top of page

Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 26 may 2022
  • 3 Min. de lectura

¿Te ha pasado que la mayoría de las veces que tus objetivos no se llegan a cumplir es debido a razones que tienen que ver contigo?

A muchísimas personas nos pasa esto, se llama #autosabotaje y consiste en ponernos obstáculos al querer lograr nuestras metas. Tiene un origen inconsciente y por eso se vuelve complicado de cambiar.

El inconveniente con el #autosabotaje y que va ocasionando que vaya siendo parte de nuestras vidas es que se alimenta de pensamientos que nos parecen racionales.


superar nuestros límites


Aquí te dejo algunos puntos para identificar el #autosabotaje:


  • Pones excusas para no hacer algo que deseas.

  • Dejas las cosas a medias.

  • Tienes “accidentes” o te equivocas frecuentemente.

  • Constantemente piensas en que no importa lo que sea, fallarás.

  • Tiendes a procrastinar, o sea que aplazas las tareas o planes.

  • Sientes que no mereces lo que obtienes.

  • Perfeccionismo en todo lo que haces.

  • Sientes que no estás teniendo el control.

Si te identificas con uno o varios de los puntos anteriores, quizá te llegues a preguntar a qué se puede deber, aquí algunos motivos:


  • Es una manera de castigarnos llevándonos al fracaso.

  • Baja autoestima.

  • Crecer duele, evitamos hacer cosas que nos hagan seguir adelante para conseguir madurar.

  • Falta de #motivación.

  • No saber qué es lo que se quiere obtener.

  • Miedo al cambio y/o al fracaso.

  • Es lo que conocemos. Desde nuestra infancia hemos aprendido a vivir con el #autosabotaje.

  • Inseguridad.

Es muy normal que a todos nos suceda el #autosabotaje, a unos con mayor frecuencia que a otros. Y es porque todos tenemos #emociones, todos sentimos algo (usualmente miedo) cuando el cambio aparece o está en nuestra puerta. Depende de tus razones por las cuales se presente el #autosabotaje es como lo vas a tomar. Las personas que aprenden a regular sus emociones, a hacer las cosas aunque tengan miedo y que no se dejan llevar por lo que causa el #autosabotaje llegan a tener éxito y a sentirse bien consigo mismas.


Pero, entonces ¿qué tengo que hacer o dejar de hacer para que ya no me suceda el #autosabotaje?:


  1. Hacer conciencia. Es lo primero que requieres para poder hacer algo diferente. Si ya identificaste que el #autosabotaje es algo que te suele pasar, ahora toca hacer algo al respecto.

  2. Creer en ti. Trabajar en tu autoestima te ayudará mucho contra el #autosabotaje.

  3. Descubrir cuáles son las creencias más profundas que tenemos, ésas que prácticamente rigen nuestra vida para darnos cuenta que probablemente las tenemos que modificar.

  4. Aprender a usar nuestros recursos. Todo lo bueno que sabemos que tenemos usarlo a nuestro favor, más en esos momentos donde nos invaden los “síntomas” del #autosabotaje.

  5. Conocernos más. Así podremos saber lo que realmente queremos.

  6. No empezar otra actividad sin terminar la que estamos haciendo.

  7. Hacer las cosas en el momento. Pon un alto al típico “luego” o “al rato”. Lo único que haces es aplazarlo y posiblemente te causes más estrés si lo dejas para el final.

  8. Ir poco a poco. Tener en cuenta que no cambiaremos de la noche a la mañana nos genera tranquilidad.


salir de la zona de confort


Puedes acudir con psicólog@ para conocer más al respecto de tu #autosabotaje, conocer y comprender tus propios pensamientos e ideas que te hacen mantener este #autosabotaje y seguir en tu zona de confort. Así podrás descubrir qué hace que te quieras defender de esta forma inconsciente para intentar evitar probables sufrimientos a futuro o situaciones que desconoces para que puedas hacer algo distinto y te puedas sentir mejor contigo y con lo que haces. Recuerda que el objetivo es que vayas encontrando un alivio.



Responsabilidad afectiva en pareja, familia y amigos.

Hoy en día es común entre las personas jóvenes el término #responsabilidadafectiva, como si se tratase de una moda que debe estar incluida hoy en día en las relaciones de pareja principalmente.

