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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 28 dic 2023
  • 4 Min. de lectura

Como adultos, en la mayoría de los casos podemos identificar cuando una situación nos está produciendo malestar o nos es desagradable, también conseguimos expresarlo y si lo deseamos, tratamos de buscar soluciones que nos ayuden a modificar esto, sin embargo, en los #niños es distinto debido a que aún no logran una madurez física, emocional ni cognitiva con la que puedan saber que su entorno está siendo potencialmente perjudicial, también es complicado que puedan verbalizarlo a sus padres o cuidadores, pues además hay ocasiones en las que se detecta que en el contexto familiar hay factores que influyen en los síntomas del niño y solo es, a partir de alguna observación de un tercero cuando se señala que algo está sucediendo, como es en muchos casos, a través de una llamada de la escuela y/o maestros.


De ahí que, también se detecte que para los niños resultará complicado buscar estas posibles soluciones ante los padecimientos presentados.

Es entonces de fundamental importancia que una vez que pueda detectarse que algo no va bien con nuestros hijos, pueda recurrirse con un #psicólogo #especialista en #niños pues, aunque en cada psicólogo existe un conocimiento del desarrollo de una persona, sólo un profesional con formación y experiencia en ello podría ayudar de mejor manera y tomar en cuenta ciertas consideraciones especiales sobre el tratamiento con niños:



Un #psicólogo enfocado al trabajo con #niños sabe que en cada fase del desarrollo es esperado que aparezcan ciertas manifestaciones y que dependiendo en qué etapa se encuentren pudieran alertar, pues generalmente éste debe evaluar si tales manifestaciones van acordes o no a la edad, también su duración e intensidad. Por ejemplo, es esperado que un niño de 4 a 5 años pueda creer aspectos de fantasía como realidad, como podría ser el hecho de que una capa le pueda dar la capacidad de volar a un súper héroe, no obstante, si esto es algo que aún cree un niño de 6 o 7 años firmemente, pudiera estar generando una alerta a considerar porque es probable que esté reflejando retrasos en su madurez cognitiva y psicológica.


Otro punto a considerar en el trabajo con #niños es que el #especialista pueda diferenciar si los síntomas o manifestaciones que se están presentando tienen relación a un evento externo o es un conflicto que tiene origen en lo interno, es decir, si ha sucedido una situación a la cual está reaccionando un niño, por ejemplo, un cambio de escuela, el nacimiento de un hermanito, el divorcio de sus padres, etc. o por el contrario, tiene que ver con problemas que vienen desde sus pensamientos, ideas, emociones o fantasías e incluso, que estos síntomas sean producto de ambas situaciones.


Es importante que el #especialista del trabajo con #niños tenga una interacción constante con los padres del menor, inicialmente en las primeras sesiones se requiere tener entrevistas en las que se pueda conocer todo lo relacionado al proceso del embarazo, nacimiento y desarrollo del menor, así como del contexto familiar actual y su entorno escolar. También, es esperado que periódicamente se tengan sesiones de retroalimentación hacia los padres y para llevar una actualización del proceso.



Además, otro punto a considerar es que no todos los #psicólogos #especialistas en #niños tienen las herramientas para tratar la gran gama de posibles manifestaciones que puedan presentarse en un menor ya que cada caso tiene sus particularidades y en ocasiones, recurrir a la ética para reconocer que no es el campo de dominio es lo esperado, a fin de orientar a los padres con algún especialista en el tema que se esté presentando. De esta forma, se debe mencionar que existen psicólogos que se especializan en terapia del lenguaje, otros enfocados en la estimulación temprana, en desarrollar aspectos psicomotrices o del desarrollo cognitivo, pero también existen quienes trabajan sobre las emociones de los menores.


