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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 2 nov 2023
  • 3 Min. de lectura

Explicar el tema de la #muerte a un niño puede ser una tarea delicada y desafiante para cualquier

adulto. Es importante recordar que cada #niño es único y su comprensión e información acerca de la muerte puede variar. Se recomienda a los padres ser pacientes, compasivos y comprensivos mientras los niños procesas sus emociones y navegan a través del #dolor.


No obstante, existen algunas sugerencias o recomendaciones sobre como abordar el tema de la muerte para los niños:




1) Debe tener en cuenta que mientras que en la etapa adulta una persona tiene experiencias y conocimiento de la temporalidad y la permanencia, durante la infancia todavía no son conscientes de lo que implica la muerte o no se percibe como algo definitivo, debido a que no tienen una noción real de qué es el tiempo.

2) Sea honesto y use un lenguaje sencillo: la claridad y la simplicidad del tema es crucial al abordar el tema de la muerte, use un lenguaje apropiado para la edad y comprensión de su hijo. Evite explicaciones vagas o extensas.

3) Use ejemplos concretos: El uso de ejemplos concretos puede ayudar a los niños a comprender mejor la muerte. Puede explicar con recursos visuales o historias que sirvan para ejemplificar la situación que quieres transmitir, por ejemplo, el cuento de Bambi y dar un tiempo para comentar esta historia con él.

4) Responda preguntas con honestidad: anime a su hijo a hacer preguntas sobre la muerte y prepárese para responderlas con la mayor honestidad posible. Si hay dudas respecto a una pregunta, está bien admitirlo- Asegúrele que es normal tener preguntas y que usted está ahí para apoyarlos y consolarlos

5) Use conceptos y creencias familiares: de acuerdo a las creencias y los valores de su familia, puede incorporar conceptos familiares, como son “el cielo” o “la vida después de muerte”, para brindar comodidad y comprensión. Sin embargo, tenga en cuenta la comprensión de

su hijo y evite abrumarlo con ideas complejas.

6) Enfatice en sus emociones sobre la muerte: Ayude a su hijo a comprender que esta bien sentirse triste, enojado o confundido cuando alguien muere. Anímelos a expresar sus emociones y proporcione un espacio seguro para que hablen sobre sus sentimientos

7) Mantenga rutinas y brinde tranquilidad: Mantener una sensación de normalidad y rutina puede brindar estabilidad y tranquilidad durante el proceso de duelo. Hágale saber a su hijo que lo aman y que esta para apoyarlo.

8) No es positivo excluir al niño del proceso de duelo familiar porque también forma parte de la historia. Los adultos deben valorar si quieren que el pequeño sea participe en algunas tradiciones o costumbres familiares, como lo son ir al funeral o costumbres de acuerdo a sus creencias religiosas, ambas opciones son igualmente factibles. No obstante, es importante mencionar sobre la muerte de la persona y formas de recordarlo o tenerlo presente después de su muerte.

9) En dado caso que se perciba que la muerte es un tema difícil de procesar para la familia, personas adultas e incluso los niños, se recomienda asistir a una orientación profesional para abordar el tema y posibilitar estos diálogos.


Finalmente, recuerde que el tema de la muerte en la actualidad aun es un tema tabú. Por lo que, normalizar y abordar con los niños la temática relacionada con la muerte generara un ambiente de confianza y seguridad familiar para abordar temas complejos.






Psicóloga Cynthia Gonzalez

Atención psicológica a niños, adolescentes y adultos.

Asociación Libre - Psicólogos en Monterrey

  • 27 jul 2023
  • 4 Min. de lectura

Depresión en adultos

Hablando con alguien me hicieron una pregunta que no creí que nadie me haría. ¿No has pensado que podrías tener #depresión?

Jamás me hubiera cruzado por la cabeza. Siempre consideré que la depresión era algo así como estar triste por cualquier cosa y todo el tiempo, que las personas que decían estar deprimidas en realidad era que no podían lidiar con los problemas de forma adulta o responsable con sus sentimientos. Incluso llegué a pensar que eran personas frágiles y exageradas. La depresión no existía para mi hasta que me hicieron esa pregunta.

¿Porqué alguien podría pensar que yo estaba #deprimido? Al recapitular todo lo que había dicho esa tarde y repensar en cómo me había sentido hace ya algún tiempo comencé a entender un poco más a que se referían con depresión y no tenía mucho que ver con lo que yo había pensado hasta el momento.