¿A qué hace referencia? Al consenso, cuidado y diálogo sobre los #sentimientos y #emociones que surgen en una relación. Conlleva una escuchar al otro y acompañarlo teniendo en cuenta sus emociones.

Es fundamental tener en cuenta las consecuencias de las acciones propias en el otro, y pensar en la #pareja, en un #amigo o familiar antes de tomar una decisión que pueda afectarlos.

Desde este punto, la responsabilidad afectiva es ser consciente de que todo acto que una persona realice y las palabras dichas dentro de una relación tiene una consecuencia positiva o negativa en su pareja. El objetivo de esta #conciencia es evitar el #dolor innecesario que generan las falsas expectativas del amor romántico o desmedido, donde se piensa en el sacrificio de las necesidades propias o donde el otro conoce de manera automática lo que en el momento se desea.

Lo anterior no significa que debemos anteponer los deseos y los sentimientos del otro, o desechar lo que cada uno llega a sentir, sino más bien saber que nuestras acciones tienen impacto en los otros y de igual manera reconocer lo que a mi me provoca algo para poderlo comunicar y enriquecer el vínculo.

Para asumir la responsabilidad afectiva se requiere la explicitación de #acuerdos, evidenciar necesidades, explicitar deseos y tener #empatía.

El objetivo de la responsabilidad afectiva es construir vínculos afectivos más humanos y menos desiguales. La responsabilidad afectiva propone herramientas para establecer relaciones que tiendan a una mayor igualdad.

Existen frases o comportamientos bastante marcados en nuestra sociedad que nos encierran en una imposibilidad de cambio y reconocimiento de las áreas que se pueden mejorar, dejándonos en una posibilidad de opciones que son negligentes y son lejanas de cuidar de los demás, por lo tanto, se consideran faltas de responsabilidad afectiva. Cuando nos equivocamos y se nos marca una falta es común escuchar frases como así soy o así nací, sin asumir la responsabilidad de nuestros actos y consecuencias, además de anular la posibilidad de que el otro se pueda sentir parte de la relación existente.

Algunas de las técnicas que se pueden seguir para el ejercicio de una responsabilidad afectiva eficaz son:

Es el hablar de manera directa, con claridad y honestidad, abriendo el espacio al diálogo y escucha de ambas partes, es la solución y medida para prevenir y superar conflictos.

Establecimiento de acuerdos

En el caso de la responsabilidad afectiva en una relación de pareja, una forma de aplicarla es estableciendo qué está permitido y qué no, mediante el diálogo.

La responsabilidad afectiva se parece mucho al proceso de negociación, en el cual, por medio de la comunicación se llega a un acuerdo beneficioso para los involucrados.


Mientras vamos desarrollando y practicando lo anterior debemos comprender que una relación consta de más de una persona y que la responsabilidad afectiva tiene que ver con la empatía (la capacidad de ponerse en el lugar del otro), y que tiene que ver con romper el narcisismo y entender que hay un otro. Inevitablemente, habrá momentos complicados, sin embargo, la forma en que se afronten hace la diferencia en cómo pueda movernos emocionalmente haciéndolo más complejo o con una resolución más óptima.

Hablar de responsabilidad afectiva no tiene que ver con actuar de manera perfecta, porque es imposible. Más bien, se trata de actuar y hablar con empatía y respeto, de establecer acuerdos, con la finalidad de respetar a los demás y, en caso de equivocarse y provocar un conflicto, ser responsables y asumir las consecuencias y buscar una solución positiva para todas las partes involucradas. Es importante ser empático con uno mismo y no sobreexigirse en querer que todo salgo bien a la primera, antes de poder ejercerlo, también se necesita que nos conozcamos y reconozcamos ¿qué siento en ese momento? ¿qué pienso al respecto? Con esto son pistas para encontrar el camino de lo que quiero comunicar.


Psic. Carolina López

Atención psicológica a adolescentes, adultos y parejas

Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara


La relación entre la comida y las emociones

¿Por qué será que es muy común ver en las películas que cuando alguien está #triste se pone a #comer nieve, chocolate o mucha #comida chatarra?


La pregunta anterior se resuelve haciendo de nuestro conocimiento que además de que nuestras #emociones se “alimentan” de pensamientos, prácticamente también lo hacen literal de la #comida, de igual manera lo que elegimos #comer muchas veces depende de cómo nos estamos sintiendo. Digamos que es una cuestión recíproca.


