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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 17 jun 2021
  • 2 Min. de lectura
La personalidad narcisista esta organizada alrededor de la afirmación de la autoestima en el exterior, es decir, este tipo de personas sienten que algo falta en su vida interna.
¿Qué es la personalidad narcisista?

En primera instancia, Freud describió el narcisismo primario afirmando que los infantes se enfocan emocionalmente en ellos mismos antes que ver el afuera, posteriormente se conceptualiza como decepciones en las relaciones tempranas.


Es claro que hoy en día la vida actual y las vicisitudes refuerzan estas preocupaciones narcisistas, el mundo cambia de manera rápida, nos movemos frecuentemente, las comunicaciones masivas explotan nuestras inseguridades, y llega este sentimiento de vacío, de no encajar, no piensan en la integridad o identidad, sino en cuestiones superficiales como la belleza, fama, riqueza.


Ernest Jones, es de los primeros autores que escribió sobre la persona grandiosa y narcisista, la describió como exhibicionista, distanciada, emocionalmente inaccesible, con fantasías de omnipotencia, sobreevaluación de su creatividad y tendencia a ser juicioso. Entonces, la personalidad narcisista esta organizada alrededor de la afirmación de la autoestima en el exterior, es decir, este tipo de personas sienten que algo falta en su vida interna. Se encuentran preocupados por la percepción que tienen los demás de ellos y en ocasiones se sienten no queridos y fraudulentos.


Quien presenta personalidad narcisista experimenta sentimientos de insuficiencia, con vergüenza, debilidad o inferioridad, sus comportamientos compensatorios se pueden presentar de diferentes maneras tratando de ocultar la preocupación.
¿Qué es lo que encubre la personalidad narcisista?

No obstante, hay dos versiones del narcisista: el inadvertido y el hípervigilante; el abierto y el encubierto o penoso; el exhibicionista y el de closet; el insensible y el sensible. Lo que todos tienen en común, es este sentimiento de insuficiencia, con vergüenza, debilidad o inferioridad, sus comportamientos compensatorios se pueden presentar de diferentes maneras tratando de ocultar la preocupación.


En cuanto a sus afectos, impulsos y temperamento, la necesidad de reconocimiento muchas veces pasa desapercibido por los espectadores, y los daños que ocasiona a los demás, ante los ojos del narciso o del narcisista, pueden ser racionalizados como efectos secundarios necesarios. Los padres con niños talentosos pueden ser utilizados como una extensión narcisista del cuidador y por tanto pueden llegar a desarrollar un carácter narcisista. La envidia y la vergüenza son parte de la experiencia subjetiva de la persona narcisista, es una vergüenza de que los demás le vean como alguien malo, ser juzgado por el exterior. Digamos que la personalidad narcisista piensa: “Si mis convicciones internas que no tengo están en riesgo de ser expuestas, seré envidioso de todo aquel que tenga algo que yo no tengo” o “Si yo me siento deficiente y percibo que tu tienes todo, trataré de destruir lo que tienes y ridiculizarlo”; precisamente buscando hacer cosas para que los demás le envidien y conseguir esa validación externa.


Las relaciones con personas narcisistas son extremadamente cargadas con problemas de autoestima, es común que las personas en la adultez media noten que hay algo mal con su interacción con los demás. El problema es que el narcisista no es capaz de expresar sentimientos genuinamente, sin vergüenza, y aceptar al otro sin juicios, amar al otro tal como es. Normalmente tienden a tener una persona en la cual apoyan su autoestima, por medio de la afirmación, admiración y aprobación, como si fueran parte de ellos mismos; y son necesarias para la vida, si pierden a esta persona se siente devaluado, casi como si una parte de ellos mismos hubiese muerto; así entonces es una necesidad vital para la personalidad narcisista, pues tiene atrofiada su capacidad para amar, el otro simplemente es aquel que le da equilibrio.


 
 
 

Actualizado: 6 jul 2021


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Mujer y lo femenino

Simón de Beuvoir, en el libro El segundo sexo utiliza la frase: “no se nace #mujer, se llega a serlo (2012)”. En este libro elabora una conceptualización de la #feminidad por medio de un análisis histórico, político, económico y social respecto a los significantes que giran alrededor de la figura femenina desde épocas prehistóricas. El concepto “devenir mujer” para #Beauvoir es el camino que la sociedad plantea y por el cual una mujer atraviesa para poder afirmarse en su feminidad. De aquí la especificidad de que no se nace, se llega a ser, el devenir es producto de una construcción social ya determinada en base a significantes establecidos Beauvoir (2012). A lo largo de la historia la significación de ser mujer o varón se agota en lo anatómico, sin embargo comprender la diferenciación sexual desde esta perspectiva deja el problema en las mismas condiciones.

