Inicié este artículo con el título "5 consecuencias del alcoholismo a nivel emocional", sin embargo, mientras enumeraba cada una de ellas más claro me quedaba que el título causaba confusión. Las siguientes características no son hábitos o situaciones que aparezcan después de hacerse amigo íntimo de la bebida alcohólica, sino que cada una de estas conductas, son también síntomas que la persona ha manifestado desde antes, intensificándose o haciéndose notar durante el aumento del consumo. Dejando claro eso paso a hablar de cada una de ellas:
1) Autoconfianza débil. La seguridad en uno mismo es algo muy común dentro del consumo de sustancias, por lo que es más fácil caer en la tentación de cualquier vicio que me haga sentir mucho más seguro con su efecto, provocando, así, una sensación de falsa seguridad en uno mismo que por sí sola fortalece que el alcoholismo se sostenga por años, incluso aumentando.
2) Autosabotaje. Meternos el pie solitos, es un acto que expresa un conflicto interno de un nudo emocional, es decir, algo está pasando en uno mismo que es difícil poner en palabras por lo que mejor se actúa de manera "accidental" e inconsciente, experimentando después sentimientos de culpa o vergüenza que llevan a recurrir nuevamente al escape del alcohol.
3) Problemas de comunicación. Es común que las personas que beben alcohol digan cosas que en estado de sobriedad no dirían, también es común que tengan dificultad para expresar sentimientos y emociones de manera profunda. Es difícil darse cuenta de esto porque la mayoría de las veces durante la sobriedad se reprimen estas emociones, creando la ilusión de que tales emociones están bajo control.
4) Evitación de conflictos. Una manera de evitar enfrentar los conflictos es el alcoholismo, debido a que te permite experimentar una realidad distinta a la que se enfrenta día a día el sujeto. En ella, la persona puede verse más fuerte, menos vulnerable, mejor adaptada, con mayor aceptación e involucramiento social, de esta manera ¿quién no querría repetir esta distorsión?
5) Falta de límites. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Qué fue primero, el alcoholismo o la falta de límites? Definitivamente ser cada vez más laxos con los límites propios y el autocontrol es parte de la sintomatología que sostiene que una persona siga tomando, además es más probable que una persona con un pobre autoconcepto puede establecer límites saludables.
Todos estos puntos se pueden abordar tanto de manera individual como complementaria, sin embargo, no podemos decir que no se relacionan entre sí. El alcoholismo es más complejo de lo que se puede ver y la mayoría de los factores asociados son invisibles porque son normalizados (y fomentados) dentro de nuestra cultura mexicana. Cada alcohólico tiene una historia distinta, y por lo mismo, una manera de hacerse cargo de sí, distinta. Si en algún momento te gustaría descubrir más sobre ti mismo y esos nudos afectivos que no te permiten dejar de recurrir al alcohol, la psicoterapia individual y grupal, son una buena opción para ti.
コメント