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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 1 dic 2022
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 7 mar 2023

¿Cuántas veces has dejado de hacer algo que querías por el miedo al qué dirán?

¿Cuántas veces te has sorprendido y has #admirado en secreto a otra persona que sin importar lo que digan otros, ha tomado decisiones fuertes que han cambiado su #vida, sin que eso lastime su #autoestima?

¿Cuántas veces has hecho

críticas

cosas solamente por #satisfacer a otros?


El #amorpropio es el principio de la #saludmental. Es la voz dulce con la que nos hablamos cuando hacemos algo de lo que estamos orgullosos, la que nos da la fuerza para ver nuestras fallas y usarlas para hacer de nosotros una persona mejor.


Cada día tomas decisiones que, una a una, van dando forma a tu historia de vida, desde la hora en que te levantas hasta que regresas a la cama, muchas de ellas parecen cotidianas e insignificantes pero otras forman en tu mente verdaderos torbellinos que se llevan tu tranquilidad porque no sabes qué es lo que quieres. Cuando tomas una decisión tomas en cuenta lo que tú quieres, lo que quieren los otros, si tiene un costo de tiempo y/o dinero y las consecuencias de hacerlo o no. Es un dialogo contigo mismo que ya es complicado. Entonces ¿Por qué nos complicamos más preguntándonos qué dirán los que forman nuestro entorno social?


convivencia

La sociedad en la que vivimos es parte de nuestra #identidad, nos identificamos con el gusto de disfrutar cosas que nos rodean o nos molestan las mismas problemáticas. Hablamos, nos miramos y formamos comunidades que nos hacen fuertes, es por eso que la forma en la que nos tratan nos provoca emociones, nos hace sentir bien, o mal y hace que nuestros días se llenen de un buen ánimo o no y con eso crea un impacto en nuestro #amorpropio.


Si tus #decisiones parten de una #autoestima fuerte, de un #amorpropio sólido, podrás vivir en #armonía con tu ser, pero si tus experiencias de vida no te han dejado ver lo valioso que eres, y tu #amorpropio está quebrado, entonces, las criticas pueden ser muy dolorosas, y preferirás no enfrentar el riesgo de ella dejando que otros tomen #decisiones por ti.


Las críticas pueden ser muy destructivas, y cuando hablamos no notamos el poder de las palabras, ignoramos que cada una de ellas llevan a los otros #amor u #odio, #felicidad o #amargura, #vida o #muerte. Sabemos que las personas que llevan en su interior #bondad construyen un mundo mejor con cada palabra que dicen y aquellos que llevan #odio en su #ser solo podrán hablar mal de los otros, alimentarse de sus desgracias difamar a quiénes envidian.


Nuestra #comunidad sería mejor si fuéramos capaces de respetar las diferencias, si nuestra forma en que #pensamos sobre nosotros mismos fuera tan bella que pudiéramos ver belleza en cada ser humano y alegrarnos por sus #éxitos sin temor a ser menos, reconociendo que, si a las personas que nos rodean les va bien, nuestra #comunidad será cada día más exitosa en sus proyectos que emprenderán con la confianza de que recibirán apoyo, más prospera en sus relaciones personales basadas en la #confianza y más #feliz con lo que hace cada día. Si yo hablo bien de mi mundo hago de el un lugar mejor para vivir.


Psicoterapeuta Leticia Martínez Meza.

  • 28 may 2019
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 8 mar 2020

“Alguien me habló todos los días de mi vida

al oído, despacio, lentamente.

Me dijo: ¡Vive, vive, vive!. Era la muerte.”

Jaime Sabines - #JaimeSabines



Duelo, muerte o fallecimiento.

Algunos llegan a considerar que la #celebración (y los #rituales) correspondientes al día de muertos son anticuados, ajenos o incluso macabros, sin embargo el #DíadeMuertos brinda perspectiva, en el mejor de los casos, posibilita reflexión y remembranza acerca de la vida y gustos de las personas que ya no están con nosotros, estableciendo que ese día si están, a través de historias y anécdotas que posibilitan establecer un noción de continuo sobre las historias #familiares, sobre el ciclo de la vida y de la muerte.


El tema de la #muerte es, y sigue siendo un tema tabú, se sabe que está ahí, se sabe que ocurre y que nos ocurrirá a cada uno de nosotros pero no se habla de las dudas, del miedo, de la enfermedad. Incluso hablar del cielo, del infierno o de la nada se torna en un tema incómodo, fuera de lugar o "políticamente incorrecto". Uno no habla de la muerte y cada uno de nosotros tiene su muy particular forma de sentirla, con lágrimas en los ojos o con nudos en la garganta, con profundos silencios, sueños o pesadillas, con dudas, culpa o resignación. Para lo que "quedamos vivos" la muerte tiene su propia carga emocional, su contexto e historia particular.


El reconocimiento de la muerte, la perspectiva de esta paradójicamente mantiene inherente la presencia de la #vida, la calidad de esta, cuestiona la vida que vivimos, la forma en la que nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos, ¿realmente estamos viviendo? ¿cómo vivo y porqué vivo?


Lejos del concepto de la comodidad, del consumo, del "poseer", del comprar, del posar para la foto, lejos, muy lejos de la inmediatez me parece que se encuentra la muerte saludando, ¿qué importa la imagen o el filtro de la foto ante ella? Incluso me parece que no importan los ideales, ni las buenas palabras, ni los elogios o las piedras lanzadas, importa la vida, importa #vivir y #ser.


He escuchado muchas veces la imposibilidad de parte de la familia de hablar de los "defectos" de los muertos, de los daños que hicieron en vida, de sus rasgos de personalidad infames, pero el muerto es - fue - una persona, un humano, la muerte no nos santifica, simplemente es muerte y pone por si misma una pauta para la continuidad de la vida que dejamos, por lo que hicimos con nuestra vida que queda en el interior con los que viven con nuestros recuerdos.

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