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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 16 feb 2023
  • 3 Min. de lectura

#Dependencia y #codependencia emocional son términos que han tomado popularidad y se han difundido en varios medios en tiempos recientes, con mayor frecuencia en las relaciones de #pareja, donde se puede explicar la dificultad para separarse aún cuando se han vivido situaciones que han lastimado o ya no se siente una conexión entre ambos, y aunque en ocasiones llegan a “terminar”, han tenido varias reconciliaciones y permanecen juntos aún de forma intermitente.


Relaciones de pareja

Considerar #dependencia o #codependencia emocional solo en relaciones de #pareja es erróneo, pues también puede vivirse en otro tipo de vínculos como pueden ser de #amistad o incluso en la misma familia. El #apego (lazo afectivo que se genera con personas significativas del entorno) que se genera desde la infancia, se va replicando a lo largo de las diferentes etapas en relación con las personas que nos vamos vinculando, siendo en consecuencia que las relaciones de #pareja sean similares a las que se experimentaron en el núcleo familiar y que se eligen de forma #inconsciente posteriormente.


La #dependencia y #codependencia emocional, si bien son similares y ambos hacen referencia a lo s afectos y la vinculación, existen diferencias entre ellas que es importante considerar. La #dependencia emocional implica que en una relación uno de los miembros depende en exceso del otro y necesita de la otra persona para sentir plenitud o ser feliz. Además de la cercanía física que genera sensación de bienestar, se es #dependiente para la toma de decisiones propias o en conjunto, se busca constantemente la atención de ese otro y ante su ausencia existe bastante incomodidad y vacío. La seguridad se experimenta cuando se reconoce por otra persona y se aprueba. De forma individual no se confía en sí mismo para elegir o hacer y se pone en los demás la aceptación.


La #codependencia emocional tiene como principal diferencia que uno de los miembros asume el rol de cuidador, dador y tiene la necesidad constante de ayudar y preocuparse por el bienestar de la otra persona, el ser necesitado para sentirse útil o con valor. En apariencia se muestra una constante atención a las otras personas y buscar complacerlas, esto es una máscara para no tener la sensación de soledad o culpa que puede estar presente.

Relaciones de pareja

La #codependencia emocional es fácil identificarla en relaciones donde una de las personas tiene dificultad en el manejo de consumo de sustancias, con una persona enferma física o emocionalmente y tienen el papel de #cuidador para cubrir la carencia de sentirse necesitados. Aunque no siempre se requiere que haya alguna situación patológica de por medio, en la #codependencia se busca ser la persona a la que se recurra cuando hay alguna dificultad por ser una persona que siempre ayuda y está dispuesta; mientras que en la #dependencia emocional es quien busca al otro para tomar decisiones o realizar cosas que estén bien vistas por otros o en compañía de ese alguien más. Podríamos decir que muchas veces en las relaciones una de las personas es #dependiente mientras que el otro puede ser #codependiente emocionalmente.


Tanto en la #dependencia como #codependencia emocional, la autopercepción que se tiene es desvalorizada, relacionada a una baja autoestima, por ello se busca de manera externa esa aprobación o sentimiento de ser necesario en la vida de otros. Además que la sensación de #soledad se siente con mucha intensidad como dolorosa y pensar o tener la impresión de un abandono (real o imaginario) es vivido con mucha angustia, pues a veces los pensamientos de que no volverán a encontrar a alguien que los quiera de la misma forma por lo cual se busca que esa simbiosis se persevere aún cuando también se pueda experimentar malestar o sufrimiento emocional y se ve reflejado en dificultad de establecer #límites ante situaciones de conflicto o dolor, habiendo exceso de permisibilidad para no perder la relación. Es habitual que haya dificultad en la identificación de necesidades y carencia en la diferenciación entre lo propio y lo ajeno, muchas veces asumiendo las ideas de otros como personales.




Psic. Carolina López


  • 30 sept 2021
  • 6 Min. de lectura

El #alcoholismo es una de las principales enfermedades que afecta adolescentes y adultos actualmente, la adicción al alcohol está normalizada muchas veces por la función social que tiene; en donde se cree que el consumir alcohol está relacionado con pasarla bien, disfrutar de un evento, una reunión social o una fiesta

En México, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud Pública el consumo de alcohol es uno de los principales factores de discapacidad y muerte prematura. El consumo percápita por persona ese 4.4 litros por año, aunque esto suele aumentar al consumirse de manera excesiva en periodos cortos de tiempo, por ejemplo los fines de semana. El 77% de la población ha consumido alcohol por lo menos una vez en su vida, y el 33% considera que su consumo ha sido excesivo en el último año. El 40% de los jóvenes ha admitido haber consumido alcohol entre las edades de 12 a 17 años, mientras que el 15.2% admite consumirlo de manera excesiva.


