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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 17 sept 2018
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 7 sept 2019



Uno de los principales motivos de consulta actuales, tanto de niños, adolescentes y adultos es la ansiedad. En ocasiones es difícil distinguirla debido a que se puede manifestar tanto con síntomas emocionales como con físicos y cognitivos, por eso se puede confundir con depresión o después de un periodo largo de padecer ansiedad comienza a afectarnos en nuestra vida de una manera tan importante que se puede presentar un cuadro depresivo.

En este artículo se revisarán algunas de los hábitos que aumentan o mantienen la ansiedad: 1. Sobreexigencia. Tener metas personales o expectativas exageradamente altas es uno de las características que comparten muchas de las personas que han padecido ansiedad. El típico "Si no vas a hacer algo bien mejor no lo hagas", es una frase que describe la sobreexigencia. Ésta se convierte en un problema cuando en lugar de ayudarme a visualizar mi objetivo me hace castigarme, regañarme, criticarme, juzgarme cuando no alcanzo esas metas. Cuando tenemos expectativas muy altas es muy poco probable que constantemente no se alcancen y de esta manera experimentamos sensación de fracaso en repetidas ocasiones. 2. Dificultad para identificar y expresar emociones. Saber lo que me gusta y no me gusta, saber cuáles son mis reacciones es algo que puede evitar la ansiedad, en el caso opuesto, si no lo sé o no lo tengo claro es menos probable que pueda expresar mi sentir por lo que pocas veces puedo poner límites o comunicarme con los demás para poder satisfacer mis necesidades. Poder decir eso me gusta o no, necesito esto o ya no es una manera de prevenir situaciones de tensión constantes que me provoquen ansiedad. 3. Ser aprehensivo. La dificultad para soltar situaciones o emociones, el ser muy preocupón o nervioso es una manera de ser aprehensivo. Este hábito promueve de manera importante episodios repetidos de ansiedad en nuestra vida. Algo que nos puede ayudar con este hábito es pensar ¿esto que me preocupa, tiene solución?¿Puedo hacer algo? ¿La solución depende de mí? Las respuestas a estas preguntas me guían a una mejor resolución de problemas, esto disminuye los asuntos inconclusos que nos roban espacio mental y emocional y por consecuencia, la ansiedad. 4. Ser perfeccionista. "Tengo que estar revisando algo constantemente hasta que me sienta satisfecho", si te identificaste con esta frase, probablemente seas alguien perfeccionista, lo cual se vuelve un mal hábito cuando dejo de hacer cosas importantes en mi vida, cuando no me puedo adaptar a las exigencias del medio por cumplir esas obsesiones. 5. No descansar adecuadamente. Siempre antes de un ataque de ansiedad o de pánico, no se descansó correctamente. Si no puede poner límites a la actividad tanto física como pensamientos o delimitar espacios de descanso es una mala señal de autocuidado y salud mental. Este hábito es el primero de todos los puntos que se tienen que modificar. Reorganizar la vida de una manera más funcional cada determinado tiempo nos ayuda a prevenir situaciones crónicas de malestar emocional. si identificas alguna de estas situaciones en tu vida, es momento de buscar a un especialista en psicoterapia que te ayude a manejarlo de una mejor manera.

 
 
 
  • 2 jul 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 7 sept 2019



No dejo de pensar y sin embargo, no puedo concentrarme en nada en particular. Estoy sola aún a pesar de que estoy rodeada de gente, sin embargo siento que no tengo ninguna conexión con ellos, creo que no tengo formas de comunicarme o relacionarme, me siento torpe, recibo miradas amables que creo que en realidad son miradas condescendientes que ocultan un profundo rechazo hacia mi, ¿qué hecho yo para ser tratada así?

Me siento sola pero no por estar sin alguien, me pasa aún estando acompañada. Me siento sola rodeada de gente o estando a un costado de mi pareja. Siento un profundo vacío en mi que no se llena más que por momentos muy específicos, como por ejemplo cuando una persona se acerca a mi y rompe la barrera de silencio y aislamiento en la que me encuentro, cuando alguien me dice que me quiere, que tengo muchas cosas buenas, cuando alguien me toma en cuenta. Pero como decía, es temporal, eventualmente, vuelvo a sentir la sensación de "no formar parte", como si todos estuvieran en una habitación divirtiéndose mientras yo estoy en la soledad detrás de una pared transparente en donde puedo ver la escena de la vida cotidiana de la gente que no está sola, mientras yo lloro y grito por poder entrar del otro lado, mientras yo me siento profundamente sola.

Me he sentido así desde hace mucho tiempo, sin embargo cuando era niña no entendía nada, solo lo sentía, sentía la soledad pero realmente no la vivía como tal. A veces sentía como si estuviera muriendo lentamente, pensando en que me marchitaría mientras veía como todos los demás encontraban su camino, el amor, su trabajo de ensueño, la familia perfecta, dinero, logros, etc.

