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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 7 oct 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 7 mar 2023

Hay dos momentos fundamentales para el desarrollo y conformación de una buena salud mental; la #niñez y la #adolescencia. Niños y adolescentes, mentalmente saludables, suelen relacionarse y construir vínculos interpersonales sanos que generan satisfacción hacia ellos mismo como hacia quienes les rodean: padres, familiares y amigos. Este tipo de relaciones tienden a desarrollarse, y a desarrollar, en un ambiente fraterno y armónico, logrando así qué tanto ellos, #niños y #adolescentes, como las personas que les acompañan, tengan un crecimiento personal importante a partir de las experiencias de vida compartidas y de los obstáculos y desafíos que se superen en grupo.


Adolescencia

Una salud mental sana, requiere de un entorno social sano. Uno en donde los vínculos que se construyan sean aquellos capaces de brindar seguridad, #respeto y estabilidad afectiva. Ya que es a partir de aquí, desde un primer entorno como lo es la #familia, desde donde las experiencias que se tengan influirán en la invención y construcción de nosotros mismos.


Una imagen positiva de nosotros mismos, un auto-concepto y autoestima sanos, propician que nuestra interacción con los demás se de desde ese lugar, que es el de la #seguridad, la #asertividad y el #respeto. Un entorno inseguro o inestable, en la #niñez y #adolescencia, suele propiciar en la edad adulta, la aparición de vínculos afectivos que de igual manera se verán construidos desde la #inseguridad y la inestabilidad, trayendo consigo el desarrollo de relaciones interpersonales en donde la #inestabilidad emocional suele ser la norma.


Si bien, es cierto que existen algunos factores individuales que pueden favorecer la aparición de algunas patologías en la #niñez y en la #adolescencia, como pueden ser los fisiológicos o los genéticos, que son de nacimiento o por herencia. Se sabe que la salud mental es altamente afectada por factores externos, principalmente aquellos relacionados con nuestro entorno inmediato, como lo es la #familia , la #escuela o el medio donde interactuamos con nuestros pares.


En entornos donde las situaciones de #violencia están normalizadas y el ambiente tiende a ser hostil, donde las reglas no son claras o constantemente son transgredidas, como pueden serlo el lugar geográfico en donde vivimos, entornos sociales complicados o familias disfuncionales, la posibilidad

de que una patología aparezca en la #niñez y en la #adolescencia tiende a incrementarse. En México, por ejemplo, dos terceras partes de los #adolescentes han vivido de manera crónica, es decir, por periodos de tiempo prolongados, situaciones de #violencia, ya sea en el ámbito familiar o en el entorno social en el cual se desarrollan. Esto, según el Informe nacional sobre violencia y salud.


Niñez


Los trastornos de salud mental, tienden a desarrollarse en la #niñez y #adolescencia, en la mayoría de los casos, y pueden llegar a afectar de manera significativa el desarrollo educativo y laboral que el #niño o #adolescente tendrá, así como la calidad de sus relaciones interpersonales y de #pareja en la edad adulta, en cuanto a interacción y vida en sociedad se refiere.


Si consideramos el desarrollo de la sociedad actual y contémplanos los contextos familiares y sociales que se viven de manera reciente, en donde problemáticas ambientales, como el #COVID, o factores económicos cada vez mas complicados son una realidad, nos damos cuenta de que las condiciones que faciliten un ambiente sano para #niños y #adolescentes son cada vez mas difíciles de lograr. Sin embargo, la salud mental en estas edades tendría que ser una prioridad en la agenda publica de salud, ya que una pronta intervención, acompañada de un tratamiento adecuado, puede hacer la diferencia de lo que depare a los jóvenes en la edad adulta. Situación que a su vez influirá en el devenir de nuestra sociedad.

Hasta hace unos meses pensábamos que el confinamiento social, a causa del #COVID, duraría tan solo unas semanas. Por lo que la modificación de nuestra rutina o estilo

de vida era visto como un cambio pasajero que pronto regresaría a la normalidad.