Cuando nos alentamos a llevar una #alimentación sana usualmente es porque nos encontramos motivados, felices y hasta de propósito de año nuevo suele estar en las listas de muchos. Entonces suele pasar que después de un corto tiempo lo dejamos por todos los inconvenientes que la vida cotidiana tiene y por la fluctuación de las #emociones.

Comúnmente ingerimos #alimentos que no son tan buenos para la salud cuando tenemos alguna #emoción desagradable, esto se debe a que necesitamos #comida “reconfortante” para hacernos sentir mejor de lo que estamos, cabe mencionar que es deliciosa y eso también provoca que recurramos a la #comida “basura”.

Por otra parte, haciendo a un lado la calidad de la #comida y viendo por la cantidad, ésta tiene que ver con qué tan fuerte sintamos la #emoción, sin importar que sea desagradable o no. Esto se debe a que hay una inhibición mayor del control #alimentario y llega a provocar que comamos más de lo usual.


Kaplan y Kaplan (1957) en su teoría psicosomática, mencionan que el aumento de la ingesta alimentaria es una conducta que se usa como estrategia para afrontar #emociones desagradables y se convierte en una conducta disfuncional, dado que en situaciones fisiológicamente normales cuando surge la angustia disminuye el hambre y se activa el sistema nervioso simpático, reorganizando el fluido sanguíneo hacia el aparato digestivo. El enfrentar las #emociones “negativas” por medio de la #comida se lleva a cabo con #alimentos que actúan sobre el sistema de recompensa neurobiológico causando placer frente a dichas #emociones y que afectan la síntesis de neurotransmisores, entre los que sobresale la serotonina. Los alimentos que producen placer son los que encontramos con etiquetas de advertencia, o sea los que tienen exceso de calorías, azúcares y grasas. Es así como se crea un #comedoremocional.


Desde la perspectiva de Bruch (1971) es importante identificar y diferenciar las #emociones habituales de las que tienen relación con las sensaciones de hambre-saciedad, ya que si no funciona de esta manera y las mezclamos sin saber cuál es cuál es porque se debe a una alteración en la comunicación que tiene origen en el vínculo temprano madre/padre-hij@, resultado de la incapacidad de padre/madre para responder empáticamente a lo que l@s hij@s necesitan biológica, social y emocionalmente. Una de estas necesidades es la #alimentación, el conflicto es que no se confirma ni refuerza, o es de forma contradictoria e imprecisa, por parte de mamá/papá y como aún está en desarrollo el YO en la infancia no se logran adquirir los elementos psicológicos que se requieren para diferenciar los estados de #hambre y saciedad, lo que causa un aumento en la ingesta cuando aparecen las exigencias #emocionales.


Es necesario que nuestros padres o quien se haga responsable de nosotros nos enseñen desde pequeños que las #emociones tienen #relación con lo que #comemos para que cuando vayamos creciendo no lo hagamos con confusiones. Cuestionamiento de los adultos: Pero ya crecí y tengo muchas confusiones en cuanto a lo que siento y la #comida, ¿qué puedo hacer?. A continuación se presentan algunos puntos que podrías llevar a cabo:


  • Haz algo diferente. En vez de #comer cuando te encuentres estresado, procura hacer ejercicio.

  • Cuando sientas la necesidad de tener atracones, piensa en cómo te estás sintiendo y qué es lo que lo ocasionó.

  • Cuando te vengan muchas ganas de #comer y que identifiques que no se debe a que ya es tu hora de #comida, espera a que pase un tiempo para que la sensación baje o se vaya.

  • Cambia lo que sueles comer cuando te sientes ansioso por nueces, almendras o alguna botana sana.



Aprender a nombrar lo que sentimos para hacer algo al respecto hará la diferencia para crear una sociedad con personas sanas física y emocionalmente.



Referencias

-Bruch, H. (1971). Desórdenes alimenticios: Obesidad, anorexia y la persona dentro. Inglaterra: Routledge and Hegan Paul.

-Kaplan, HI, Kaplan, H. (1957). El concepto psicosomático de la obesidad. s.e.





Psicóloga Itzel Trejo


Atención psicológica a niños, adolescentes, adultos y parejas


Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara



bottom of page