Para mi las personas deprimidas se la pasaban llorando en su cuarto, no podían levantarse de la cama y abandonaban a su trabajo y a sus amigos. Y yo no actuaba de esa manera, nunca había llorado además que no había faltado al trabajo ni una sola vez durante meses.

Pero si me sentía #irritable todo el tiempo, cualquier pendiente extra del trabajo me hacía sentir #desanimado, sobrepasado, completamente #abrumado. Constantemente tenía pensamientos de no ser suficiente para nadie a mi alrededor, sentía que todo lo que tenía o decían que había logrado había sido por un golpe de suerte. No siempre me sentía así, en ocasiones sentía que podía resolver problemas, interactuar con la gente como debía. Pero cuando fallaba o las cosas no salían como debían o había planeado, sentía como todo se venía todo abajo, me sentía menos que nada y me cuestionaba constantemente si merecía realmente estar en donde estaba.

Aunque inicialmente salía con amigos, poco a poco empecé a dejar de tener contacto con todos. No es que me haya aislado completamente, pero prefería tener reuniones esporádicas, en muchas ocasiones terminé bebiendo mucho más de la cuenta. Después me sentía peor que al principio, pero en esas escapadas me sentía un poco mejor.


Apoyo psicológico a pacientes con depresión

Si bien nunca faltaba al trabajo, no podía hacer nada más aparte de trabajar. regresaba a casa para comer lo que podía, no tenía ganas de hacer nada y terminaba comiendo cualquier cosa y recostándome en cama viendo el celular. Tenía mucho tiempo que no hacía ninguna actividad física porque llegaba a casa mental y físicamente molido incluso cuando realmente mi día no había sido muy demandante.

Creo que si pudiera definir cómo me di cuenta de que tenía depresión es esa sensación de cansancio y #desesperanza con respecto a todo, estaba cansado de vivir. Es sentir que todo empieza a volverse gris, a no tener ganas de nada, que todo lo que comes y lo que bebes pierde el sabor, es una oscuridad que cubre tus ojos y que todo lo vuelve muerto. No es llorar, aunque ahora puedo reconocer que quise hacerlo pero no sabía cómo.

Incluso llegué a pensar que lo que ahora sé que es depresión no era otra cosa que lo que normalmente vive cada persona. Se espera que vayas a trabajar, salgas a veces con amigos a tomar algo, tengas a alguien con quién salir al cine o tener sexo, pero nadie me había dicho antes que esta desesperanza y este dolor no era normal. Lo escuché tantas veces, "estoy #deprimido", "tengo depresión", "estoy yendo al #psicólogo". Me decía, ¿yo para qué quiero hablar con alguien que no conozco? Realmente ante la depresión llegué a pensar que no tenía un problema y que podía seguir mi vida o que podía arreglarlo yo solo, me decía, "Si realmente tengo depresión, con echarle ganas y hacer ejercicio puedo mejorar" y aunque tenía parcialmente razón, en esos intentos por eliminar la depresión me di cuenta que esta sensación de #dolor que tenía por dentro, no se iban por más que hiciera ejercicio o que comiera bien. Afortunadamente varios de mis #amigos se dieron cuenta de lo que para mi #familia era ya evidente desde hace un tiempo, y me animé a intentarlo, quería por todos los medio quitarme el terrible #insomnio que tenía desde hacía tiempo, quería sentir que vivía una vida que me gustaba y que quería.

En el transcurso de mi proceso de #recuperación de la depresión he llegado a escuchar muchas metáforas que se han utilizado para poder explicar lo que significa tener depresión: un enorme perro negro que te sigue a todas partes, un enorme y frío agujero en donde te encuentras y del que no puedes salir por más que lo intentes, e incluso llegué a leer que los dementores de las novelas y películas de Harry Potter era la representación que J.K. Rowling hizo para la depresión que estaba pasando en el momento en el que escribía las novelas.

No estoy recuperado de la #depresión, a veces siento que ese cansancio de vivir me invade y no me deja moverme, recaigo. Aún así lo vuelvo a intentar, poco a poco he aprendido a comunicarme, a decir y entender lo que estoy sintiendo para mi, para poder #desahogarme. Sigo luchando con esta normalización que hice con respecto a cómo me sentía, depresión para mi ya es la palabra que representa algo de lo que tengo que tener cuidado y contra lo que tengo que luchar con toda mi mente y mi corazón, depresión son esos pensamientos que me dicen que no soy nada y que realmente nadie sabe de mi, y que me impide ver lo bueno de mí y de lo que me rodea.


