y diferencias hormonales entre hombres y mujeres, discapacidades, etc. Influyen en el desarrollo de trastornos #psicológicos, no son determinantes en su surgimiento ya que siempre vendrán acompañados del contexto social y su influencia en nuestro desarrollo.


Día Internacional de la Mujer

Como mexicanos, seguimos enfrentando serios problemas de equidad de género que afectan a las mujeres y que las vuelven más vulnerables a ciertos padecimientos. La desigualdad económica, por ejemplo, limita a muchas mujeres a poder acceder a tratamientos completos y especializados. La exposición al estrés y el manejo de la presión varía también entre hombres y mujeres, siendo estas últimas en muchos casos, las que se siguen haciendo cargo de manera exclusiva de las tareas del hogar, por lo que una mujer que trabaja y además se encarga sola del hogar tendrá más responsabilidades que además no serán remuneradas.

Otro factor importante es que debido a la persistencia de una cultura #machista las mujeres siguen viéndose imposibilitadas de tomar decisiones financieras en sus hogares, donde el hombre puede ser aún visto como la “cabeza de familia”.

Las mujeres son más proclives a sufrir #violencia en casa y muchas veces se les priva de derechos como el de un salario digno o la participación en decisiones políticas. Las mujeres, en general, tienden a presentar las condiciones sociales que aparecen como factores desencadenantes de trastornos mentales como la falta de apoyo y de remuneración económica, la pobreza, #violencia y #abusosexual.

En el #DiaInternacionalDeLaMujer nuestra tarea como sociedad deberá incluir la atención a la salud mental de las mujeres y que se puedan promover acciones concretas para su atención. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica del Instituto Nacional de Psiquiatría se reveló que los padecimientos que se presentan con mayor frecuencia en las mujeres son los trastornos de ansiedad y depresión, seguidos de los desórdenes alimenticios. De acuerdo con especialistas del instituto, dichos padecimientos aparecen como resultado o se ven fuertemente influenciados por la prevalencia del #SistemaPatriarcal, esto es, el mantenimiento de la idea de dominio y poder del hombre hacia la mujer, y la #violencia física, #psicológica y económica a la que las mujeres están expuestas.

Sumado al mantenimiento de muchas de las prácticas #machistas que aún hoy a pesar de los avances que se han dado en la visibilizacion de la equidad de género, encontramos también los estereotipos de género que son aquellas características que socialmente le adjudicamos a las personas de acuerdo al #género al que pertenecen y que muchas veces impiden la atención oportuna de los trastornos mentales. A muchas mujeres, por ejemplo, se les sigue exigiendo sumisión ante el hombre, se minimiza su malestar #emocional o se ignoran las señales de alerta. Los estereotipos nos llevan a decir, por ejemplo, que una mujer no debería sentirse triste después de un embarazo o que debería dejar a su esposo que la golpea ignorando todo el contexto particular que vive cada mujer.

Se le llama interseccionalidad a los diferentes factores que pueden conjuntarse y que complican aún más la atención oportuna de la salud mental, una mujer a la que se le discrimina por el hecho de ser mujer pero que además sufre de #violencia, fue abusada o posee alguna discapacidad tiene desafortunadamente aún menos posibilidades de recibir un tratamiento oportuno según revelan las estadísticas.

Dentro de los factores que dificultan el asesoramiento profesional en la mujer destacan: la sobreprotección, minusvaloración y estigma de la familia; las cargas familiares y el rol de cuidadoras, la dependencia emocional y/o relacional con la familia, el estancamiento de su vida profesional, el deseo impuesto por mantener una “buena imagen” y el menor acceso a recursos especializados.


Mujeres y salud mental

A propósito del #DiaInternacionalDeLaMujer resulta urgente visibilizar el maltrato, #AbusoSexual y #violencia que viven las mujeres y particularmente aquellas que padecen alguna enfermedad mental. Al menos el 80% de las mujeres con un trastorno mental grave manifiestan haber recibido al menos alguna vez en su vida algún tipo de agresión #sexual y el riesgo que tienen estas mujeres de ser violentadas por su pareja aumenta entre 2 y 4 veces en comparación con las mujeres que no lo padecen.

Algunas de las causas que aumentan la vulnerabilidad de las mujeres con trastornos mentales graves son: el estigma social sobre las enfermedades mentales que provoca aislamiento, no contar con una red de apoyo o con independencia económica, #discriminación y rechazo social, baja #autoestima y justificación de la actitud agresiva.

Dentro de las acciones a tomar como sociedad encontramos:

  1. Fomentar la denuncia por parte de la #victima de agresion y no ser cómplices de delitos de discriminación o abuso físico y sexual.

  2. Adquirir y promover información sobre los trastornos mentales, especialmente aquellos que tienen que ver con el estado de ánimo cómo la #ansiedad y la #depresión.

