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Artículos sobre Ayuda Psicológica

La situación de #pandemia por #COVID19 actual que estamos viviendo ha tenido diversas consecuencias, a unas personas las ha llevado a aislarse completamente de los demás debido a que viven solos, y a otras personas ha llevado a tener un contacto más cercano y prolongado con sus #familias y/o #parejas; ambos escenarios pueden llegar a presentar problemas en la salud mental.


En cuanto a las personas que tienen una #pareja pero que se encuentran viviendo separadas pueden llegar a presentarse problemas de pareja como:



Las cuales pueden tener un impacto negativo durante el curso de la relación así como el de la cuarentena, por otro lado, en las personas que se encuentran viviendo juntas, pueden presentarse problemas nuevos o incluso agravarse problemas de pareja que ya se encontraban previamente, llevando a sentir #emociones y sensaciones durante un periodo prolongado que pueden llegar a tener un impacto negativo tanto en la #saludmental como física.


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Problemas de pareja.


Es posible que en la relación se hayan podido presentar problemas de pareja que comúnmente aparecen en las parejas, como los celos, las peleas, malentendidos, entre otros, y que debido al aislamiento social que se tiene que realizar, estas hayan ido en aumento y estén causando más problemas de pareja entre las partes que la integran o la familia. El primer paso para comenzar a generar cambios y tratar de resolver los #conflictos es reconocer la problemática que aparece entre la pareja y tratar de identificar las razones tanto personales como de pareja por las cuales inicia una pelea o una discusión; es decir, encontrar y reconocer los comportamientos o reacciones que tenemos cuando algo nos hace enojar, cuando algo nos hace sentir tristes, molestos, fastidiados; además, tratar de entender el posible origen de que es lo que está causando la reacción, una persona se enoja cuando su pareja cuando toma durante el día y no contribuye a los labores del hogar; en este caso podríamos decir que de cierta manera es normal sentir frustración o enojo al ver que nuestra pareja no apoya con las labores del hogar, sin embargo, tal vez también influye que en su infancia de esta persona, se presentaban actitudes similares y relacionadas con el alcohol por alguno de los cuidadores, con las que ahora esta lidiando. Así pues esta es una recomendación y una gran ventaja que ayudará a comenzar a que la convivencia mejore y los problemas de pareja disminuyan.




Otras #estrategias que pueden utilizar son:


  • Establecer una rutina. Poder agendar horarios para tener espacio para uno mismo, así como para tener espacio compartido, es una gran estrategia que puede ayudar a mantener la rutina que se mantenía con anterioridad.

  • Puntos medios. Encontrar qué es lo que mejor funciona para ambos, tratar de encontrar las mejores estrategias para sobrellevar los problemas que se puedan presentar y ceder lo necesario para llegar a un punto medio.

  • Comunicarse. Poder dialogar y compartir lo que sienten, y lo que normalmente no se habla es una buena práctica que les ayudará a mejorar la situación actual, así como en el futuro.


Sin duda los problemas de pareja son algo que aparecerá, pero aprender de nosotros mismos y del otro, cuidando nuestra salud mental y acudiendo a terapia son elementos que nos ayudarán a entendernos y resolver los conflictos que se vayan presentando. Recordemos que la terapia puede ser tanto en individual como en pareja y si los problemas persisten es importante buscar ayuda profesional.

 
 
 
  • 30 abr 2020
  • 2 Min. de lectura


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A propósito de los recientes acontecimientos mundiales generados por la pandemia por #COVID19, que han venido a trastocar la cotidianidad de las personas, se han expuesto las diferentes aristas problemáticas que el estado de emergencia sanitaria conlleva. Tanto afecciones físicas y palpables como efectos psicológicos observables. Estos dos polos se encuentran en constante tensión que genera la retroalimentación de uno con el otro; es evidente que el sentirse mal físicamente causara efectos psicológicos que a su vez reproducirán el malestar físico, y viceversa. Sin embargo, estamos hablando de casos extremos que encuentran su desahogo en síntomas depresivos o ansiosos, auténticas afectaciones psíquicas, formaciones de compromiso que hacen tolerable las condiciones en las que nos encontramos actualmente (condiciones extremas por el #aislamientosocial y la #incertidumbre social), pero ¿Qué sucede con aquellos y aquellas que no presentan estas formaciones de compromiso extremistas? ¿Cómo se pueden sostener frente a estas condiciones? Es pues pertinente ver un “síntoma” de la sociedad moderna que adquiere una nueva luz en esta época de pandemia global, la #fatiga.