Nada de eso ha pasado, y lo cierto es que, un año después después, seguimos intentando

adaptarnos a la llamada “nueva normalidad”, dejando a un lado el hecho de que lo que

ahora tenemos frente a nosotros es una nueva realidad. Este proceso de #adaptación, a

nuevos hábitos y costumbres, que tienen que ver con una nueva realidad, ha traído

consigo una serie de problemáticas, a nivel emocional y #psicológico, como el #estrés y la

#ansiedad, que se relacionan justamente con esta situación de aislamiento y

distanciamiento social, situaciones a las que hemos tenido que recurrir y que se ha

prolongado indefinidamente. Esta dinámica de aislamiento y distanciamiento social,

así como sus consecuencias a nivel #psicológico y emocional, han terminando afectando

tanto a niños, adolescente y adultos por igual.


Se habla de una nueva realidad, porque gran parte de las modificaciones que hemos

hecho dentro de nuestros hábitos y conductas, tienen que ver precisamente con ese

esfuerzo por hacer frente a la situación sanitaria actual, pero también con esa lucha

constante por combatir el confinamiento y el aislamiento social, intentando por

diferentes medios mantener las actividades, de la forma más normal posible, que en

algún tiempo atrás, teníamos. Actividades cotidianas como el trabajo y el estudio, se

han visto profundamente afectadas en la forma en que pueden ser practicadas. El

trabajo desde casa y la educación a distancia se han convertido en una opción viable

para diversos sectores de la población, no sin sus respectivas complicaciones. Sin

embargo, hay algunos otros cambios en nuestros hábitos cotidianos, que al menos en

el futuro cercano, tendremos que adoptar y asimilar, y que al igual que el trabajo y la

escuela, son importantes para nuestro desarrollo y bienestar emocional. Nos referimos

a los relacionados con la convivencia y esparcimiento social, como las reuniones o las

fiestas.


De manera reciente, pensando sobre todo en las celebraciones y en las épocas

vacacionales de los últimos meses, la modificación de nuestra forma de socializar e

interactuar, es algo que se ha hecho evidente. Las grandes reuniones sociales, la visita

de familiares que residen fuera de la ciudad, así como los acostumbrados festejos

laborales, son algo que se ha tenido que dejar de lado. Y si bien, como mexicanos,

tenemos una propensión al contacto físico y a las grandes festividades, esta nueva

realidad invita a buscar nuevas formas de contacto y acercamiento que vayan más a

allá del plano físico y presencial, para poder llevarlas a cabo. Hablar de nuevas formas

de interacción, y no de una limitación de la misma, es importante, debido a nuestras

características innatas por socializar y a los efectos tan positivos que la interacción con

los demás nos deja. Las charlas con los amigos y las platicas con nuestros seres

queridos y familiares, son la mejor manera de sobrellevar este confinamiento causado

por la pandemia. El poder compartir nuestras vivencias, y los conflictos que la situación

actual nos ha traído, nos ayuda a que anímicamente podamos sentirnos mejor, ya que el sabernos escuchados por alguien genera en nosotros una sensación de #acompañamiento y de contención, que puede ser traducido en bienestar emocional.


Mantener comunicación con las personas que apreciamos es algo que no podemos

perder, pero tenemos que tener en claro que ese contacto y esa comunicación ya no

pueden ser de la misma forma en que lo eran antes, al menos en este momento, y que

tenemos que buscar nuevas vías para mantenerla. Aunque tal vez no son aquellas

formas de interacción a las que estábamos acostumY aunbrados, logran que ese vinculo que

tenemos con los demás no se pierda. Charlas telefónicas, mensajes o #videollamadas,

son una opción viable, pero sobre todo segura, en estas fechas. Enseñar a los

mayores, a nuestros padres o abuelos, sobre la posibilidad que las nuevas tecnologías

tienen en temas de comunicación, es un ejercicio clave en estos momentos, fomenta

la convivencia y la comunicación y puede ser una gran herramienta contra el

aislamiento. Qué mejor muestra de afecto podemos dar a las personas que

apreciamos, sino es preocupándonos por su salud, teniendo comunicación con ellos, aunque sea a la distancia.

  • 4 mar 2021
  • 3 Min. de lectura

La #saludmental durante la #pandemia, se ha visto afectada no solamente por el miedo que representa enfrentarnos a lo desconocido, sino también por la situación de confinamiento y la forma en que se han visto vulneradas nuestras relaciones sociales desde el comienzo de la enfermedad.


