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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 26 ene 2023
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 7 mar 2023


Hablemos de #límites, no de matemáticas, ni de velocidad, sino de #límites en psicología, en las #relaciones interpersonales y con uno mismx. ¿Qué son? Es hacerle saber a la otra persona qué es lo que queremos, lo que necesitamos y también lo que no de una manera asertiva.


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límites

Requerimos aprenderlos desde pequeños, así como nos enseñan a escribir y leer, también se tiene que enseñar acerca de los #límites para que sea algo normal desde la niñez.

Necesitas conocerte, saber qué es lo que quieres para poder decirles a los demás y que se respete lo que estás diciendo y pidiendo. Los #límites son fundamentales para el #autocuidado.



¿Para qué me pueden servir los #límites?


  1. Para cuidar tu #SaludMental, sentirte tranquilx.

  2. Establecer y forjar #relaciones sanas.

  3. Saber cuándo decir que sí y cuándo decir no.

  4. Identificar nuestras emociones y necesidades.

  5. Crear seguridad emocional y física al alejarte de situaciones y/o personas que te ocasionan un daño.



¿Qué pasa conmigo que no puedo o me cuesta muchísimo poner #límites? Algunas de estas razones pueden tener que ver contigo:


  • Se tiene miedo a que si tú pones límites seas rechazadx, que no te acepten y te vayas a quedar solx.

  • Se quiere evitar el conflicto.

  • Al poner #límites y ponerte primero a ti, después te puedes sentir culpable.

  • Se cree que se dañará al otro o a la #relación.

  • No quieres que te juzguen.

  • Te quieres hacer responsable de necesidades que no son tuyas.



Entonces, ¿qué puedo hacer, cómo le hago para aprender a poner #límites? Te platico algunas recomendaciones:


  • Pregúntate qué es lo que estás necesitando. Atender tus necesidades a pesar de que a los demás no les parezca.

  • empático, mantén el respeto y expresa tu punto de vista de manera asertiva.

  • Reflexiona acerca de tus pensamientos y emociones que te causan molestia y/o #angustia.

  • No te justifiques de más al poner #límites. Son tus #límites y están bien.

  • Hay que aceptar las probables consecuencias imaginarias de establecer #límites.

  • Cuando se traspasen tus #límites se requiere adquirir responsabilidad, piensa en qué es lo que pasará para hacerte cargo.


También te dejo algunos ejemplos para que los pongas en práctica:


  1. Cuando alguien te molesta: “Por favor, deja de hacer esos comentarios, me están molestando”, “Te vuelvo a mencionar, me duele cuando haces eso, deja de hacerlo”.

  2. Cuando quieres hacer algo, pero no en ese momento: “No me siento bien como para darte un consejo, ¿te parece si seguimos después?, “Hoy me siento cansadx, lo siento, mañana te puedo ayudar”.

  3. Para ponerse de acuerdo: “¿Qué te parece otro día para realizar este plan que me propones?, “Tenemos que tener en cuenta ambas opiniones para lxs dos estar conformes”.

  4. Para no meterte en problemas ajenos: “Comprendo cómo te sientes, pero hacer esto que me pides, a mí me causa angustia”, “Sé que estás enojado, pero yo no formo parte de este problema”.

  5. Para decir de manera cordial que no quieres cambiar tu decisión: “Aprecio tu opinión, sin embargo ésta es mi decisión”, “Es muy buena idea, pero ya tenía pensado hacerlo de esta forma”.


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límites

Después de hablar de todos estos puntos es importante que reflexiones cómo has establecido tus #límites si es que los pones. ¿Se te ha dificultado poner #límites? ¿Qué es lo que más te cuesta de poner #límites? Déjame decirte que a muchas de las personas que llegan conmigo a consulta les cuesta ponerlos, es un trabajo continuo. ¿Estás dispuesto a seguirte desgastando, a sentirte molestx, impotente, frustradx? Te puede sorprender lo que obtienes de decir “no”. Una pregunta que te puede ser de gran ayuda es: ¿qué es lo peor que puede pasar? Para animarte a poner #límites.


Es de vital importancia comprender que no le vamos a caer bien a todxs, saber decir “no”, “basta” o “es suficiente” cuando no queremos algo, significa que vemos primero por nosotrxs, es un acto de amor propio. Haces lo correcto para ti al poner #límites.