No hay una definición única y exclusiva del #alcoholismo, sin embargo, podemos encontrar características en común en las diferentes investigaciones acerca del tema. La Sociedad Americana de Medicina sobre las Adicciones define el #alcoholismo como: Una enfermedad crónica primaria En cuya evolución y manifestaciones influyen factores genéticos, psicosociales y ambientales. La enfermedad es progresiva y fatal. Se caracteriza por los siguientes rasgos, que pueden ser continuos o periódicos: deterioro del control sobre la bebida, obsesión con el alcohol, consumo continuo de alcohol pese a sus consecuencias adversas y perturbación del pensamiento, sobre todo, a través de la #negación.


alcoholismo

Por otro lado, de acuerdo con el estándar internacional de estadística y categorización de enfermedades de la OMS, se considera una persona #alcohólica cuando:


Tres o más de las siguientes manifestaciones deben haber estado presentes durante al menos un mes o si han durado menos de un mes, deben haber aparecido juntas de forma repetida en algún período de doce meses:





  1. Deseo intenso o vivencia de una compulsión a consumir alcohol;

  2. Disminución de la capacidad para controlar el consumo de alcohol, unas veces para controlar el inicio del consumo y otras para poder terminarlo o para controlar la cantidad consumida.

  3. Síntomas somáticos de un #síndromedeabstinencia cuando el consumo de alcohol se reduzca o cese, cuando se confirme por: el #síndromede bstinencia característico del alcohol o el consumo de la misma sustancia (o una muy próxima) con la intención de aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.

  4. Tolerancia, de tal manera que se requiere un aumento progresivo de la dosis de alcohol para conseguir los mismos efectos que originalmente producían dosis más bajas;

  5. Abandono progresivo de otras fuentes de placer o diversiones, a causa del consumo de alcohol, aumento del tiempo necesario para obtener o ingerir el alcohol o para recuperarse de sus efectos.

  6. Persistencia en el consumo de alcohol a pesar de sus evidentes consecuencias perjudiciales, tal y como se evidencia por el consumo continuado una vez que el individuo es consciente o era de esperar que lo fuera, de la naturaleza y extensión del daño.

En resumen, el #alcoholismo abarca tanto situaciones físicas, psicológicas, emocionales, sociales, entre otras. Podemos considerar a una persona alcohólica cuando el consumo sobrepasa el control de la persona sobre él mismo, y cuando dicho consumo ha empezado a generar deterioro en la #calidaddevida de la persona evadiendo sus responsabilidades con tal de continuar consumiendo alcohol, o cuando la persona se niega a dejar de tomar por miedo a que llegue los síntomas de lo que comúnmente conocemos como cruda, o #síndromedeabstinencia.


Existen tres niveles, de consumo. El primero de ellos se refiere Al consumo de riesgo, y es definido como un patrón de consumo de alcohol sin poner en riesgo al propio bebedor, o a los que le rodean. El consumo perjudicial es cuando ya se ven comprometidos lo #físico y lo #psicológico como consecuencia de la ingesta de alcohol continua y finalmente la dependencia que es un conjunto de fenómenos conductuales, cognitivos y fisiológicos que pueden aparecer después del consumo repetido de alcohol. Estos fenómenos típicamente incluyen deseo intenso de consumir alcohol, dificultad para controlar el consumo, persistencia del consumo a pesar de las consecuencias perjudiciales, mayor prioridad al consumo frente a otras actividades y obligaciones, aumento de la tolerancia al alcohol y abstinencia física cuando el consumo se interrumpe.


Entre las principales consecuencias #fisiológicas del consumo excesivo de alcohol encontramos: #Depresión, #cáncer de garganta y boca, resfriados frecuentes, mayor posibilidad de padecer neumonía, menor resistencia a las infecciones, daño hepático, entumecimiento, úlceras, En los hombres #disfuncióneréctil, en las mujeres la posibilidad de malformaciones en el feto, Envejecimiento prematuro, mareos, náuseas, pérdida de la memoria, E inflamación del páncreas.


