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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 23 sept 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 7 mar 2023

¿Qué es la #ansiedad? La #ansiedad puede ser entendida como una advertencia por parte de nuestro organismo, es un mecanismo evolutivo de supervivencia o mecanismo adaptativo. Un aviso de que algo anda mal o de que estamos bajo amenaza o en peligro.


Si estuviéramos en una situación de riesgo, como lo es un desastre natural, o efectivamente una situación en la cual nuestra integridad esta en juego: el ataque de un animal, un accidente, una confrontación física etc., se podría esperar que esta, la #ansiedad, apareciera. Ya que al ser un mecanismo defensivo, habilita a nuestro organismo para pelear o huir.


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ansiedad


A nivel orgánico, la #ansiedad, tiene su origen en nuestro #cerebro: el tallo cerebral, el sistema límbico y la amígdala. Y los cambios que tendemos a observar o percibir de manera más frecuente, al menos a nivel corporal son: la aceleración del corazón, dilatación de las pupilas, sudoración, hiperventilación, sensación de mareo, sofocación y la sensación de un exceso de energía.


Debido a que las glándulas de nuestro cuerpo liberan adrenalina y un sistema de proteínas analgésicas que nos protegen del dolor,hay un mayor flujo de oxígeno y en términos generales, nos encontramos en

condiciones optimas para poder realizar actividad física.


A nivel psicológico, se hace evidente la aparición de una preocupación excesiva por tareas cotidianas, como pueden ser las relacionadas con la escuela, el trabajo o familia. Temas relacionados con el dinero o la salud también suelen ser recurrentes; el miedo a padecer algunaenfermedad y el estrés por las condiciones económicas llegan a ser mas constantes. Puede aparecer un miedo irracional hacia objetos, lugares o situaciones, que antes no se presentaba y que termina por limitarnos en nuestras actividades diarias. No son poco frecuentes los pensamientos en donde la idea central radica en que las cosas van a salir mal o que algo malo nos puede ocurrir. Problemas para dormir o mantener la atención también llegan a aparecer.


Todos los cambios que presentamos, en condiciones de un peligro real, nos habilitarían para afrontar o para huir de la situación de riesgo. Sin embargo, cuando todos estos cambios se activan sin que haya un factor de peligro real, o cuando la #ansiedad es desproporcionada en relación al evento que se esta viviendo, terminamos por desgastarnos, tanto a nivel físico como psicológico, a nivel individual y social.


Podemos pensar en un problema de #ansiedad, cuando lo anteriormente descrito se vuelve crónico, cuando algunas de las características físicas que se mencionaron se agudizan, y a consecuencia de ello, actividades cotidianas tales como: el trabajo, reuniones con amigos o en familia, se comienzan a ver afectadas. En términos generales, hablamos de un problema cuando nuestra calidad de vida se comienza a ver afectada por la ansiedad.


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Terapia


Hay diferentes formas de tratar la #ansiedad dependiendo de la gravedad de los síntomas, del tiempo y la cronicidad de la misma. En muchas ocaciones la adición de algunas actividades, pasatiempos o ejercicios suelen ser suficiente para que presentemos una mejoría. Cuidar las horas de sueño y nuestra alimentación también contribuyen a mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, hay situaciones en las que el malestar nos sobrepasa y tratamientos psicoterapéuticos o farmacológicos son la mejor opción.


Es importante no hacer a un lado o pretender ocultar que se tiene un problema, ya que al no ser atendido, lo que inició como un simple problema de #ansiedad o un trastorno de #ansiedad, puede afectar diversas esferas de nuestra vida como: la #familia o el #trabajo, y terminar por convertirse en un problema mayor o en su defecto, volverse un estado crónico, muchas veces haciéndonos propensos a desarrollar otro tipo de afecciones, incluida la #depresión. Cambios en nuestro estilo de vida, atención a nuestra alimentación y a nosotros mismos, tanto físico como mental, son siempre el tratamiento preventivo más oportuno.