 
 
 

Actualizado: 7 mar 2023


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En algunas ocasiones las personas se pueden ver envueltas en situaciones que les generen angustia; estos momentos pueden llevar a que se cuestione mucho acerca de la situación, el entorno y de sí mismo. Si bien es cierto que estas experiencias son parte de la vida, suele suceder que cuando la persona se siente sobrepasada por estas experiencias termine generándole un malestar.


Seguramente la persona habrá hecho todo lo posible para no pensar en esta situación, algunos optan por comenzar a hacer actividades como poner una película, leer un libro, salir de compras o buscar distracción con otras personas. Sin embargo, a pesar de tener estos momentos de fuga, puede que esta idea no salga de su cabeza, al no irse y aparecer día con día, podemos preguntarnos ¿Por qué pienso cosas que no quiero pensar?


Para lograr entender este fenómeno, es importante determinar ¿Qué entendemos por un pensamiento desagradable? Estas ideas pueden comprenderse de distintas maneras; una de ellas, pudiera ser una experiencia por la que se haya atravesado y resultó difícil de asimilar para la persona, sin embargo, no todo el tiempo aparece y en muchas ocasiones se puede percatar que ocurren a raíz de tener contacto con algo que nos haga referencia a ese suceso.


Por otro lado, existen otro tipo de pensamientos que aparecen sin motivo aparente. A estas ideas las llamaremos pensamientos intrusivos; Este tipo de pensamientos aparecen de forma involuntaria y no somos conscientes de qué forma se desarrollaron; sin embargo, cuando aparecen pueden causarnos daño emocional y es cuando se vuelve una problemática importante. Aunque los motivos tendrán que ver con la persona y sus experiencias de vida, hay cuatro condiciones frecuentes en la salud mental que pudieran originarlos:


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· Ansiedad: La ansiedad, es una preocupación excesiva, aparecen pensamientos repetitivos y puede llegar a causar malestar físico como agitación, mareo, dolor de estómago, sudoración y sensación de intranquilidad. Un ejemplo es: “me quedé dormido, llegaré tarde al trabajo y me quedaré sin empleo y nunca más me volverán a contratar”, aunque la situación es cotidiana, si evaluamos el nivel de pensamiento nos daremos cuenta que una preocupación pequeña, se volvió algo grande y no nos permite pensar con claridad sobre lo que ocurre.


· Depresión: Cuando el trasfondo hay pensamientos de desesperanza sobre sí mismo y el entorno, hablamos de ideas depresivas. Pudieran iniciar con pensamientos devaluadores como: “no sirvo para nada”, “nunca me va bien”, “soy un fracaso”, cuando estos pensamientos se vuelven más severos, es cuando la desesperanza aparece como, por ejemplo: “ya no se para qué vivo”, “la vida sería más fácil sin mí”, a estos pensamientos los llamaremos ideas de muerte y pueden ser el inicio de una ideación suicida.


· Psicosis: La psicosis, es una pérdida del contacto con la realidad. Esta condición afecta a la persona debido a que puede ver, escuchar, sentir o pensar cosas que otras personas no. Estos pensamientos intervienen con la vida cotidiana debido a que causan temor y sufrimiento en la persona que lo experimenta, por ejemplo: “siento que no estoy viviendo en esta realidad”, “hay personas dentro de mi cabeza”.


· Obsesión: Los pensamientos obsesivos suelen tener esta connotación negativa presente, son ideas que se repiten con tanta frecuencia que no permiten a la persona experimentar su entorno con tranquilidad, por ejemplo: “si no me lavo las manos, todos enfermaran y morirán”.


Sin duda podemos tener actividades que nos permitan disminuir la angustia que experimentamos, así encontrar información y educar acerca de la salud facilita a la persona la búsqueda de un servicio de acuerdo a sus necesidades. Para estas situaciones es recomendable atender una valoración psicológica para determinar lo que sucede con la persona y la atención que necesita, algunas veces se puede recurrir al apoyo de un psiquiatra para disminuir los síntomas momentáneamente en lo que se trabaja estas ideas en una psicoterapia. Recordemos que tener un acercamiento con un especialista es construir una narrativa diferente de lo que sucede con la persona, comprender y accionar para mejorar la calidad de vida.



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Lic. Cynthia González.