En cuanto al número de bebidas, esta puede variar dependiendo de la cantidad de alcohol que se consuma en cada una de ellas, sin embargo la siguiente tabla nos muestra una versión estandarizada que nos ayuda a detectar cuando podemos considerar que nuestro consumo de alcohol está acercándose a la dependencia:


Consumo diario por nivel de riesgo

En esta imagen podemos observar que los ex bebedores se encuentran en un nivel de riesgo de leve a moderado, el consumo ocasional implica un riesgo reducido y se considera de una bebida a la semana, mientras que el bajo consumo va de entre 1 a 2 bebidas al día. A partir de aquí la tabla considera ya un riesgo leve, moderado, alto y muy alto. Considerando el consumo medio entre 3 a 4 bebidas al día, un alto consumo de cinco a seis bebidas al día, y un muy alto consumo de seis a más bebidas al día. Es importante considerar que esto se modifica de acuerdo a la cantidad de alcohol que se ingiere, así, por ejemplo, un nivel muy elevado de alcohol en un periodo muy corto de tiempo aunque sea en pocas bebidas, se considera como de riesgo alto.

¿Qué hacer?

Una vez que hemos descrito las formas de identificar el nivel de #alcoholismo que puede presentar una persona, es necesario saber de qué manera intervenir si nos hemos dado cuenta de que nosotros o una persona cercana se encuentra en un nivel de consumo riesgoso. Existen diferentes modalidades de intervención, de acuerdo al consumo, estos van desde la prevención hasta el internamiento y se consideran de la siguiente manera:


  • En el primer nivel, encontramos la zona de #prevención, que consiste en educar sobre todo a los jóvenes sobre las características, el consumo, y consecuencias del exceso de alcohol. En este nivel no existe aún una #dependencia, la persona puede o no haber probado el alcohol en algún momento de su vida. Es un nivel más que nada informativo enfocado en la #educación sobre el alcohol y el #alcoholismo.

  • El segundo nivel de intervención, cuando la persona se encuentra en un riesgo de muy bajo a bajo, esto es que consume alcohol pero solamente de forma periódica y sin ningún indicador de #dependencia, entonces se le puede aconsejar que tome algunas medidas precautorias, como no tomar cuando maneje, no hacerlo durante horas de trabajo, abstenerse si siente que comienza a perder el control. En este nivel todavía hay posibilidad de que la persona se regule por sí misma haciendo solamente algunos cambios en su rutina y en sus hábitos.

  • En el tercer nivel ya el consejo no es suficiente, y se recomienda el uso de una #terapiabreve para el manejo del consumo de alcohol, aquí podríamos encontrar a los consumidores de rango medio, de acuerdo con lo ya comentado anteriormente, la terapia breve puede ayudar a identificar Algunos de los principales rasgos que pueden predisponer o no a la persona aún consumo excesivo, y al mismo tiempo apoyar en resolver la situación es que estén promoviendo un consumo más excesivo.

  • En el último nivel, encontramos ya un consumo crónico de alcohol, que es diario y en grandes cantidades. En este nivel de consumo alto a muy alto es necesario derivar a la persona a un especialista, por lo regular se debe contar con un equipo multidisciplinario que incluye un médico, un psicólogo, un nutriólogo, entre otros. Sabemos que en México el sistema de salud muchas veces no posibilita una #atenciónintegral, por lo que se le debe dar prioridad a la consulta con el especialista en medicina, para revisar primero el estado general de la persona y a partir de ahí actuar, ya sea dándole seguimiento médico y psicológico, o llegar incluso a internar al paciente. Cuando se toma la decisión del internamiento, es importante estar asesorados por el médico para saber exactamente a dónde enviar a la persona ya sea por voluntad propia o contra su voluntad si ya está en riesgo su vida. Es importante cuidarnos de los llamados anexos que no están regulados por la ley y en donde generalmente se promueve más el consumo o bien se maltrata a las personas ingresadas. De ahí la importancia de consultar a los especialistas y asegurarnos de que el lugar en donde vamos a ingresar a nuestro paciente es un lugar que realmente promueva la #rehabilitación y el apoyo integral a la familia.

En conclusión, es muy importante tomar en cuenta todos los aspectos que engloban a una persona, desde el ámbito individual, social, de trabajo, familiar, y genético para poder tener una visión más amplia del grado de consumo de alcohol y de las posibles consecuencias que esto puede traer. Recuerda acudir a instituciones regularizadas y gubernamentales que te puedan ayudar y guiarte en el proceso de diagnóstico y tratamiento para ti o para los que te rodean.