Este texto fue elaborado a partir de extractos de relatos de pacientes con diagnóstico de depresión.




Dra. Esther Solís Torres


Psicóloga de adolescentes, adultos y parejas


Psicólogos en Guadalajara - Asociación Libre Psicólogos


Responsabilidad afectiva en pareja, familia y amigos.

Hoy en día es común entre las personas jóvenes el término #responsabilidadafectiva, como si se tratase de una moda que debe estar incluida hoy en día en las relaciones de pareja principalmente.

¿A qué hace referencia? Al consenso, cuidado y diálogo sobre los #sentimientos y #emociones que surgen en una relación. Conlleva una escuchar al otro y acompañarlo teniendo en cuenta sus emociones.

Es fundamental tener en cuenta las consecuencias de las acciones propias en el otro, y pensar en la #pareja, en un #amigo o familiar antes de tomar una decisión que pueda afectarlos.

Desde este punto, la responsabilidad afectiva es ser consciente de que todo acto que una persona realice y las palabras dichas dentro de una relación tiene una consecuencia positiva o negativa en su pareja. El objetivo de esta #conciencia es evitar el #dolor innecesario que generan las falsas expectativas del amor romántico o desmedido, donde se piensa en el sacrificio de las necesidades propias o donde el otro conoce de manera automática lo que en el momento se desea.

Lo anterior no significa que debemos anteponer los deseos y los sentimientos del otro, o desechar lo que cada uno llega a sentir, sino más bien saber que nuestras acciones tienen impacto en los otros y de igual manera reconocer lo que a mi me provoca algo para poderlo comunicar y enriquecer el vínculo.

Para asumir la responsabilidad afectiva se requiere la explicitación de #acuerdos, evidenciar necesidades, explicitar deseos y tener #empatía.

El objetivo de la responsabilidad afectiva es construir vínculos afectivos más humanos y menos desiguales. La responsabilidad afectiva propone herramientas para establecer relaciones que tiendan a una mayor igualdad.

Existen frases o comportamientos bastante marcados en nuestra sociedad que nos encierran en una imposibilidad de cambio y reconocimiento de las áreas que se pueden mejorar, dejándonos en una posibilidad de opciones que son negligentes y son lejanas de cuidar de los demás, por lo tanto, se consideran faltas de responsabilidad afectiva. Cuando nos equivocamos y se nos marca una falta es común escuchar frases como así soy o así nací, sin asumir la responsabilidad de nuestros actos y consecuencias, además de anular la posibilidad de que el otro se pueda sentir parte de la relación existente.

Algunas de las técnicas que se pueden seguir para el ejercicio de una responsabilidad afectiva eficaz son:

Es el hablar de manera directa, con claridad y honestidad, abriendo el espacio al diálogo y escucha de ambas partes, es la solución y medida para prevenir y superar conflictos.

Establecimiento de acuerdos

En el caso de la responsabilidad afectiva en una relación de pareja, una forma de aplicarla es estableciendo qué está permitido y qué no, mediante el diálogo.

La responsabilidad afectiva se parece mucho al proceso de negociación, en el cual, por medio de la comunicación se llega a un acuerdo beneficioso para los involucrados.


Mientras vamos desarrollando y practicando lo anterior debemos comprender que una relación consta de más de una persona y que la responsabilidad afectiva tiene que ver con la empatía (la capacidad de ponerse en el lugar del otro), y que tiene que ver con romper el narcisismo y entender que hay un otro. Inevitablemente, habrá momentos complicados, sin embargo, la forma en que se afronten hace la diferencia en cómo pueda movernos emocionalmente haciéndolo más complejo o con una resolución más óptima.

Hablar de responsabilidad afectiva no tiene que ver con actuar de manera perfecta, porque es imposible. Más bien, se trata de actuar y hablar con empatía y respeto, de establecer acuerdos, con la finalidad de respetar a los demás y, en caso de equivocarse y provocar un conflicto, ser responsables y asumir las consecuencias y buscar una solución positiva para todas las partes involucradas. Es importante ser empático con uno mismo y no sobreexigirse en querer que todo salgo bien a la primera, antes de poder ejercerlo, también se necesita que nos conozcamos y reconozcamos ¿qué siento en ese momento? ¿qué pienso al respecto? Con esto son pistas para encontrar el camino de lo que quiero comunicar.


Psic. Carolina López

Atención psicológica a adolescentes, adultos y parejas

Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara

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