De ahí que es importante identificar cuáles son los síntomas que se están haciendo presentes en nuestros hijos para poder tratar de recurrir con quien sea el profesional más indicado, por ejemplo, algunos de los principales motivos de consulta por los que los #niños son llevados con un #psicólogo son temas relacionados a retrocesos en el desarrollo, es decir, cuando ya se ha alcanzado alguna capacidad como el comer por sí mismo, el control de esfínteres, caminar, hablar, etc. y de pronto, dejar de hacerlo, también cuando existen retrasos en el mismo por estar demorando en alcanzar alguna de estas capacidades de lenguaje, motricidad o autonomía en ciertas áreas, igualmente, es común que se presenten manifestaciones emocionales y que pueden estar asociadas al acoso escolar, por separación de los padres, por algún tipo de abuso, problemas de conducta y/o de indisciplina en la escuela, bajas calificaciones o distracciones frecuentes.

Son numerosas las posibles razones por las cuales se puede llevar a un niño a tratamiento psicológico, lo importante es que, si ya identificaste algunas, puedas hacer algo al respecto y ayudar a trabajar sobre el bienestar integral del menor.







Psicóloga Carolina Villarreal

Psicóloga de niños, adolescentes y adultos

Asociación Libre - Psicólogos de Monterrey

Actualizado: 11 abr 2024


Señales para identificar sospecha ante intento de suicidio

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el #suicidio como un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace que es provocar la muerte. La misma OMS considera que hablar de que una persona considere el suicidio como una opción está relacionada a distintos factores, es decir, el consolidar este acto como la mejor alternativa NO está ligado a una sola cosa, si no que es multifactorial, y que en los casos que se llega a prevenir, las personas que han intentado o solo pensado respecto al suicidio, se encuentran mezclados factores biológicos, genéticos, psicológicos, ambientales y sociales.


Incluso los factores de #riesgodesuicidio no son los mismo para todos, si bien puede haber algunas similitudes, no es necesario cumplir con todos los factores anteriormente mencionados; características como edad, sexo, abren distintas situaciones que pueden influir para que una persona pueda pensar el suicidio como una opción de resolución ante sus problemáticas.



Señales para identificar sospecha ante intento de suicidio

Por mencionar algunas cuestiones generales en el grupo de niños y adolescentes, influyen especialmente factores como la historia psiquiátrica familiar, principalmente de las personas con las que hayan tenido contacto cercano en sus relaciones primarias, enfermedades mentales, la pérdida de un ser querido, la #depresión, #aislamiento social, abuso de #drogas y #alcohol, #bullying, conductas de riesgo que llegan a estar de moda y se difunden por redes sociales, etcétera.

Para las mujeres y hombres, suponen un factor muy importante las relaciones con otras personas, la violencia doméstica o el estrés en el ámbito de la familia, sin olvidar enfermedades mentales, abuso de alcohol y drogas, entornos familiares problemáticos y la sensación de no tener redes de apoyo que puedan ayudar o confiar, que el suicidio se vislumbra ante el desamparo e incapacidad de hacer algo al respecto de lo que ocurre en el entorno.

Respecto a etapas de vida posteriores, en los adultos mayores, los factores que pueden influir en la meditación de un suicidio puede ser la depresión, el dolor físico a causa de una enfermedad, el aislamiento social y familiar.

Niveles de riesgo ante el suicidio


Niveles de riesgo ante el suicidio

Como se mencionaba en un inicio el suicidio es un acto trágico ya consumado del cual no se puede revertir el hecho, sin embargo, existen niveles o fases en las cuales la idea puede ir tomando mayor fuerza e irse dirigiendo a la fatalidad de ser cometido por el ensanchamiento de posibilidades de recibir ayuda que se puede percibir. Es por ello que hablar de suicidio no debe de ser considerado como simples ideas propias de la edad, chantaje irreal o desafiar la valentía de la persona en que si puede hacerlo o no, o insitar a que lo lleve a cabo.

Para que una persona llegue a consumar un suicidio, van apareciendo señales de riesgo que pueden ser o no expresadas verbalmente, la comunicación en muchas ocasiones está en comportamientos, expresión por medio de dibujos, o en muchos casos no estar aparentemente visibles a las personas, esto no significa que no esté ocurriendo dicho riesgo de suicidio.