COVID 19


A un año de distancia de que el primer caso de #COVID fue diagnosticado en México, la incertidumbre continúa y nos enfrenta a dificultades emocionales que pueden ir desde cuestiones individuales que despertaron o se hicieron más fuertes durante este periodo, hasta afectaciónes en nuestras relaciones íntimas, con nuestra #pareja, #familia, #amigos, #trabajo, etc. surge entonces la necesidad de preguntarnos cómo estamos en cuánto a nuestra #saludmental y sobre todo qué podemos hacer si es que alguna de estas situaciones se nos está saliendo de control.


La ciudad de México abrió un programa emergente de atención ciudadana enfocado en la #saludmental y en su cuidado, a través del Consejo Ciudadano De la ciudad de México, se puso a disposición de la sociedad un teléfono, el 55 55 33 55 33, mediante el cual la ciudadanía puede comunicarse en caso de presentar alguna emergencia de tipo psicológica, ya sea desde la necesidad de contención por alguna #crisisdeangustia, hasta la intención o la ideación de un #suicidio. A su vez se activó en el mismo número el llamado Chat de confianza mediante el cual las personas pueden ponerse en contacto con profesionales de la #psicología a través de WhatsApp.


El mes pasado se realizó la presentación de los datos que se adquirieron en el transcurso de la #pandemia, y es de llamar la atención la cantidad de llamadas y mensajes de la población que buscaba apoyo en cuanto temas de la #saludmental. Durante el 2020 y enero de 2021 se atendieron 35,357 llamadas. Dentro de los principales problemas emocionales que enfrentaban las personas encontramos en primer lugar la ruptura de la #pareja o problemas en la misma, seguido de contención por #crisisdeansiedad, posteriormente encontramos los problemas familiares, la #depresión y finalmente la fatiga pandemica.


El 65% de las llamadas fueron realizadas por mujeres, mientras que el 35% de ellas las realizaron hombres. Esto sigue siendo una señal de cómo nuestra cultura enseña a los hombres a guardar más sus #sentimientos.



linea de ayuda

A pesar de que es un programa que inició siendo focalizado en la ciudad de México, resultó sorprendente la cantidad de personas qué llamaban de otros estados de la República, estando en los primeros lugares Jalisco, nuevo León, Guanajuato, A Veracruz y Puebla. Así como llamadas internacionales provenientes principalmente De Colombia, Perú, Estados Unidos y Argentina.


Por otro lado, el riesgo de cometer #suicidio ha sido otro de los principales problemas de las personas que acuden a solicitar auxilio porque temen por su #saludmental, en el periodo antes mencionado se atendieron más de 5000 llamadas de hombres y mujeres que consideraban el #suicidio. Las principales razones por las que decían estar ya desesperados era en primer lugar por una sensación constante de desesperanza, Seguido de los problemas familiares, los problemas en #pareja y la #depresión.


La #violencia también es otro tema que aumentó considerablemente desde el brote de la #pandemia. Ésta es llevada cabo principalmente por el cónyuge, concubino, o ex pareja en el caso de las mujeres y y en primer lugar por los hijos en el caso de los #adultosmayores. En el caso de la violencia ejercida hacia niños y niñas el 48% reportaba haber sido agredido por su madre Mientras que el 23% aseguraba haber recibido la agresión por parte de su padre, el resto de las llamadas se negaron a contestar a esta pregunta.


Del número de personas que solicitaron ingresar a una terapia el 48% de ellos fueron mujeres contra un 22% de hombres, y el rango de edad con mayor porcentaje de solicitud fue el de entre 31 y 61 años.


La #saludmental en México sigue siendo uno de los temas qué ha quedado pendiente tanto para los diferentes gobiernos que hemos tenido como para el personal de la sociedad civil quienes ven, o consideran que la salud mental no es una prioridad. Desafortunadamente así como la #pandemia nos encontró con un pobre sistema de salud en todo el país, también no se encontró con pocos recursos para el tratamiento de la salud mental.


Ésta línea de ayuda es solamente un ejemplo de lo que se puede hacer mediante los primeros auxilios psicológicos, esto es, la atención y contención de casos emergentes o en crisis en donde recibir este tipo de ayuda puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.

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