 
 
 

Hasta hace unos meses pensábamos que el confinamiento social, a causa del #COVID, duraría tan solo unas semanas. Por lo que la modificación de nuestra rutina o estilo

de vida era visto como un cambio pasajero que pronto regresaría a la normalidad.



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Nada de eso ha pasado, y lo cierto es que, un año después después, seguimos intentando

adaptarnos a la llamada “nueva normalidad”, dejando a un lado el hecho de que lo que

ahora tenemos frente a nosotros es una nueva realidad. Este proceso de #adaptación, a

nuevos hábitos y costumbres, que tienen que ver con una nueva realidad, ha traído

consigo una serie de problemáticas, a nivel emocional y #psicológico, como el #estrés y la

#ansiedad, que se relacionan justamente con esta situación de aislamiento y

distanciamiento social, situaciones a las que hemos tenido que recurrir y que se ha

prolongado indefinidamente. Esta dinámica de aislamiento y distanciamiento social,

así como sus consecuencias a nivel #psicológico y emocional, han terminando afectando

tanto a niños, adolescente y adultos por igual.


Se habla de una nueva realidad, porque gran parte de las modificaciones que hemos

hecho dentro de nuestros hábitos y conductas, tienen que ver precisamente con ese

esfuerzo por hacer frente a la situación sanitaria actual, pero también con esa lucha

constante por combatir el confinamiento y el aislamiento social, intentando por

diferentes medios mantener las actividades, de la forma más normal posible, que en

algún tiempo atrás, teníamos. Actividades cotidianas como el trabajo y el estudio, se

han visto profundamente afectadas en la forma en que pueden ser practicadas. El

trabajo desde casa y la educación a distancia se han convertido en una opción viable

para diversos sectores de la población, no sin sus respectivas complicaciones. Sin

embargo, hay algunos otros cambios en nuestros hábitos cotidianos, que al menos en

el futuro cercano, tendremos que adoptar y asimilar, y que al igual que el trabajo y la

escuela, son importantes para nuestro desarrollo y bienestar emocional. Nos referimos

a los relacionados con la convivencia y esparcimiento social, como las reuniones o las

fiestas.

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De manera reciente, pensando sobre todo en las celebraciones y en las épocas

vacacionales de los últimos meses, la modificación de nuestra forma de socializar e

interactuar, es algo que se ha hecho evidente. Las grandes reuniones sociales, la visita

de familiares que residen fuera de la ciudad, así como los acostumbrados festejos

laborales, son algo que se ha tenido que dejar de lado. Y si bien, como mexicanos,

tenemos una propensión al contacto físico y a las grandes festividades, esta nueva

realidad invita a buscar nuevas formas de contacto y acercamiento que vayan más a

allá del plano físico y presencial, para poder llevarlas a cabo. Hablar de nuevas formas

de interacción, y no de una limitación de la misma, es importante, debido a nuestras

características innatas por socializar y a los efectos tan positivos que la interacción con

los demás nos deja. Las charlas con los amigos y las platicas con nuestros seres

queridos y familiares, son la mejor manera de sobrellevar este confinamiento causado

por la pandemia. El poder compartir nuestras vivencias, y los conflictos que la situación

actual nos ha traído, nos ayuda a que anímicamente podamos sentirnos mejor, ya que el sabernos escuchados por alguien genera en nosotros una sensación de #acompañamiento y de contención, que puede ser traducido en bienestar emocional.


Mantener comunicación con las personas que apreciamos es algo que no podemos

perder, pero tenemos que tener en claro que ese contacto y esa comunicación ya no

pueden ser de la misma forma en que lo eran antes, al menos en este momento, y que

tenemos que buscar nuevas vías para mantenerla. Aunque tal vez no son aquellas

formas de interacción a las que estábamos acostumY aunbrados, logran que ese vinculo que

tenemos con los demás no se pierda. Charlas telefónicas, mensajes o #videollamadas,

son una opción viable, pero sobre todo segura, en estas fechas. Enseñar a los

mayores, a nuestros padres o abuelos, sobre la posibilidad que las nuevas tecnologías

tienen en temas de comunicación, es un ejercicio clave en estos momentos, fomenta

la convivencia y la comunicación y puede ser una gran herramienta contra el

aislamiento. Qué mejor muestra de afecto podemos dar a las personas que

apreciamos, sino es preocupándonos por su salud, teniendo comunicación con ellos, aunque sea a la distancia.