Ésta interrogante aparece producto de la escucha de las pacientes y la insistencia en su discurso sobre las referencias a los avatares que la sociedad impone a los estatutos de ser mujer, principalmente en forma de quejas y reproches dirigidas ésta.

También en la recurrencia de casos de pacientes en que la #maternidad es vivida de forma conflictiva y provoca malestar, por conflictos asociados al embarazo, al nacimiento y al crecimiento de los hijos y por último, en diversas formas de padecer que presentan las pacientes y que implican cuestionamientos respecto a su identidad sus lazos afectivos y de lo #femenino. En estos casos el reproche no se encuentra dirigido a la referencia de la madre, no es a la #madre propiamente, ni a la maternidad, se trata más bien de un padecer que remite a la concepción freudiana de la feminidad que no agota los posibles caminos hacia el devenir mujer.


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Lo femenino y la modernidad

Serán estas referencias a ser madre, este malestar asociado a la maternidad y estas formas de padecer los vínculos que las conducen a interrogar desde la experiencia clínica la articulación de los caminos que conlleva lo femenino en la teoría psicoanalítica.

El enigma de la feminidad, aun nos alcanza en la contemporaneidad y pareciera que brinda precisamente en esta época la posibilidad de cuestionar lo femenino tanto en un plano social como psíquico.

#Freud presenta la feminidad como un devenir y no como un ser (1931), esto quiere decir que al menos en el plano psíquico la niña deviene mujer por lo cual para comprender la feminidad y lo que engloba antes tendríamos que comprender los caminos que una niña tiene que transitar para llegar a ser mujer. Para definir este camino, el psicoanálisis tiene un recorrido ya estableido que vale la pena revisar.


#Lacan expone en el seminario Aun (1972-1973) que la mujer no existe, si esta no existe…entonces ¿tendría que inventarse?. La propuesta de las nuevas aportaciones del psicoanálisis contemporáneo al tema de la feminidad apuntan a cuestionar tanto a nivel social y psíquico lo femenino, es decir, el rol de la mujer y como este se ha trasformado por las exigencias económicas y políticas, así como la vivencia psíquica del significante de ser mujer.

El psicoanálisis clásico en su estudio de la feminidad determinó que el camino para devenir mujer se compone de tres variantes, podría decirse de tres caminos para acceder la feminidad, sin embargo las tres vías que propuso Freud rayan en los síntomas neuróticos y específicamente en la mayoría de las recurrencias de la histeria.


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Devenir mujer en psicoanálisis

Por otro lado, Lacan refiere que la mujer no es la histeria (1972-1973), es decir la feminidad no está representada por la neurosis, avanza un poco más que Freud, proponiendo que la mujer tiene otro tipo de goce que se aleja del significante fálico debido a no tener un signo que la inscriba, por lo cual no existe. No habla de “La mujer” sino de “Una mujer” equiparando el devenir femenino con la práctica del psicoanálisis “caso por caso” y dándole peso a la particularidad de cada sujeto sea femenino o masculino, por lo anterior antes mencionado me pregunto. ¿De qué manera influye el dispositivo psicoanalítico en el proceso de acompañamiento para devenir en Una mujer?

Cuando una mujer llega al consultorio y se cuestiona por su feminidad y el camino que ha recorrido para alcanzar su “ser mujer” es porque aún no ha encontrado el significante que la defina en el plano psíquico, ¿Qué puede hacer la clínica psicoanalítica ante esta condición?

El devenir mujer, es el recorrido que habrá que hacerse para encontrar un significante que se inscriba como signo de la feminidad ¿qué inferencia podría tener el dispositivo psicoanalítico o la vivencia de la experiencia del psicoanálisis en el descubrimiento de este signo que inscriba la feminidad?

Lacan dice que la mujer no existe. Si la mujer no existe entonces ¿podría inventarse? Y si así fuera ¿una experiencia analítica podría dar lugar a esa invención?



Bibliografía.

· Jacques Lacan. (1958-1959). El deseo y su interpretación. Seminario 6. Argentina: Paidós.

· Jacques Lacan. (1972-1973). Aun. Seminario 20. Argentina: Paidós.

· Beauvoir, Simone. (2012) “El segundo sexo”. Argentina. Edit. De bolsillo.

· Freud Sigmund (1931) “Sobre la sexualidad femenina” Vol XXI Editorial: Amorrortu Barcelona.

· Freud Sigmund (1924) “El sepultamiento del complejo de Edipo” Vol XIX Editorial: Amorrortu Barcelona.