Existen tres principales niveles de riesgo de suicidio que pueden presentarse en las personas que han llegado a intentar o consolidado el acto. Dichos niveles son los siguientes:

  • Ideación suicida: Suele ser un paso previo a la conducta suicida y consiste en pensamientos de terminar con la propia existencia, expresados o no, son pensamientos que pueden rondar en la mente de la persona, en ocasiones no se tiene claro la forma o el método, solo es una consideración al respecto ante el malestar particular que se vive. Lo que puede ser un agravante en este nivel, es que la idea sea más recurrente en duración, intensidad del deseo. En este punto es mayormente posible que la decisión no esté firmemente tomada y se pueda con ayuda familiar y de primer nivel como atención psicológica que pueda no consumarse el suicidio.

  • Planeación suicida: Este nivel representa mayor peligro que el anterior ya que la persona que desea suicidarse, después de considerar nulas opciones ante otra alternativa para sentir que se puede solucionar lo que le ocurre, ha elegido un método habitualmente mortal, un lugar donde lo realizará, el momento oportuno para no ser descubierto, y los motivos que sustentan dicha decisión que ha de realizar con el propósito de morir. Los métodos que se eligen ante el suicidio, son variables dependiendo el grupo de edad, el género y factores personales que puedan tener en duda la consumación. La claridad del acto es más clara y se puede ir construyendo con cierta temporalidad, dependiendo la impulsividad o meditación con que se realice.

  • Tentativa(s) suicidas: También denominado parasuicidio, tentativa de suicidio, intento de autoeliminación o autolesión intencionada. Es aquel acto sin resultado de muerte en el cual un individuo deliberadamente, se hace daño a sí mismo con el fin de quitarse la vida. Las formas de intentarlo pueden ser diversas, no obstante, implica el mayor nivel de riesgo al expresar de forma deliberada ya la intención de culminar el acto, el cual por alguna razón no llegó a cumplirse, siendo en muchas ocasiones que es descubierto por algún familiar y alcanzan a hacerse intervenciones médicas para recuperar la salud de las personas. Los estudios han demostrado que una persona que ha intentado ya el suicidio, sin las redes suficientemente fuertes de apoyo entre familia o amigos, y el servicio adecuado de atención (psicológico y psiquiátrico) puede recaer y volver a tener otros intentos posteriores.

¿Cuáles son las señales pueden ser importantes estar alerta para evitar que se llegue al suicidio?

  • Hablar de desesperanza o no tener propósito, sentirse atrapado, sentirse como una carga para otras personas. En algunas ocasiones lo expresado es más directo como hablar o escribir sobre suicidio. Frases como: “Ojalá me muera” o “Estoy tan cansada/o de la vida”.

  • Alejarse de todo contacto social.

  • Cambios severos del estado de ánimo. Por ejemplo: Depresión o un sentido de desesperación.

  • Pensar constantemente en la muerte, en morir o en la violencia.

  • Cambios de personalidad, que pueda actuar de forma contraria a lo que se percibía más constantemente de la persona.

  • Aumento del uso del alcohol o las drogas.

  • Cambiar la rutina normal, incluido el hábito de comer y dormir.

  • Hacer cosas arriesgadas o auto-destructivas, como consumir drogas o conducir sin cuidado.



¿Qué es importante hacer para prevenir el suicidio?

¿Qué es importante hacer para prevenir el suicidio?

El primer paso es averiguar si la persona corre riesgo de seguir sus sentimientos suicidas. Actúa con delicadeza, hablar directamente sobre el tema, es una señal de que te importa la pregunta se pueden hacer preguntas como: ¿A veces sientes ganas de darte por vencido? ¿Piensas en la muerte? ¿Alguna vez has pensado en el suicidio o has intentado hacerte daño?