 
 
 

En una pequeña charla pronunciada por Franco “Berardi” para una radio argentina. Éste, hace alusión a un evento ocurrido hace 40 años, aproximadamente. De manera irónica plantea lo siguiente: “¿Qué ocurrió hace 40 años en el mundo, que parece haber influenciado profundamente la sociedad en la cual vivimos?”, y responde, “pues bien, hace 40 años ocurrieron dos eventos al parecer muy distantes pero hoy en día íntimamente relacionados. Por un lado, #SteveJobs y Steve Wozniak sentaban las bases de lo que seria un ordenador personal y por el otro, la primera ministra de Inglaterra, #MargaretTatcher, daba comienzo a lo que marcaría la pauta de la política económica a nivel global.” Así, la informática y el #neoliberalismo, de manera paralela, habían irrumpido en la historia de occidente.




Esta pequeña anécdota que plantea, “Berardi”, no es gratuita. La coloca para hacer mención de un hecho, que por más aterrador que sea, no deja de ser interesante. Y es que según los datos de la #OMS, en los últimos 45 años, las tasas de #suicidio se han incrementado en un 60% y se estima que continue en aumento. Que el suicidio, la informática y el #neoliberalismo puedan ser datados en fechas similares no es coincidencia. No supone que una cosa sea consecuencia de la otra, pero sí invita a reflexionar al respecto. Y de esto es de lo que trata el siguiente escrito.


Como bien plantea Berardi, durante las ultimas décadas se ha puesto en marcha, al menos en #occidente, un modelo económico conocido como #neoliberalismo, y aunque no es propiamente este el objeto de nuestro interés, si lo son las implicaciones e incidencias que dicho modelo parece tener en las nuevas construcciones de la #subjetividad. Ya que así como lo social tiene incidencia en el sujeto y el sujeto incide en lo #social. De igual manera, la implementación de un nuevo paradigma dentro de la política económica y del orden social, necesariamente tendrá consecuencias en la construcción de la #subjetividad y de los lazos sociales que en esta tengan lugar. Byung-Chul Han, escribe algo al respecto:


“El #neoliberalismo, como una forma de mutación del #capitalismo, convierte al trabajador en empresario. El neoliberalismo, y no la revolución comunista, elimina la clase trabajadora sometida a la explotación ajena. Hoy cada uno es un trabajador que se explota a sí mismo en su propia empresa. Cada uno es amo y esclavo en una persona. También la lucha de clases se transforma en una lucha interna consigo mismo.” (Byung-Chul Han: 2016)




