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¿Has escuchado sobre la responsabilidad afectiva?


Responsabilidad afectiva en pareja, familia y amigos.

Hoy en día es común entre las personas jóvenes el término #responsabilidadafectiva, como si se tratase de una moda que debe estar incluida hoy en día en las relaciones de pareja principalmente.

¿A qué hace referencia? Al consenso, cuidado y diálogo sobre los #sentimientos y #emociones que surgen en una relación. Conlleva una escuchar al otro y acompañarlo teniendo en cuenta sus emociones.

Es fundamental tener en cuenta las consecuencias de las acciones propias en el otro, y pensar en la #pareja, en un #amigo o familiar antes de tomar una decisión que pueda afectarlos.

Desde este punto, la responsabilidad afectiva es ser consciente de que todo acto que una persona realice y las palabras dichas dentro de una relación tiene una consecuencia positiva o negativa en su pareja. El objetivo de esta #conciencia es evitar el #dolor innecesario que generan las falsas expectativas del amor romántico o desmedido, donde se piensa en el sacrificio de las necesidades propias o donde el otro conoce de manera automática lo que en el momento se desea.

Lo anterior no significa que debemos anteponer los deseos y los sentimientos del otro, o desechar lo que cada uno llega a sentir, sino más bien saber que nuestras acciones tienen impacto en los otros y de igual manera reconocer lo que a mi me provoca algo para poderlo comunicar y enriquecer el vínculo.

Para asumir la responsabilidad afectiva se requiere la explicitación de #acuerdos, evidenciar necesidades, explicitar deseos y tener #empatía.

El objetivo de la responsabilidad afectiva es construir vínculos afectivos más humanos y menos desiguales. La responsabilidad afectiva propone herramientas para establecer relaciones que tiendan a una mayor igualdad.

Existen frases o comportamientos bastante marcados en nuestra sociedad que nos encierran en una imposibilidad de cambio y reconocimiento de las áreas que se pueden mejorar, dejándonos en una posibilidad de opciones que son negligentes y son lejanas de cuidar de los demás, por lo tanto, se consideran faltas de responsabilidad afectiva. Cuando nos equivocamos y se nos marca una falta es común escuchar frases como así soy o así nací, sin asumir la responsabilidad de nuestros actos y consecuencias, además de anular la posibilidad de que el otro se pueda sentir parte de la relación existente.

Algunas de las técnicas que se pueden seguir para el ejercicio de una responsabilidad afectiva eficaz son:

Es el hablar de manera directa, con claridad y honestidad, abriendo el espacio al diálogo y escucha de ambas partes, es la solución y medida para prevenir y superar conflictos.

Establecimiento de acuerdos

En el caso de la responsabilidad afectiva en una relación de pareja, una forma de aplicarla es estableciendo qué está permitido y qué no, mediante el diálogo.

La responsabilidad afectiva se parece mucho al proceso de negociación, en el cual, por medio de la comunicación se llega a un acuerdo beneficioso para los involucrados.


Mientras vamos desarrollando y practicando lo anterior debemos comprender que una relación consta de más de una persona y que la responsabilidad afectiva tiene que ver con la empatía (la capacidad de ponerse en el lugar del otro), y que tiene que ver con romper el narcisismo y entender que hay un otro. Inevitablemente, habrá momentos complicados, sin embargo, la forma en que se afronten hace la diferencia en cómo pueda movernos emocionalmente haciéndolo más complejo o con una resolución más óptima.

Hablar de responsabilidad afectiva no tiene que ver con actuar de manera perfecta, porque es imposible. Más bien, se trata de actuar y hablar con empatía y respeto, de establecer acuerdos, con la finalidad de respetar a los demás y, en caso de equivocarse y provocar un conflicto, ser responsables y asumir las consecuencias y buscar una solución positiva para todas las partes involucradas. Es importante ser empático con uno mismo y no sobreexigirse en querer que todo salgo bien a la primera, antes de poder ejercerlo, también se necesita que nos conozcamos y reconozcamos ¿qué siento en ese momento? ¿qué pienso al respecto? Con esto son pistas para encontrar el camino de lo que quiero comunicar.


Psic. Carolina López

Atención psicológica a adolescentes, adultos y parejas

Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara

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