Preguntarle a una persona acerca de pensamientos o sentimientos suicidas no la motivará a tener conductas autodestructivas. De hecho, ofrecer la oportunidad de hablar acerca de los sentimientos puede reducir el riesgo de que siga sus sentimientos suicidas. Compartir sobre los cambios que se han observado y la preocupación genuina al respecto, puede permitir la entrada a hablar y buscar alternativas al respecto.

Si alguien ha intentado suicidarse o está en riesgo de hacerlo y te das cuenta, ten en cuenta:

  • No dejes a esa persona sola.

  • Llama al 911 o al número local de emergencias de inmediato. Si puedes hacerlo de forma segura, llévala a la sala de emergencias del hospital más cercano.

  • Trata de averiguar si la persona está bajo los efectos de sustancias o del alcohol, o si pudo haber tomado una sobredosis.

  • Dile de inmediato a un familiar o amigo acerca de lo que sucede.

Si un amigo o ser querido está pensando en suicidarse, necesita ayuda profesional aunque el suicidio no sea un peligro inminente, alienta a la persona a que llame a un número de línea directa de asistencia o busque tratamiento psicológico que pueda ayudarle y busquen vías de solución. La importancia de que sienta apoyo y no se minimicen sus emociones, es importante, ser empáticos, no juzgar y mostrarle que estás con ellos, y estás dispuesto a escucharle o apoyarle de la manera que puedas. Es importante en casa, avisar al respecto para que se sigan las mismas recomendaciones y se puedan cuidar los objetos o elementos que puedan representar un riesgo potencial para un intento de suicidio.

Es importante mantener la calma ante la angustia y pensar en soluciones, investigar sobre los centros de salud que pueden atender este tipo de situaciones y contar con contactos de psicólogos o profesionales de la salud puede ser una diferencia.


la psicologa carolina nos habla de ¿Qué es importante hacer para prevenir el suicidio?



Psicóloga Carolina López

Psicóloga de niños, adolescentes, adultos y parejas

Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara





  • 23 nov 2023
  • 4 Min. de lectura

En los últimos años se ha analizado de forma más frecuente el rechazo hacia la #maternidad dentro de nuestro entorno social y cultural, en ocasiones asociado a los temores que produce y ello ha influido también para que se emitan opinio nes diversas respecto a las posturas femeninas sobre tal decisión.


Dichas opiniones pueden ir en acuerdo y respaldar la idea de una #mujer de resistirse a ser madre o incluso de postergar esta etapa el mayor tiempo posible y esto, lo podemos observar, por ejemplo, en quienes comparten ideas con los movimientos de defensa hacia los derechos de las #mujeres, no obstante, así como pueden ser bien aceptadas por cierta población, estas ideas también han sido ampliamente cuestionadas y criticadas por perspectivas religiosas o culturales fundamentadas en que el propósito principal de la mujer es la #concepción para la preservación de la #familia o que la #maternidad es el rol que deben cumplir en la sociedad, misma sociedad que viene acarreando problemas de #equidad de género desde tiempo atrás y se encuentra en vías de ir despertando hacia una cultura menos machista.


Es inevitable dejar de mencionar que algunas de las implicaciones emocionales que se presentan en las mujeres como son los sentimientos de #culpa, la sensación de #fracaso, #frustración o #insatisfacción por no haber cumplido con las expectativas de la maternidad están asociados a aspectos culturales que han perpetuado ideas sobre el valor de una mujer por la capacidad de concebir, con las cuales se suele luchar constantemente e incluso de forma eventual, también llegan a generar presión y ello contribuye a que pueda tomarse una decisión precipitada al no tener la certeza de que sea una etapa que se quiera vivir en ese momento. También, el impacto psicológico puede surgir luego de haber tomado la decisión de transitar la maternidad pues desde el #embarazo existe una serie de procesos biológicos asociados a la presencia de una mayor cantidad de índices hormonales en el cuerpo femenino que influyen en la tendencia a ser más voluble emocionalmente, lo que aunado a los cambios físicos que se presentan durante la espera del #bebé y después del #parto pueden dar paso a que se manifieste una autoimagen negativa y con ello generar problemas de #autoestima que además, pudieran llegar a repercutir en la relación de pareja.