Me han dicho que me siento sola porque quiero, porque no acepto lo que me ofrece el mundo, porque no quiero salir adelante, porque me aferro a mi soledad y a sentirme continuamente sin apoyo, sola; pero en serio lo intento, realmente combato la sensación de vacío y de aislamiento, me esfuerzo, pero cuando lo hago me siento como si fuera una máquina queriendo hacer algo para lo que no está programada ¿se supone que duela tanto estar, vivir?

Mi familia e incluso en cierto momento mi pareja, me han dicho que lo que yo tengo en realidad es depresión, que tengo que tener voluntad para salir adelante de esta enfermedad. El saber o no que tengo depresión sin embargo no me ayuda, yo me sigo sintiendo igual de sola y batallando por las mismas cosas, no dejo de pensar en todo lo que he perdido, en todo lo que no he podido obtener, me siento triste, me siento frustrada, siento como si estuviera combatiendo el mar, que sin una cara y sin cuerpo me hunde y me hace sentir asfixiada sin que yo pueda hacer nada.

Acabo de regresar de "mi primera sesión" y no se aún que pensar, hablé de cosas a las que le he dado muchísimas vueltas, sin embargo sucedió algo, sentí que me estaban escuchando, que no se trataba de encontrar una explicación o de "componerme", también aún a pesar de que estar predispuesta a ello, la psicóloga no me dijo "que lo dejara atrás" o que "me aferraba" a mi soledad, pensé que me regañaría o que me aconsejaría y aunque me hizo algunas preguntas dejó que hablara y hablara, pude llorar y a diferencia de otras veces que lo hacía me sentí mejor, aún no sé si funcionará pero me sentí un poco mejor al poder hablar sobre lo que que sentía y vivía sin que me juzgaran o me "aconsejaran", estoy harta de me digan que estoy mal o que debería de ser más feliz, quiero ser yo misma, quiero poder sentir y vivir siendo yo. Creo que me doy cuenta que esta soledad, este sentirme sola, tiene que ver en como vivo mi vida y como idealizo las de los demás.

 
 
 
  • 27 jun 2018
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 7 sept 2019



tengo ansiedad

Camino por la calle, siento que todos me están viendo, empiezo a respirar agitadamente, me sudan las manos y el rostro, siento la inseguridad en mis pasos, al cruzar mi camino con alguien evito su mirada ¿podrá darse cuenta de que estoy a punto de colapsar?

Al llegar a casa, estoy a unos pasos de abrir la puerta de entrada, suena el teléfono celular pero lo ignoro, no tengo cabeza para lidiar con alguien que me pregunte como estoy o peor aún, que me inviten a algún lugar a "convivir" con gente mientras me muero de ansiedad. No sé que esperan de mi, vivo sintiéndome como si estuviera en otro lugar mientras todos hablan, se divierten y yo permanezco en silencio tratando de encajar, simulando para que nadie se de cuenta que me siento fatal y que aguanto, aguanto la ansiedad de estar sentado ahí siendo ignorado.

Me despierto, pareciera que mi cerebro originalmente desconectado por 3 horas máximo ya ha mandado la alerta de que estoy demasiado tranquilo y me manda la sensación de ansiedad correspondiente a la mañana. Boca seca, tensión en los hombros, dolor de cabeza, aunque no debería de tomar café y fumar no puedo evitarlo porque en el fondo creo que me calman aunque por lo regular no sirven de mucho o ponen peor mi ansiedad.

Tengo mucho tiempo lidiando con esto, antes solía investigar en todos lados sobre los síntomas de la ansiedad, de la depresión y el estrés, todo para darme cuenta que tenía de todo. Veía videos de como quitarme la ansiedad que me servían para relajarme por momentos, por minutos de hecho, pero que a final no me ayudaban cuando tenía que enfrentarme a las situaciones que me generaban ansiedad. Dejé pasar mucho tiempo antes porque me invadía el miedo, no sabía que decir o como comenzar.

Entro al consultorio y me siento en el sillón, hoy aún a pesar de que casi muero de ansiedad, pude salir a la calle, devolví una llamada de un amigo que tenía mucho tiempo de no hablar, fue todo un reto, sentí que no podía lograrlo ¿crees que menosprecio mis logros?, en cierto sentido creo que tienes razón, pero es que ¿no sé supone yo pudiera hacer esto como los demás? Los veo sonreír y no preocuparse por estas pequeñeces que me hacen sentir asfixia.

Respirar, respirar profundo, controlar mi propia respiración, ¿cómo puedo estar en control de algo? ¿yo? Siento que me dejo llevar por lo que todos quieren, me preocupa no ser lo que se espera de mi, tengo miedo a fracasar, no puedo dejar de pensar en que todos eventualmente se irán y me dejarán solo con mi maldita ansiedad.

Sé que he hablado varias veces de esto pero nuevamente se me viene a la mente la misma escena, la misma sensación de temor, de miedo, de aislamiento, de vulnerabilidad, de estar fuera de control, quiero hablar de esto de nuevo, necesito hablar de esto porque eso es lo que me ha hecho sentir mejor, sentir un poco de desahogo. Voy a hablarlo hoy, otra vez.

 
 
 
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