· Freud Sigmund (1924) “algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos” Vol XIX Editorial: Amorrortu Barcelona.

· Freud Sigmund (1932-1936) “Conferencia sobre la feminidad” Vol XXII Editorial: Amorrortu Barcelona.

· Karen Horney. (1990) “Psicología femenina” Edit. Alianza. Madrid.


 
 
 
  • 22 abr 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 2 feb 2022


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La #familia es una institución social con una estructura definida, sin embargo su condición de institución la somete al devenir histórico, por tanto se encuentra en constante cambio en tanto su definición y las categorías que conforman dicha definición. Es debido a esto que la parentalidad es considerada un fenómeno más allá de lo biológico. Romero Navarro (2007) nos dice lo siguiente:




“Es un hecho cultural que equivale a un proceso de construcción y de definición social acerca de lo que se considera qué es la paternidad y la maternidad. Ambas realidades, paternidad y maternidad, se construyen en el entramado de las relaciones sociales. Una cualidad muy importante del ser humano es su capacidad de formar y mantener relaciones significativas, definidas culturalmente, sin las cuáles no se puede dar la supervivencia y el aprendizaje humano. Dentro del entramado de las relaciones interpersonales e intergrupales quedamos vinculados o adheridos unos a otros. En estos círculos de relaciones sociales significativas se construyen estas realidades: paternidad, maternidad, vinculaciones y sentimientos de pertenencia”.



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Es a partir de la influencia de #Freud que se articula la importancia de la #vinculación de los padres con los #hijos, siendo un referente obligado en la literatura sobre estos temas.

Es a partir de las nuevas problemáticas y relecturas de la realidad, que surge el concepto de “#parentalidadpositiva” que consiste en una resituación del lugar paterno y materno con respecto a las funciones inherentes a esos lugares. Muchos autores la definen como una nueva manera de entender la crianza y la educación que se basa en el respeto a las necesidades de los #niños y #niñas y en la puesta en marcha de acciones que favorezcan su desarrollo, como pueden ser el fortalecimiento del #apego, la interacción a través del #juego, la comunicación sin exposición al conflicto. Esta parentalidad positiva tiene ciertas pautas de crianza y de relación entre padres/madres e hijos/hijas. Muchos autores identifican y proponen cinco prácticas de crianza efectivas: el estímulo, la disciplina, el monitoreo, la solución de problemas y el involucramiento positivo con atención y cuidado. Estas prácticas orientan el diseño de propuestas de prevención e intervención con #familias y cuidadores.

Cuervo Martínez (2016) nos dice lo siguiente:


“Otras investigaciones generan propuestas de programa-guía para el desarrollo de competencias emocionales y parentales desde una perspectiva comunitaria y preventiva, en la que resalta la importancia de orientar a los padres y madres en el desarrollo de estrategias cognitivas y de relajación que les permita controlar sus emociones de manera positiva en momentos de cierta tensión emocional. Asimismo, resulta necesario trabajar con los padres y madres las habilidades de comunicación con los hijos, los procesos de resolución de conflictos y de negociación, las estrategias para establecer límites y regulación del comportamiento en los hijos, y las habilidades para fomentar la autoestima y la asertividad de los padres y madres en el desarrollo de la función parental”.



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Es importante realizar prevención en salud mental de los padres y cuidadores de problemáticas como el #estrés y la #depresión, que eventualmente pueden afectar de manera negativa las pautas de crianza y generar agresividad, rechazo entre otros sin decir las consecuencias sobre el desarrollo emocional y social de sus #hijos durante la #infancia. Brindar una #orientación y apoyo mediante programas de pautas de crianza que permitan prevenir psicopatologías en la infancia, con el fin de generar factores protectores en la familia, de problemas comportamentales y emocionales durante la infancia y la adolescencia, orientados desde las pautas de crianza y promoviendo estilos de crianza asertivos, competentes y positivos. La sensibilización a los padres y cuidadores sobre su rol y su responsabilidad en la optimización del desarrollo, las habilidades sociales y emocionales en la infancia y la influencia de los modelos en la familia para el desarrollo de competencias sociales.


Referencia:

Cuervo, A. (2016). “Pautas de crianza y desarrollo socio-afectivo en la infancia”. Diversitas: Perspectivas en psicología, vol. 6, núm. 1, Universidad Santo Tomas, Bogotá, Colombia. PP. 111-121.

Romero, F. (2007). “La construcción social de la parentalidad y los procesos de vinculación y desvinculación padre-hijo. El papel del mediador familiar”. Prensa Medica Latinoamericana, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Gran Canaria, España. PP. 119-133.



Atención a adolescentes y adultos

Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara


 
 
 
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