Éste cambio de paradigma, por llamarle de alguna manera, se hace visible en las formas en que la #violencia se manifiesta hoy en día. Anteriormente, por poner un ejemplo, en las sociedades disciplinarias que estudiaba #MichelFoucault, el ejercicio del poder se jugaba desde el lugar de la regulación y la prohibición de las prácticas, de una manera subversiva, donde la punición no estaba velada, es decir, en lo que podríamos llamar, una dimensión negativa. Mientras que hoy en día, si bien, las prácticas siguen siendo reguladas, están atravesadas por un discurso que invita a una realización voluntaria de las mismas, más allá de la prohibición. Y en muchos casos, más que invitar, se exige su cumplimiento. En donde la #violencia queda oculta bajo el discurso de lo que podríamos pensar como una especie de imperativos positivos, como lo son: el poder, la felicidad y el éxito. Con este movimiento, la #violencia pasa de lo exterior a lo interior. El ejercicio de disciplina de los cuerpos no se jugará más, o solamente, desde el discurso exterior que se acata y luego se internaliza; dígase instituciones, poder de estado, discurso político, económico, sexual, etc., pero que para términos prácticos, podíamos localizar en un afuera. Ahora, ademas, se lleva a cabo por y en el sujeto mismo. Este giro en el orden del discurso social, también tiene sus consecuencias en la práctica psicoanalítica. Ya que ha venido a modificar la forma en la cual se estructura el aparato psíquico, así como los procesos dinámicos que allí tienen lugar. La clínica de hoy en día parece dar cuanta de ello. No es poco frecuente escuchar que conceptos como éxito, #felicidad y poder, pensado este último en términos de potencia y de voluntad, atraviesan constantemente el discurso de los pacientes y suelen acompañar, al menos de manera consciente, gran parte de la lógica en la cual se juega su malestar. Estos conceptos, también han sido colocados en el lugar de ideales a alcanzar. Han sido puestos, en el mismo sitio en donde podríamos pensar un ideal del yo. Y sobra decir que las supuestas condiciones dadas para alcanzar el éxito, ser feliz y poder hacer etc., son ilusorias. Lo que ha traído como consecuencia individuos depresivos y melancólicos. Ya que aunque ficción, las exigencia a las que es sometido el yo por el superyó, son reales, entonces;


“la agresión es introyectada, interiorizada, pero en verdad reenviada a su punto de partida; vale decir: vuelta hacia el yo propio. Ahí es recogida por una parte del yo, que se contrapone al resto como superyó y entonces, como conciencia moral, esta pronta a ejercer contra el yo la misma severidad agresiva que el yo habría satisfecho de buena gana en otros individuos, ajenos a él.” (Freud: 1927)


pero, dichas agresiones volcadas al exterior, se ven impedidas, e imposibilitadas de facto, porque no hay exterior al que acusar. En el sistema neoliberal, el individuo, al ser libre, y al ser su propia empresa, se convierte además en su propio ejecutor y verdugo. Es explotador y explotado por él mismo. Si esta operación falla, además de no alcanzar la #felicidad y el éxito, siente #culpa. Cuando esto sucede, nos encontramos ante un severo sometimiento del yo, por parte del superyó, dando como resultado una necesidad de castigo.




Con este comentario solo se pretendía pensar una de las posibles consecuencias que el sistema #neoliberal tiene para con la construcción y el desarrollo del aparato psíquico. Creyendo que las formas más evidentes de afectación se manifiestan en los estados depresivos y melancólicos. Ya que como dijimos, la forma en la que opera el superyó, en su búsqueda de los ideales actuales, necesariamente a llevado consigo sí, el #sentimientodeculpa, pero ahora ligado a una condición de fracaso. Otrora, el malestar en la cultura, estaba ligado a una prohibición de las prácticas y a una exigencia de ideales hacia el yo, que se jugaban en el marco de la violencia negativa. El superyó exigía y se imponía a partir de la negación, del no. En la actualidad, el ejercicio de la #violencia parece haberse invertido, cuando lo que se le exige al yo ya no viene dado en términos negativos, sino que por el contrario, se torna en la posibilidad de hacer y de ser, deber ser. Al superyó ya no le interesa tanto prohibir las prácticas, sino que demanda la culminación de las mismas, ser exitoso, ser feliz, etc. El gran conflicto con esto, es que la #violencia que el hombre ejerce contra sí mismo, queda velada en la positividad del lenguaje #neoliberal.



Bibliografia


Berardi, F. (2016). Héroes. Asesinato Masivo y Suicidio. España: Akal.

Freud, S. (1996). El porvenir de una ilusión. El malestar en la cultura y otras obras: (1927-1931). Buenos Aires: Amorrortu.

Han, Byung-Chul (2016). La sociedad del cansancio. España: Herder.

Han, Byung-Chul (2016). Psicopolítica. España: Herder.

Extraido de: https://www.who.int/mental_health/prevention/suicide/suicideprevent/es/

 
 
 
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