Habrá que entender a la fatiga como un #síntoma no patológico, como una “psicopatología de la vida cotidiana”, es decir, formaciones de compromiso (síntomas) que no causan angustia o que no afecta la vida de la persona. Son formas de anclaje y sostén hacía con el mundo. En este caso concreto, expresiones que nos hacen soportar las condiciones hostiles que estamos viviendo a nivel psicológico (causadas por el aislamiento) y a nivel social (emergencia sanitaria, incertidumbre económica, etc.). Es por ello curioso ver que antes de la incidencia del virus la fatiga fuera una forma de expresión común que ayudaría a las personas a adaptarse a la forma veloz y frenética de vivir en la #posmodernidad; Todos y todas en mayor o menor medida han sufrido de fatiga por lo cotidiano. Pero, si antes lo hacíamos por el sobresfuerzo de un modo de vivir frenético, ahora lo hacemos por la desaceleración que ha causado la emergencia sanitaria.


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Trabajar en línea puede generar también cansancio y fatiga mental.

Es iluminador pensar en que ahora las personas se sienten fatigadas de no poder hacer lo que hacían antes, de llevar una vida menos estresante. Es pues este desfase de tiempos lo que hace que la #cuarentena se experimente con mayor carga de la que ya de por si conlleva. Hemos estado tan acostumbrados a un ritmo acelerado que no sabemos cómo vivir la vida cuando se vuelve más lento. La fatiga pasa a deberse por un intento de readaptarse a los nuevos tiempos, literalmente.


La fatiga se expresa como #cansancio extremo y que puede presentarse bajo los siguientes indicadores;


-Alteración en los ciclos del sueño.


-Sensación de desenfado y cansancio reiterado.


-Puede causar expresiones físicas, como dolor de cabeza.


Algunas recomendaciones prácticas para tratar de sobrellevar esta fatiga serían:


-Crear una rutina que permita la organización de tiempos.


-Hacer actividades de tiempo libre que ayuden contra la fatiga.


-Relacionarse con otras personas, esto permite que la fatiga se vea mitigada.




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Psicólogo Gabriel Chávez Sánchez

Atención a niños, adolescentes y adultos

Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara

 
 
 

-Identidad cultural del mexicano - COVID 19


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Aparentemente, no hay tema de actualidad que nos invite más a la reflexión que la pandemia ocasionada por el #COVID19. No solo por la posibilidad latente de ser infectado y enfermar, sino por, el aislamiento social producto de la “tropicalizada” #cuarentena obligatoria, implementada en la mayoría de las regiones del mundo, que atraviesan esta crisis. De tal manera que, estamos transitando un evento generacional sin precedente en la historia moderna.

En definitiva, esta situación emergente puede ser abordada desde múltiples frentes y en este caso, servir de parteaguas para reflexiones pertinentes, en el orden de nuestro rol como individuos y ciudadanos dentro de un marco de identidad social. Pero ¿cómo se ve afectada la identidad de un individuo dentro de un marco social? (nacionalidad, grupo étnico etc).

En relación a ello, la sociología apunta que, “la gente echa mano de los recursos culturales disponibles en sus redes sociales inmediatas y en la sociedad como un todo.” Es decir que, la identidad, es una constante construcción y que los materiales con los cuales se construye una identidad, son siempre materiales culturales. Por lo tanto, la cultura es la materia prima de la identidad, cultura mexicana.


De la misma manera y más allá de la subjetividad individual de las personas, ¿qué podríamos decir de la identidad mexicana? Quiero decir, ¿existe una “manera mexicana” de hacer las cosas? Podemos suponer que, ser oriundo de #México, (sobre todo si eres mexicano), suele ser sinónimo de: alegría, fiesta, algarabía y pasión. De manera análoga, para otros connacionales, esta definición podría estar más cercana al trabajo arduo, la familia y hasta la pereza y apatía.


Ahora bien, consideramos que la identidad cultural del mexicano, ofrece múltiples facetas. Entre ellas, la picardía, que definida como “la habilidad y gracia para que no se vea o no se sepa una cosa, así como las astucia para sacar provecho de ciertas situaciones”, nos permite pensar el sentido de creatividad que distingue al mexicano. En otras palabras, su hablar, su pensar y por consiguiente su sentido del humor.


Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado.”

-Octavio Paz-.



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Sin embargo, en tiempos de cuarentena, ¿el humor tiene alguna función además, que el mero entretenimiento? La respuesta es sí, definitivamente. Ya que, el sentido del humor es uno de los recursos de la #resiliencia. Pero, ¿a qué hacemos referencia con este concepto? La resiliencia es el fenómeno cotidiano de adaptarse a la adversidad, un trauma, amenaza o a fuentes de tensión. De manera que el #humor implica todo un despliegue defensivo. Ya lo decía Freud en 1927, […] “La actitud humorística, por la cual uno se rehúsa al sufrimiento poniendo de relieve que el YO es indoblegable por el mundo real.”


No obstante, pensemos lo siguiente: ¿qué sentido tiene no tomar nada por en serio y estar todo el tiempo bromeando? Es decir, ¿cuándo es poco y cuando es demasiado? Es acá donde se ratifica la relevancia de mantener un “adecuado” sentido del humor frente a situaciones adversas, siendo imperante definir que, esto no significa que no se sufra, más bien, implica una manera de afrontar la realidad sobrellevándola para seguir adelante. Ahora bien, si consideramos al humor como una defensiva operación inconsciente, ¿podemos afirmar que el humor es una vía adecuada de adaptación ante esta crisis? ¿Es posible reír de la desgracia propia?


Charles Darwin (1873) en su estudio sobre “La expresión de las emociones en los animales y en el hombre” afirmaba que, “la sonrisa no es una respuesta al hecho de sentirnos bien, sino que el solo hecho de sonreír nos hace sentirnos mejor.” Poco más de 30 años después, en 1905, el padre del psicoanálisis Sigmund Freud descubrió en sus investigaciones del inconsciente que el humor o la actitud humorística, nos ayuda a lidiar con aquello que nos sofoca o aquello que inconscientemente deseamos.


“Entre broma y broma la verdad se asoma

– Refrán mexicano


De ahí que el humor no es resignado, es opositor, ya que no sólo significa el triunfo del Yo frente a la situación adversa, sino implica también, la satisfacción de instancias inconscientes de la personalidad. Dicho de otra manera, mediante el humor, el superyó quiere consolar al Yo, y ponerlo a salvo del sufrimiento, rasgo por demás paternal dentro de la subjetividad humana. Razón además que, pone en relieve, la dimensión intersubjetiva que nuestra identidad también articula. Lo cual nos devuelve a la pregunta central de este escrito: ¿Es el humor una forma adecuada de adaptación en esta crisis? ¿Cuándo es poco y cuando es demasiado? La respuesta no es sencilla, sin embargo, podemos tomar como ejemplo, el trabajo que se lleva a cabo dentro del consultorio en terapia psicológica.


En la intimidad del consultorio, en lo que refiere a poseer o no “un buen sentido del humor”, es común escuchar de los pacientes distintas, y “tropicalizadas” maneras de afrontar la angustia, producto de la incertidumbre que produce la adversidad.

De manera que, existen personas, que pasan todo el tiempo haciendo chistes de sus experiencias o por el contrario, individuos que parecen no poseer la capacidad de reírse de sí mismos o sus propios errores. Por lo tanto, realmente no existe una fórmula ideal para adaptarse a la crisis. Afortunadamente, la mayoría de las veces, contaremos con cierta capacidad de resiliencia dentro de la cual cabe señalar, la creatividad, como factor fundamental.


Es probable, que nuestra “alegre” identidad como mexicanos, nos ayude a sortear las consecuencias de esta pandemia. Pero sobre advertencia no hay engaño. La salud mental al igual que la física, es algo que implica seriedad y compromiso. De ahí que, la atención psicológica, (on-line o presencial), es una de las mejores herramientas con las que se dispone en la actualidad para desencallar, liberar o afrontar, las adversidades con las que lidiamos todos los días.


Y tú, ¿cómo afrontas la incertidumbre? ¿Cómo lo hace tu familia? ¿Tienes algún amigo o familiar que pasa todo el tiempo bromeando? Piénsalo, tal vez tú mismo podrías ser esa persona.


Psicólogo Omar Ramírez

Atención a adolescentes y adultos

Asociación Libre - Psicólogos en Monterrey

 
 
 
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