Psicóloga clínica

Asociación Libre Monterrey

 
 
 

Actualizado: 7 mar 2023


Cómo #psicólogos clínicos, son diversas las razones personales y profesionales que van orientando hacía un estilo de formación para realizar la labor de la #psicoterapia. Desde la formación en psicoterapia psicoanalítica, hay practicas elementales que van posibilitando al #psicoterapeuta para la escucha, comprensión y encuentro con el yo de las personas que llegan a consulta. Dichas prácticas más que ser requerimientos, son entendidas como la suma de elementos que desarrollan conocimientos y habilidades que no pueden ser adquiridos de forma teórica. Que el #psicoterapeuta lleve su propio análisis, continúe con el estudio de los diversos autores y sus teorías y la supervisión de casos clínicos, son algunas de estas bases esenciales. Y es con respecto a la supervisión que los #psicoterapeutas se van encontrando con un espacio de creación y replanteamiento de lo que es hacer #psicoterapia.


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psicoanálisis

La #supervisión de la #psicoterapia psicoanalítica es una práctica de #aprendizaje basado en el estudio del material clínico que el #psicoterapeuta expone acerca de determinadas sesiones, donde en compañía de otro #psicoterapeuta de mayor experiencia buscan crear un intercambio de ideas, un espacio de apertura y reflexión en el que una segunda mirada pueda transmitir nuevas perspectivas para la comprensión del funcionamiento mental de los #pacientes. Lo que lleva a cada #psicoterapeuta a tomar la decisión de solicitar supervisión es diverso, puede verse como una sugerencia institucional o académica para sostener la formación, puede buscarse al ir iniciándose en la práctica de la #psicoterapia como una manera de encontrar mayor seguridad ante el encuentro con el otro, o puede abordarse desde el interés de afinar el ojo clínico y tratar de alcanzar a ver los puntos ciegos que al estar dentro de la sesión no se distinguen. Estas necesidades pueden hablar de los diferentes propósitos directos e indirectos de la supervisión, lo cierto es que en este encuentro el #psicoterapeuta va soltando la necesidad de certeza, de saber las respuestas y soluciones para todo lo que ocurre con el #paciente, y va desarrollando e involucrando la capacidad analítica de escuchar y de entender.


Así como se realiza durante las primeras sesiones con los #pacientes, es importante marcar un encuadre acerca de la manera en la que se lleva a cabo el trabajo de supervisión. Además de aspectos como los horarios, la frecuencia y duración de los encuentros, el supervisor puede transmitir las maneras en las que considera puede ser provechoso ese espacio. Un complemento valioso a considerar es acerca de lo que pasa dentro de la interacción entre supervisor y supervisado, pues el equipo que se forma puede producir diversas reacciones para ambos #psicoterapeutas, por ejemplo, desde la manera en la que el supervisado toma las puntualizaciones que se le hacen, percibiéndolas como un regaño o una limitante, convirtiendo el espacio de supervisión en un juicio persecutorio. Algunos de estos señalamientos podrán llegar a enfrentar aspectos personales no observados, pero estos cuestionamientos tienen la única motivación de profundizar en el material clínico para regresarlo al trabajo dentro del consultorio. Tendrá que ver en cierta medida con la manera en la que intervienen estas sugerencias, de ahí la importancia de supervisar con alguien con quien se sienta comodidad, sin embargo es necesario prestar atención a las resistencias, oposiciones o ansiedades que se presenten.


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psicoterapia

Otro de los alcances de la supervisión clínica es acerca del reconocimiento de la #contratransferencia. Al irse adentrando en las vivencias de los #pacientes, el #psicoterapeuta se puede ir encontrando con sus propios relatos y en ocasiones esto puede remitir en aspectos no tan elaborados de sí mismo. Identificar qué le despierta aquello que se le está transfiriendo, distinguir de entre las reacciones que provoca el #paciente, cuales son propias de la forma en la que se relaciona con el mundo, y cuales son propias del #psicoterapeuta, son asuntos que pueden ser gestionados en supervisión. En determinadas situaciones, el supervisor puede señalar cuales de estos temas los podría trabajar el #psicoterapeuta en su propio #análisis, dándole a cada una de estas elaboraciones su propio espacio.


Es así que, mediante la interacción, los encuentros y alianzas, el #psicoterapeuta se va formando en identificación con aspectos de sus supervisores, maestros o compañeros, hasta ir desarrollando su propio estilo. La experiencia de la supervisión clínica lleva a una transformación del #psicoterapeuta tanto en su saber cómo en su hacer. Así como se escuchan y analizan las historias de los #pacientes, por igual se escucha y analiza a profundidad lo que pasa dentro y fuera de las sesiones. El proceso de supervisar se va volviendo cada vez más disfrutable conforme se va teniendo más clara su función.

 
 
 
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