  3. Estar abiertos a escuchar a las mujeres sobre sus sentimientos y evitar prolongar prejuicios o creencias falsas que nos llevan a minimizar los síntomas.

  4. Contar con información de contacto de asociaciones civiles y #psicólogos y #psiquiatras públicos o particulares con los que se pueda acudir o referir a algun familiar o amiga.

  5. Incentivar en nuestros hijos e hijas la educación con enfoque de género y el conocimiento sobre las señales de alerta de una mala salud mental.

En general, la invitación es a qué este #DiaInternacionalDeLaMujer sea un buen momento para visibilizar y comenzar a ejercer acciones concretas para fomentar una sociedad más #incluyente y #equitativa.


  • 14 oct 2021
  • 4 Min. de lectura

Síndrome del impostor y su relación con el éxito

Lograr #éxito personal, conseguir el empleo por el que siempre se trabajó, obtener #méritos académicos y reconocimiento, o tener una relación de pareja sana y estable, llegar a esto y de alguna u otra forma dudar acerca de merecerlo, sentir que los logros que se están dando vienen por cosa de suerte, casualidad o por ayuda de alguien más, en lugar de ser el resultado de hacer las cosas bien y de esforzarse. Esta idea de estar engañando a aquellos que reconocen la dedicación y que en cualquier momento se pueden defraudar si descubren "la verdad", tiene un nombre asociado y es más común de lo que se podría pensar. Se le conoce como síndrome del #impostor a la sensación de no merecer los éxitos alcanzados, encontrarse incompetente y demeritar las propias capacidades, y aunque no se encuentra clasificado como un síndrome en manuales de diagnóstico de trastornos, reúne una serie de síntomas que aquejan a una gran cantidad de personas. Hablemos de manifestaciones, causas y acciones para detectar y abordar esta condición.


Partamos nombrando características y señales que pueden apoyar a reconocer si se presentan rasgos de este extendido síndrome. Las personas que padecen estos síntomas viven con #angustia y ansiedad por la sensación de ser descubiertos en cualquier momento, imputan sus logros a diversas causas externas, pero no hay reconocimiento del trabajo o de las causas internas que han llevado a conseguirlo. Existe en ellas una sensación constante de #culpa en torno a los éxitos conseguidos, necesitan creer que merecen algo para poder disfrutarlo y eliminar el sentimiento de culpa que no está justificado. Otra señal característica es un elevado nivel de #autocrítica, encontrando fallos en cada detalle acerca de lo dicho o hecho con tendencia hacía agrandarlos, así como un bajo nivel de autocompasión para los propios errores. Por último, tienen dificultades para lidiar con los elogios sin importar de quien vengan pues se duda de la credibilidad en el reconocimiento.


Las causas asociadas al #síndrome son diversas, algunas de estas características pueden derivar de la forma en la que se recibieron los primeros éxitos, del #valor que se le dio a la idea del reconocimiento, los logros y la responsabilidad, sí durante el crecimiento se formó la creencia de que el esfuerzo "era algo que se debía hacer, porque era un deber hacerlo" los logros vendrían sin satisfacción. Una fuente importante del síndrome es la falta de #autoconocimiento, al no tener consciencia acerca de las propias particularidades, esas características esenciales que diferencian a una persona de otra, eso que se hace tan bien podría parecer algo que se da por descontado pues siempre se ha dado de esa manera, sin notar estos elementos incondicionales dentro de cada acto. Por otro lado, una causa social acerca del síndrome del impostor es el #género mayoritario que lo padece, siendo las mujeres quienes lo experimentan con más frecuencia que los hombres debido a las construcciones familiares y sociales que forman la expectativa a cumplir, lo esperado de acuerdo a como deberían de lograrse o comportarse.


Interiorizar las experiencias de éxito puede ser realmente un reto pues a pesar de hacer las cosas bien esto no cambia la #creencia y el pensamiento continua ahí, incluso puede llevar a esforzarse de más para compensar las dudas y evitar ser "descubiertos", reforzando este ciclo y perpetuándolo. Este sentimiento de ser impostor puede llegar a bloquear y convertirse en una barrera en el desarrollo de diferentes áreas, aquí van algunas ideas y acciones a considerar para contrarrestarlo:


Empezar a ser consciente de la retroalimentación externa

Se puede comenzar por dejar de minimizar los elogios, opiniones o críticas, decir "gracias" en lugar de "esto lo hace cualquiera", decir "lo valoro, lo tomaré en cuenta", en lugar de "fue cosa de una sola vez". Esta acción contrarresta la creencia automática de no merecer el reconocimiento, brindando control interno.


Analizar la consecución de los resultados

De cada objetivo alcanzado hay una serie de pasos previos que permitieron llegar a ese punto, realizar este análisis con atención permite conocer en qué medida hubo preparación y cuanto viene de sí mismo, estas son evidencias racionales para identificar que las cosas no vinieron por cuestión de algo externo.