Por tanto, para la psicología los procesos de embarazo y de maternidad implican periodos importantes de cambios a nivel psíquico que van a requerir un tiempo de adaptación ya que pueden considerarse como un duelo sobre su cuerpo, su independencia e incluso sobre algunos aspectos de la vida social, laboral o de pareja que así llevaba en su vida hasta ese momento, para dar lugar a otro episodio en su desarrollo que tomará tiempo para su asimilación. Para ello, es de suma importancia que pueda haber acceso a una red de apoyo que ayude a transitar este proceso de forma acompañada y con posibilidad de tener orientación.


Estadísticas reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reflejan que el porcentaje de mujeres que se convierten en madres a una edad temprana (por debajo de los 20 años) en el estado de Nuevo León ha disminuido en los últimos años, pues se tienen datos de hace casi 20 años (1994) cuyo índice era del 15.3% a comparación de la última cifra que se tiene de 12.7 % correspondiente al año 2021.


Diferentes aspectos son los que pudieran estar influyendo para que se esté generando el fenómeno de la postergación de la #maternidad, la mayoría relacionados al empoderamiento femenino, por ejemplo:


La evolución de la cultura social respecto a que las mujeres tengan más acceso a la educación incide en que haya una mayor información sobre los cambios biológicos y psicológicos que ocurren en esta etapa y, por ende, se busque evitarlos.


La aparición cada vez más frecuente de la figura femenina en un entorno laboral conlleva a que a la par del hombre asuma un rol de proveedora y, por tanto, de autoridad e independencia respecto a las decisiones en una pareja; cuestiones que con anterioridad no se observaban debido a que prevalecía el sistema patriarcal que coartaba el hecho de que la mujer tuviera voz y voto sobre diferentes determinaciones, entre ellas el hecho de cuantos hijos tener o en qué momento.

Un aumento en las aspiraciones profesionales de las mujeres y a su vez, la falta de empatía y consciencia en los espacios de trabajo respecto a quienes transitan o transitaron por dicha etapa.

Deconstrucción de los ideales de vida femeninos cuyo objetivo principal ya no radica en el hecho de ser madre.


También, es importante mencionar que puede haber otros aspectos que influyan en esto, como puede ser el ritmo de vida acelerado que se tiene en la actualidad y que provoca la sensación de que faltaría tiempo para la responsabilidad que implica una crianza, igualmente, la presencia de problemas medioambientales y con los recursos naturales, al igual que los relacionados a la violencia e inseguridad y las dificultades económicas que son temas que pueden preocupar a cualquiera respecto a traer un ser humano al mundo.


Ahora bien, después de reflexionar la mayoría de estos supuestos se puede deducir que más que un #miedoalamaternidad, a la fecha es una decisión que se toma con mayor consciencia pues se están valorando tanto los aspectos internos (deseos, metas, aspiraciones, incluso hasta la estabilidad emocional que podamos tener y los recursos personales que nos ayuden a sobrellevar adversidades), como también los factores externos relacionados a nuestro entorno inmediato (economía, redes de apoyo, condiciones laborales y de la comunidad donde se radica) y de esta forma, se pueda transitar por dicha etapa de forma más armoniosa. Y no es que al considerar todos estos puntos se vaya a estar exento del reto que implica ser madre, sin embargo, hacerlo podría ayudar para anticiparse a buscar alternativas de solución ante futuras problemáticas que puedan surgir.


Por tanto, es importante que si la #maternidad es un tema que ha causado en ti inquietud, buscar #atenciónpsicológica puede ser una opción viable que te ayude a analizar lo descrito a fin de que puedas tomar la decisión con la que te sientas más cómoda.








Psicóloga Carolina Villarreal

Atención psicológica a adolescentes y adultos.

Asociación Libre - Psicólogos en Monterrey

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