  • 15 jul 2021
  • 3 Min. de lectura

El amor es una emoción compleja y multidimensional.

Uno de nuestros grandes deseos como seres humanos es #vincular con otros, desde la compañía

de amigos hasta el afecto y la intimidad de una relación más estrecha. En el caso de las relaciones

de pareja, al compartir tiempo, espacios y sentido de vida con otra persona, estos vínculos se

vuelven particulares con una mezcla de emociones y sensaciones. En ocasiones estos sentimientos

son tan profundos e intensos que se llega asociar el #sufrimiento como algo propio al

#enamorarse, una creencia aprendida cultural y socialmente en la que cuanto más se sufre, más se

está realmente amando al otro. La idea de que sufrir en una relación es algo inevitable, normaliza

el daño como prueba de amor y evita el cuestionamiento de las causas por las que se padece el

sufrimiento. Si bien el conflicto y los desacuerdos son aspectos que se pueden hacer presentes en

cualquier relación, el #dolor no tendría que estar ligado directamente con el #amor.

Por otro lado, pensar que amar se desprende de total sufrimiento, puede caer en la desilusión y lo

irreal, encontrarse en estos extremos lleva a vivir el enamoramiento desde el sufrimiento. Elegir

preguntarse qué significado personal se le da a amar y desde que posición es que se ama, da paso

a vivir relaciones más #conscientes y sanas. Realizar estos cuestionamientos incita a un

reaprendizaje acerca de la forma de vincularse con otros, identificando creencias dañinas. Los

siguientes son puntos a considerar para adoptar diferentes maneras de vivir los afectos,

relacionarse con #amor desde otros lugares, menos desde la angustia y más desde la confianza y la

apreciación.



En el amor, lo que importa es la dinámica de pareja.

- Expresar lo que se busca en la relación

Si se busca una relación abierta, si se desea una relación #monogámica, si no se pretende

formalizar un vínculo. Ser #honestos con lo que se siente, lo que se quiere y con lo que se puede

dar, permite establecer que la otra persona escuche y exprese, que quiere, que está buscando y

que puede dar.

- Asumir la complacencia de las propias necesidades

Se llega a tener la creencia de que al amar, la pareja se convierte en la solución a los malestares y

#carencias del otro. Ninguna persona puede ser la fuente de satisfacción de las necesidades de

otra persona. La idea de que se debe o tiene que ser el salvador o solucionador, genera una gran

carga de responsabilidad y #dependencia para la relación.

- Diferenciarse de la pareja

Tener conciencia de que cada persona en la relación tiene su propia existencia e identidad,

conserva la #individualidad y permite marcar espacios independientes donde se reconoce como

persona #autónoma a la pareja. Cuidar de otros lazos afectivos, otros vínculos como las amistades,

la familia u otros espacios privados como el trabajo o los hobbies, los cuales permanecen ajenos

sin importar el estado de la relación y a los que se puede recurrir si se llegara a perder a la pareja.

- Exceso de futuro



Idealizar y no mostrar vulnerabilidad puede coartar la expresión del amor.

En ocasiones se piensa en el porvenir de la relación trazando propósitos con el anhelo de la visión

de la pareja en el futuro, dejando de lado vivir el presente de la relación. Los planes no siempre

pueden ser realizados como se tienen en mente y la energía enfocada en la #expectativa y la

#idealización podría ser redirigida hacía disfrutar la etapa actual de la relación.

- Conocerse en lo individual

Construir relaciones de pareja desde otra posición también tiene que ver con reconocer las

propias #vulnerabilidades emocionales, los miedos, las angustias, los eventos que han marcado

afectivamente. Reconocer estos aspectos es una manera de asumir la propia vulnerabilidad para

evitar adjudicarle dilemas a la pareja.

Las experiencias anteriores de pareja, la idea social del amor romántico y los ejemplos primarios

que se tuvieron acerca de las relaciones, van sumando piezas para formar la concepción que se

tiene en el presente acerca del amor y el #enamoramiento. Sí se reconoce que sostener alguna de

estas piezas causa malestar a otros o a sí mismo, un #terapeuta puede apoyar a identificar cuáles

de esos fragmentos son nocivos, pues así como se adoptaron también se pueden soltar. Elegir ser

quien dirige sus propios #afectos y maneras de relacionarse es otra forma de procurar la salud y el

#bienestar mental.




Psicóloga Estefany Hernández


Atención psicológica a adolescentes y adultos.


Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara

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