Conocer la propia medida de síndrome del impostor

Un cierto grado de esta sensación puede aquejar a todos en determinado momento de la vida, al empezar una nueva etapa, el cambio puede llegar a sobrepasar. El síndrome del impostor por un tiempo puede funcionar como un motor para empezar a hacer cosas nuevas o diferentes que no se han hecho antes, se puede dar un tiempo para medir hasta qué punto esta sensación es sana y adaptativa y a partir de qué punto es limitante.


Es importante reconocer el grado en el que estos síntomas sobrepasan la capacidad de manejo y es necesario acudir con un #terapeuta, no solo para regular y reducir las sensaciones, si no para conocer además las #causas por las que se originaron estas creencias y pensamientos. No todo puede salir siempre de forma correcta y tratar de tener el control de ello es desgastante, aceptar que sobre la marcha es posible que se den errores y que de ellos se puede aprender también de una manera distinta.




Psicóloga Estefany Hernández


Atención Psicológica de niños, adolescentes y adultos


Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara

  • 29 abr 2021
  • 3 Min. de lectura

Tener pareja en la modernidad es un reto.

En una ocasión una terapeuta me comentó durante una conversación acerca de relaciones de pareja, una frase que se quedó en mí de forma significativa: "no hay vínculo sin riesgo". Y es que vincularnos emocionalmente con otra persona nos expone #vulnerables, entre el rechazo, la falta de garantías reciprocas, la incertidumbre o la vergüenza, existen diferentes formas en las que la vulnerabilidad se hace presente en pareja. Mostrarse o ser vulnerable suele ser señalado como algo indeseable, algo que se pretende no sea visto por otros, a pesar de ello y de forma paradójica, es la misma vulnerabilidad la que posibilita entrar en contacto con vínculos humanos satisfactorios y significativos.


¿Será que existe algo en las personas que si otros saben o ven de ellos no los hará merecedores de un vínculo? Está idea social de la vulnerabilidad asociada a la debilidad, refuerza el pensamiento de que, para ser suficientemente buenos, la parte vulnerable necesita ser ocultada, disimulada ante los demás para ser dignos de ser vistos. Sin embargo, cuanto menos #auténticos nos relacionamos menos probabilidades tenemos de acercarnos a relaciones humanas #genuinas, por lo que para ser vistos, necesitamos dejarnos ver.



Parejas saludables y afectivamente responsables.

Al entender como inherente la parte vulnerable de nuestra persona, se puede dar paso a la #introspección para cuestionarse, ¿Qué es eso que me hace sentir vulnerable? ¿Qué significa para mí la vulnerabilidad? Para responder, se requiere de la validación y tolerancia para que el entendimiento sea hacía la comprensión, pues resultaría ilusorio tener compasión por otros si hacía adentro nos vemos con indiferencia. Verse vulnerable en pareja no sólo implica poder relacionarnos con nuestra propia vulnerabilidad, implica también permitirse escuchar y acoger la vulnerabilidad del otro. Al no vernos con honestidad, corremos el riesgo de reproducir la evitación y el rechazo que se realiza individualmente.



La expresión y sentimiento de vulnerabilidad se experimenta de distinta forma entre hombres y mujeres, las normas y expectativas de la #cultura y la distinta educación que hemos recibido por #género, influyen en su manifestación. Mientras que para los hombres la expresión de vulnerabilidad no está consentida, son aspectos como el orgullo o el #machismo los que llegan a determinar su exteriorización. Para las mujeres en cambio, aunque el sentimiento y expresión de la vulnerabilidad tampoco este permitido de forma explícita, el entendimiento es con mayor empatía y es esperado que la gestión de las emociones sea llevada por sí mismas o en compañía de otras mujeres. En los contextos de pareja, la visión de la vulnerabilidad pone de relieve estas características distintas, si en suma colocamos habilidades carentes para la comunicación, nos encontramos con estados de incomprensión que mantienen la negación de la vulnerabilidad en los vínculos de pareja.



Vulnerabilidad y vínculo en la pareja

Para transitar la vulnerabilidad es necesario entenderla como una exposición emocional, como la sensación de incertidumbre de mostrarnos sin certezas movidos por la valentía, reordenando así el sentido de la vulnerabilidad, de lo vergonzoso, lo incomodo o débil, hacía lo necesario, lo esencial para vivirnos auténticos para nosotros mismos y para los demás. El valor de renunciar al ideal de lo que debemos ser, para vernos y ser vistos como realmente somos es lo que permite verdaderas conexiones. Amarse y amar al otro como es, con la comprensión de la vulnerabilidad, constituye uno de los grandes #desafíos para las relaciones de pareja. Atender la #vulnerabilidad como la medida más precisa de valentía y consideración, nos permite dejarnos ver, nos permite creer que somos suficientes y merecedores de vínculos afectivos sanos y satisfactorios.


Sobre el autor:



Psic. Estefany Hernández

Atención a niños, adolescentes y adultos

Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara

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